Hortensia Bussi, viuda del ex presidente Salvador Allende (1970-1973), murió a los 94 años, acompañada de su familia y amigos cercanos.
Su deceso, establecido a las 17.45 GMT, provocó gran pesar en el ambiente político chileno que anticipó, "tendrá eco en el mundo progresista y a nivel internacional". Bussi fue un símbolo de la lucha por los derechos humanos "y del aprendizaje de lo que significó en Chile la pérdida de la democracia y el esfuerzo que hemos hecho por recuperarla", afirmó la vocera de gobierno, Carolina Tohá, quien anunció que la presidenta Michelle Bachelet estará presente en la despedida de la ex primera dama.
"Tencha" Bussi, como es conocida por los chilenos, se despidió mientras dormía, en su histórico domicilio de calle Guardia Vieja, al oriente de Santiago.
Profesora de historia, se casó con el extinto mandatario en 1940 y tuvo tres hijas, Beatriz, Carmen Paz e Isabel.
Tras el golpe militar de 1973 debió salir al exilio en México, convirtiéndose en la figura destacada de la oposición a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Tencha" fue la única persona que asistió al funeral de Allende, un día después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, en una tumba sin nombre.
"Es un orgullo haber tenido la madre que tuvimos, que creo que ha sido de las mujeres que más contribuyó para el retorno a la democracia", afirmó, profundamente emocionada, su hija Isabel, diputada socialista.
Alejada desde hace años de la vida pública, Bussi padecía escoliosis, osteoporosis y glaucoma, y sobrevivía sin quejas a las secuelas de una tuberculosis pulmonar y vertebral que redujo progresivamente su capacidad respiratoria.
Durante sus años de exilio se convirtió en figura emblemática de la oposición a la dictadura de Pinochet y fue condecorada por diversos gobiernos del mundo debido a su férrea lucha por la democracia y los derechos humanos. En 1978 obtuvo el Premio Lenin de la Paz y el Premio Ana Betancourt en Cuba; fue ciudadana honoraria de las ciudades de Florencia, Pisa y Parma en Italia y además, fue nombrada doctora Honoris Causa de la Universidad de Bruselas.
"Nunca tuvo un rol político de primera línea: siempre fue la esposa de Salvador Allende y lo acompañó en todas sus campañas. Pero después del Golpe asumió un rol que fue muy fundamental en la recuperación de la democracia en Chile y se convirtió en un símbolo universal de la dignidad del pueblo chileno, de los derechos humanos, por los cuales trabajó incansablemente", afirmó a ANSA el senador socialista, Jaime Gazmuri. Desde la residencia de la familia Allende, Moy de Tohá -madre de la actual secretaria general de Gobierno, Carolina Tohá- confesó a ANSA que con la partida de Hortensia Bussi se ha ido "un ciclo completo de experiencias que fueron algunas muy hermosas y otras tremendamente dolorosas".
Viuda de José Tohá, ex ministro del Interior y de Defensa del gobierno de Allende, compartieron el exilio obligado en México, país al que amaban tanto como a Chile.
"Quería a México antes del Golpe en forma entrañable, y después fue corroborado con la acogida de la familia (Luis) Echeverría y todo ese pueblo cariñoso, amable y afectuoso", recordó Moy de Tohá, ex embajadora en Guatemala.
El gobierno de Echeverría envió un avión especial a Santiago para llevar a México a la familia Allende, dos días después del Golpe.
"Fue una mujer que nos enseñó a todos consecuencia, lealtad, dignidad", afirmó el ex presidente Ricardo Lagos, una de las primeras figuras políticas en llegar hasta el ex Congreso Nacional, donde son velados sus restos y hasta donde arribó también, varios integrantes del gabinete de Bachelet.
Los restos de Hortensia Bussi serán sepultados el sábado en el mausoleo familiar ubicado en el Cementerio General, lugar donde yacen los restos de su esposo, Salvador Allende Gossens y de su hija Beatriz.
Fuente: ANSA