Cerca de 12:30, cuando De Vido se disponía a pronunciar su discurso, los camárografos intentaron ubicarse frente al atril, allí los agentes de prensa capitalinos -un total de cuatro personas- comenzaron con empujones que irritaron a los trabajadores locales.
Personal de la dirección de Prensa del municipio había recibido indicaciones del parte del protocolo de De Vido para que los camarógrafos se retiraran del sector frontal al estrado, "porque molestaban a la estética del acto".
Como el intendente ya había empezado su discurso, los empleados de Prensa de la comuna le indicaron a sus pares del ministerio, que era prudente esperar a que el intendente Breitenstein terminase su mensaje para, antes de que De Vido comenzase el suyo, "invitar a los medios a ocupar otro sitio".
Un segundo incidente se produjo minutos después de que comenzara a hablar De Vido, cuando luego de un intercambio de palabras, dos empleados del ministro comenzaron a retirar por la fuerza a otro camarógrafo local, allí el resto de los compañeros salieron en su apoyo y hasta tuvo que intervenir el actual director del Banco Provincia, Dámaso Larraburu, quien impidió que la situación pase a mayores.
Los papelones de los "agentes de prensa" de De Vido comenzaron más temprano cuando imprevistamente llamaron a los medios de prensa a una conferencia. Se anunció que los funcionarios de segunda línea del Ministro darían precisiones sobre obras en Bahía Blanca.
En medio de una gran desorganización los medios lograron hablar con el responsable de los planes federales de viviendas. El funcionario negó que haya demoras en las obras pero no supo dar precisiones sobre la entrega de las casas.
Imprevistamente los "agentes de prensa" suspendieron la conferencia, por lo bajo se escuchó decir a uno de ellos "si no suma levanta todo" y así lo hicieron. Se pararon y huyeron a la Aeroestación a esperar a su "Jefe" el señor Ministro.
Repudio a la agresión sufrida por periodistas
Los concejales de Integración Ciudadana rechazaron las agresiones sufridas por los camarógrafos de BVC y los canales 7 y 9 en manos de acompañantes del ministro de Infraestructura.
"Estos deleznables hechos de prepotencia no hacen más que ratificar que la prensa es uno de los sectores con los cuales ha elegido confrontar el gobierno nacional", indicaron.
Criticaron, además, de manera enfática, "los actos que coartan la libertad de prensa a manos de funcionarios públicos".
Tras reconocer "la labor respetuosa" que desempeñan los trabajadores de prensa, denunciaron que "actitudes como esta ponen de manifiesto el poco respeto de algunos personajes por la libertad de prensa, quienes, amparados en el poder, proceden con formas cobardes y patoteriles".
En similares términos se manifestó el Círculo de Periodistas local, manifestando "su enérgica condena" a los episodios.
"Sucesos como este revelan una incomprensible actitud de restricción a la labor periodística que parece complacer a ciertos funcionarios", expresan en nota firmada por los periodistas Norman Fernández y Ariel Biagetti.
Por último, el Sindicato de Prensa local manifestó su solidaridad con los camarógrafos agredidos.
"Es repudiable, desde todo punto de vista, que en un acto de carácter político se lesionen garantías de informar y ser informado, por personas que deberían ser las que con mayor fervor enarbolen y defiendan este derecho".
Destacan, además, la decidida intervención de Dámaso Larraburu, "quien actuó en defensa de los compañeros y llevó calma a una situación que se tornaba difícil".
Fuentes: Siete Mundo, La Nueva y La brújulanet