jueves, 21 de mayo de 2009

¿Qué pasa en el poder judicial santafesino?

En “Todo por Dos Pesos”, Fabio Alberti a través de un personaje desopilante, realizaba una serie de “reflexiones” frente a un pizarrón, las cuales iniciaba preguntándose: “¿Qué nos pasa a los argentinos?, ¿estamos todos locos?”. Luego comenzaba a realizar flechas y jeroglíficos en el pizarrón, el cual terminaba lleno de rayas sin sentido y ninguna respuesta.
Como ese personaje de Alberti, pero sin nada de divertido, a medida que uno lee los diarios y portales de Internet, mientras recuerda historias pasadas, se pregunta ¿qué le pasa al poder judicial?
Puesto a recordar, y sin agotar la historia, rememoro IBM c/ Banco de Santa Fe, Fibraca, y otras causas, las cuales se prescribieron ante la mirada indiferente de los jueces involucrados. Las respuestas que da la Corte al porqué de estas prescripciones las pueden consultar en la página del Colegio de Abogado (www.colabro.org.ar) en nota remitida por aquella, ante requerimientos efectuados por una asamblea del foro. Es imperdible.
Luego, me viene a la memoria el hecho de un juez, hoy suspendido con un jury de enjuiciamiento, que acusó a la Cámara Laboral y a la Corte, de trabajar con estadísticas que no se ajustan a la realidad, sin que nadie lograra o intentara rebatir tan grave imputación.
Por supuesto, no me olvido de un presidente de la Corte multado por infracción de tránsito en Uruguay, de un procurador que, en otro momento juró como juez por los estatutos del proceso; de un ex ministro de la corte que percibía una jubilación superior a la que le correspondía y así podría seguir al infinito.
Y ahora, la Dra. Gurdulich, jueza de Distrito de Rosario, denuncia la existencia, en épocas de Reutemann, de “puentes de plata”, los cuales no son otra cosa que cambiar favores en determinadas causas (en las cuales se encuentran vinculados grandes intereses) a cambio de ascensos.
La referida jueza dice que a ella, específicamente, le propuso tal trueque el anterior Procurador Dr. Jorge Boff, con conocimiento de los ministros de la Corte.
La jueza Gurdulich (ver acá y acá), quien expresa que le “avergüenza” ser parte de este Poder judicial, no obstante lo cual no piensa renunciar, porque piensa seguir “luchando”.
Más allá de los motivos que movieran a la magistrada a realizar tan graves acusaciones, las mismas tienen entidad por si mismas. En efecto, uno se pregunta, habrá existido “puente de plata” en alguna de las causas emblemáticas prescriptas o en otras que pueden prescribirse en cualquier momento, como por ejemplo la causa Storni?; serán estas a las que refiere la magistrada cuando afirma que se busca “favorecer en causas a grandes sectores del poder”.
La magnitud de la denuncia se potencia en razón de que la efectúa un miembro de la propia corporación judicial.
Luego de este episodio, cómo va a hacer el Poder judicial para clarificar esta situación, si es la propia cabeza del mismo la que es acusada de hechos ilícitos. Según la jueza denunciante, el accionar de la Corte, del Procurador Bassó y del camarista Dr. Ariza, afectan la “independencia” de los jueces inferiores, los cuales – da a entender- si no aceptan el cambio de favores son sometidos a sumarios internos sin derecho a defensa. Agrega que por esta razón ha efectuado denuncias por ante distintas instancias, tales como las Secretarías de Derechos Humanos de la Provincia y la de la Nación, respectivamente y ante la CIDH.
Ante tamaño intríngulis y para no terminar como el personaje de Fabio Alberti, lleno de signos de interrogación y sin ninguna respuesta, los otros poderes del Estado, los Colegios de Abogados y los ciudadanos en general, deberán tomar cartas en el asunto ya que la suerte del Poder Judicial no es sólo un problema de abogados sino de la sociedad toda.-

Rosario, 20 de mayo de 2009
Vildor Garavelli
Abogado
Director Vocal del Colegio de Abogados de Rosario