Desde el viernes y durante cuatro días
la directora ejecutiva de Article 19, Agnes Callamard, y otros representantes de la oficina para México y Centroamérica buscarán testimonios de personas que podrían haber sido víctimas de abusos desde que fue derrocado por los militares el presidente Manuel Zelaya."Lo que nos preocupa es lo que no sabemos. Esto es lo que queremos tratar de entender mejor, porque el golpe de Estado no fue violento, hasta cierto punto, pero fue un golpe y la mayoría de las voces de la población de Honduras fueron violadas", dijo Callamard en una entrevista con Efe en la capital mexicana.
Según la activista, hasta ahora se conocen algunas historias de periodistas o medios de comunicación nacionales e internacionales cuyas transmisiones fueron censuradas o se les impidió transmitir informaciones en los días posteriores al derrocamiento.
Esos casos, que afectaron entre otros a la cadena estadounidense CNN y a la venezolana Telesur, son los más visibles, pero podría haber otros abusos a reporteros y medios menos conocidos que no han tenido el eco de los anteriores.
En particular, se mostró interesada en conocer de primera mano cómo se está viviendo la situación bajo el nuevo Gobierno de Roberto Micheletti en las zonas o sectores que apoyan al mandatario depuesto.
"Uno puede decir cualquier cosa del presidente que salió (Manuel Zelaya), pero había sido elegido democráticamente", dijo Callamard.
"Desde el punto de vista de la libertad de expresión, el resultado de un proceso democrático fue abusado por la retirada forzosa de ese individuo", agregó.
Zelaya fue expulsado del poder y del país por los militares el 28 de junio pasado y ese mismo día fue destituido por el Congreso, que nombró en su lugar a Micheletti, entonces titular del poder legislativo.
Otro propósito del viaje será evaluar posibles acciones a futuro, ya que si las negociaciones que se desarrollan en Costa Rica bajo la mediación de Óscar Arias no prosperan, la posibilidad de un estallido de violencia "es muy alta".
"La gente ha estado muy tranquila hasta ahora, al menos en lo que se ve, no ha habido grandes protestas, el uso de la violencia ha estado bastante limitado en ambos bandos, en lo que vemos, pero si la situación persiste, hay una posibilidad más fuerte de que la gente se enfade", apuntó.
"Queremos intentar valorar qué probabilidades hay y sentir qué tipo de respuestas debemos dar como organización de derechos humanos", concluyó la activista.
Fuente: EFE