Se acerca otra celebración del día del periodista y, más allá de las reuniones y brindis que ya son tradición, esta Asociación de Periodistas de Salta (APES) considera que la oportunidad es propicia para reflexionar sobre las condiciones en que los periodistas deben realizar su trabajo, determinantes para limitar o favorecer la libertad de expresión.
Desde su fundación, el 25 de mayo de 2006, APES viene realizando tareas de seguimiento de las agresiones de todo tipo que sufre la libertad de expresión. Lo hace en cumplimiento de sus objetivos de contribuir al debate sobre los estándares profesionales, bregar por la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a informar y de trabajar en la defensa y la protección de la libertad de información y de trabajo de los periodistas.
Un balance de estos últimos años indica que si bien se han dado pasos significativos, la libertad de expresión -con los demás derechos que ella comprende- tiene limitaciones en Salta, y que aún no se ha comprendido que la pluralidad de voces y de informaciones favorecen la construcción de la sociedad y la república, y que el secreto y el silencio las destruye.
Presiones de todo tipo, expresadas a través de la amenaza o la agresión directa, o mediante mecanismos más sutiles, como la utilización de la pauta oficial para obtener coberturas periodísticas complacientes, siguen siendo habituales en toda la provincia. Desde mediados de 2006 hasta la fecha, APES realizó más de treinta pronunciamientos públicos, por amenazas, agresiones y presiones a periodistas de la provincia. Asimismo, inició una acción judicial, por el allanamiento irregular en el domicilio de un colega de Rosario de la Frontera, y participó, como organizador, auspiciante o en calidad de expositora, de más de 15 actividades de capacitación dirigidas a periodistas y profesionales de la comunicación.
Además, en muchos casos de agresión a la libertad de expresión, APES realizó gestiones de comunicaciones directas con los involucrados para manifestar su preocupación por esos hechos y llamar a la reflexión a quienes no comprenden que la prensa tiene la obligación de controlar el ejercicio de la función pública y su objetivo es la búsqueda de la verdad. Esas gestiones también se llevaron a cabo en otros casos que por sus características no ameritaron un pronunciamiento público de la entidad.
Un repaso por los casos indica que la mayoría de las agresiones físicas se han llevado a cabo en el interior provincial, mientras que en Salta capital se utilizan vías un tanto más sutiles para tratar de silenciar a la prensa.
En el primer pronunciamiento público esta entidad resaltó las malas condiciones laborales que limitan la libertad de expresión y atentan contra la calidad del trabajo periodístico. En 2006 reseñó la gran informalidad en la que se desarrolla el trabajo de la mayoría de los periodistas en Salta: empleo en negro, disfrazado muchas veces bajo la figura de la pasantía; jornadas laborales que no respetan los horarios establecidos en los convenios de cada sector; salarios por debajo de los fijados por convenio y el loteo de espacios de radio en los que los mismos periodistas tienen que oficiar a la vez de productores comerciales para alcanzar un salario más cercano a sus necesidades, son algunas de las realidades que a diario soportan quienes se desempeñan en algunos medios de comunicación de la provincia.
Otra limitante para la libertad de expresión y la calidad periodística sigue siendo el manejo arbitrario que realiza el gobierno provincial, y la gran mayoría de los municipios, de la pauta publicitaria oficial. Desde su constitución APES viene denunciando la imposición de condicionamientos a los medios de comunicación y periodistas que reciben publicidad oficial.
Estos condicionamientos a la prensa afectan directamente a los periodistas pero también a sociedad salteña en general, que se vale de los medios de comunicación y sus trabajadores para mantenerse informada sobre lo que acontece en la provincia. Si hay limitaciones a la libertad de expresión, a la prensa, hay limitaciones al derecho de obtener información oportuna y veraz, un insumo que la ciudadanía necesita para hacer valer otros derechos.
Por este motivo, y en cumplimiento de sus objetivos, APES agradece las salutaciones y agasajos que cada año se ofrecen a los periodistas, pero considera que la mejor forma de festejar este día sería con la eliminación de las prácticas arriba enumeradas para permitir que el derecho fundamental de libertad de expresión se ejerza en su plenitud, sin intermediaciones que no benefician a las instituciones de la república.
Asimismo, con el propósito de hacer un aporte en este sentido, APES trabaja en la elaboración de dos proyectos de ley, de acceso a la información pública y de regulación de la pauta publicitaria oficial, por entender que su aprobación por parte de la Legislatura provincial aportará a una mejora de la calidad institucional y ayudará al ejercicio del periodismo.
Asociación de Periodistas de Salta
Elena Corvalán, Presidenta
Andrés Gauffin, Secretario