A pocos días de las elecciones, los periodistas que se hacían chistes en la mañana de Continental se acusan de falta de independencia. En Canal 7, Barone dijo que esa radio está ligada al campo. Ayer, en su programa, Morales lo llamó “miserable”
Hasta hace unos meses, Víctor Hugo Morales y Orlando Barone compartían la mañana de Continental y se hacían chistes al aire. Hoy, se tiran dardos desde diferentes emisoras: el actual columnista de Canal 7 acusó al periodista deportivo de recibir plata del campo para hablar mal del Gobierno, a lo que el conductor de radio retrucó desde su programa, La mañana, que algunos periodistas eran pagados por el Gobierno para atacar a colegas disidentes. Y así, a pocos días de las elecciones, la polémica cruzada puso en duda la independencia de dos referentes mediáticos que, hasta ahora, eran marca de sobriedad.
La historia empezó así: el jueves pasado, el programa de análisis de medios 678, que se transmite por Canal 7 y que tiene a Barone como columnista, puso al aire un informe que se titulaba “La radio ataca: la intencionalidad de Víctor Hugo”, en el que se reproducía un compilado con declaraciones de Néstor Kirchner y Alfredo De Angeli puesto al aire en el programa de Víctor Hugo y que, según el análisis de los panelistas, estaba editado con animosidad, a favor del campo. Al finalizar, Orlando Barone comentó: “Yo trabajaba en ese programa y por algo no lo hago más”. A lo que Luciano Galende, otro de los columinstas, agregó: “Podemos decir que Continental es una radio ligada al campo”.
El lunes pasado, Víctor Hugo abrió con esta frase: “Saludo en su día a todo periodista que no esté alquilado en su conciencia ni en su alma”. Y sin hacer referencia en ningún momento al nombre de su antiguo columnista, Barone continuó: “Yo tuve un programa en Canal 7 pero con el cambio de algunos directivos no pudimos quedarnos más ahí, y ahora en ese lugar están quienes sí pueden decir lo que el Gobierno quiere que digan” –comentó en obvia alusión al programa 678–. “Son asalariados del poder de turno y mi temor que es que crean que no nos damos cuenta. No hay problema en trabajar en Canal 7, lo miserable es trabajar en un programa de opinión a favor del Gobierno pagado por el Gobierno y que opinen contra otros que no piensan como el Gobierno”, remató.
Consultado por Crítica de la Argentina, Barone dijo estar al tanto de la respuesta que Víctor Hugo había dado al aire, pero no quiso intervenir. “No voy a decir nada al respecto”, se excusó. En el informe televisivo se remarcaba que el micro de la producción de La mañana favorecía al campo, con la imitación de un tema de Los Redondos –“Vamos las bandas”– como cortina, cuya letra decía: “Y cuánto vale decir que sos lo nuevo y seguís haciendo lo de siempre” en referencia a Kirchner, y con el clásico “Zanguango” de Leo Maslíah: “Soy un imbécil, soy medio tarado, soy nulo, soy un retardado”, linkeado con el “pelotudo” con el que De Angeli se refirió al ex presidente días atrás.
Víctor Hugo hizo su descargo durante la mañana de ayer. “Lo hicieron para poder justificar algo que no les había gustado, pero era algo artístico sobre lo que yo no tuve ninguna responsabilidad; me pareció que estaba muy bien hecho y que nos permitía situar un tema en pocos minutos. Pero se tomaron de eso para decir que éramos la radio del campo”.
A modo de conclusión, insistió: “No es lo mismo una pelea entre periodistas pagados por empresas privadas que uno que habla desde la ventanilla del Gobierno para atacar a otros periodistas.
Es una vergüenza, eso es lo más bajo que se puede caer”. Luego, incluyó a la propia audiencia en la polémica: “Hay muchos llamados, no sé si ponerlos al aire porque todos están en sintonía con este programa, lo que es lógico, y muchos repiten la palabra ‘miserable’ que yo no quería decir”.
El round siguió anoche en 678, donde, en el marco del día del periodista, Barone reforzó: “Muchos de los periodistas que trabajan para empresas se dejan adular y endulzar por los dueños de esos medios que les dan espacio y columnas. Otros prefieren mantenerse en sus principios y por eso, muchas veces, se quedan sin trabajo”.
Fuente: Crítica de la Argentina