lunes, 4 de mayo de 2009

Orlando Barone: "Yo soy oficialista del Gobierno elegido por voluntad popular"

En el comienzo del "Café Cultura Nación", el periodista Orlando Barone analizó los medios de comunicación y la realidad nacional, anunciando que "el periodista ha quedado muy vulnerable, está en una situación muy dífícil, porque es dífícil servir a un ejército con el cual no comulga, sino que se disfraza con la ropa de ese ejército.
El periodista y escritor Orlando Barone inauguró el ciclo 2009 del "Café Cultura Nación" en la ciudad con una charla abierta al público sobre los medios de comunicación.
En diálogo con La Capital, Barone habló sobre el Gobierno y si bien negó ser un kirchnerista acérrimo reconoció que "apoyo al Gobierno". También se refirió a los conglomerados de medios de comunicación, a la vulnerabilidad de los periodistas y recomendó mantener la pasión a los jóvenes trabajadores de prensa.
El comunicador, que actualmente trabaja en Radio del Playa y en Canal 7, también incursionó en la ficción, obteniendo premios del diario La Nación y del Fondo Nacional de las Artes, entre otros. En 1974 reunió a Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato para que intercambiaran sus ideas, registrando minuciosamente los encuentros para plasmarlos en el libro "Diálogos Borges-Sabato".

Su charla fue sobre "La realidad según el medio, el interés, la cámara y la impunidad con que se mira". ¿Todos miramos con impunidad?

Y sí... a lo mejor es exagerado el adjetivo. Creo que es una etapa del periodismo muy crítica, muy tensionante, muy fuerte. Me da la impresión de que el periodismo ha transparentado sus intereses, cosa que no ocurría. Siempre tuvo intereses, cada medio tenía intereses políticos, pero después del conflicto con el campo quedaron transparentados.

¿Usted dice que pasa como en Estados Unidos, que los diarios más importantes se definen a favor de un candidato?
Diría que en Estados Unidos esa dicotomía sobre partidos políticos -que tiene muchos años, tantos como probablemente tenga el periodismo- no tiene la dimensión que tiene aquí. No se transparentan los medios a sí mismos, los transparentan los que transmiten, que es distinto. Es distinto decir somos militaristas, somos agroganaderos, somos opositores al gobierno de Cristina, a poner noticias y escamotearlas de la realidad y manipularla en ese sentido, lo tiene que descubrir el lector.

Entonces, siguiendo su pensamiento, ¿el lector tiene que hacer una lectura entrelíneas?
Confío en que el lector tiene su anticuerpo, no siempre. Creo que el periodista ha quedado muy vulnerable, está en una situación muy difícil, porque es dífícil servir a un ejército con el cual no comulga, sino que se disfraza con la ropa de ese ejército.

Un mercenario sería entonces.
Son palabras tuyas, pero acepto lo que decís. Y a veces hay una corporación mediática. Esta situación debería ser re vista por nosotros, los periodistas, los medios no se van a preocupar de nosotros. Si el periodista sigue dejándose drenar su independencia por el poder de los medios en dar empleo a aquéllos que se porten mejor, terminamos con el periodismo independiente.

Y ante esta realidad, ¿qué les recomienda a los jóvenes periodistas que recién empiezan a trabajar?
Primero, no abandonar la pasión por la profesión. Por otro lado, van a aparecer nuevas tecnologías. A partir de los ´90 cambió mucho el espectro de información, además puede haber una nueva ley de radiodifusión que tiende a cambiar el status quo. A lo mejor esto puede ser combatido, resistido desde otros ángulos, por ejemplo porque el periodista es vulnerable, porque necesita trabajar y no puede ponerse un diario. Si hubiera diversidad de medios y de opiniones, el periodista hasta podría elegir el lugar donde trabajar. Si yo fuera negro, no trabajaría en un diario que fuera racista. En una situación donde los medios, las grandes corporaciones, los grandes grupos forman una cadena con pensamiento casi monocorde respecto de algunas cosas populares, el periodista no puede elegir. La empresa va a premiar al mejor empleado. ¿A quién le va a dar la columna editorial? Al que coincide con sus intereses. Termino con el tema, y seguimos con otro, pero si la empresa tiene intereses con el agro y su publicidad mayor es el agro y hay un periodista talentosísimo y está en contra por razones ideológicas, prácticas, las que quieras, obvio que el periodista no coincide con los lineamentos editoriales. Es muy difícil hoy en Argentina, si hay candidatos a gobernador que son dueños de canales. Eso es una cosa impresionante.

Oficialista
A usted lo calificaron como un acérrimo kirchnerista.

¿Quién?

Un diario capitalino.

No soy un kirchnerista acérrimo, pero apoyo al Gobierno. Diría que el que escribió eso es un oficialista acérrimo de la oposición. Yo soy oficialista del Gobierno elegido por voluntad popular, sería horrible que yo fuera oficialista de quien no fue elegido por la voluntad popular.

¿Usted es el vocero del poder gubernamental?

No, no tengo el poder suficiente para representarlos. Diría que el periodismo que más cerca está del Gobierno está representado por periodistas muy notables que son pocos, como Horacio Verbitsky, Eduardo Blainstein de Página/12, José Pablo Feinmann, Mario Wainfeld, periodistas que escriben sobre política y tienen peso. Yo soy un periodista irónico, sardónico, banal.

¿Cuál es su pálpito para las próximas elecciones?
No tengo una palpito, son elecciones muy dífíciles y no son claras en el resultado. Si me guiara por la evaluación de la realidad deberían ser claras. De una situación de crisis como 2001, 2002, 2003, donde la gente se peleaba con las puertas de los bancos; los cajeros en vez de drenar dinero daban aire; la desocupación era inmensa; los jubilados estaban en el piso más bajo; había cuasi monedas, de pronto un país que surge de esas brasas, de esas cenizas, con un millón ochocientos mil jubilados más. Todo eso cambió, se creó una zona de política que no había. Antes la gente se la pasaba hablando del riesgo país, el FMI nos boicoteaba, de pronto se conecta con los países del mundo, la política vuelva a ser importante. No hay muertos en las manifestaciones populares, ése es mi cuadro. ¿Es el gobierno ideal? No, a mí me gustaría un gobierno maravilloso que no sé dónde está. Entonces, si yo pensara en eso y fuera un analista político, diría: 'Ah, bueno, si pasó eso van a volver a votar a este gobierno'

¿Y cree que va a pasar eso?
No, porque gran parte de la sociedad argentina tiene la memoria de una mosca, citando al gran filósofo Adolfo Castelo. La mosca viene y la espantás, pero en la mitad del vuelo se olvidó y vuelve otra vez. Esa es la memoria de la mosca.

Cambios
Usted dictaba un curso sobre cómo leer los diarios, ¿cómo se leen?

Uno lee las noticias deseadas, lee y escucha a los periodistas que le gustan, somos hinchas de alguien, confiamos, es un acto de fe. Se establece una relación de aspecto intelectual y cada uno tiene su público. Lo ideal sería visualizar cómo trataron la misma noticia todos los diarios.

Usted trabaja en Canal 7, en el programa 6, 7, 8 y en Radio del Plata, ¿cómo fue el cambio de radio?
Estoy con Liliana López Foresi y Carlos Polimeni. Extraño a algunos compañeros, extraño la radio Continental de los comienzos, pero yo soy un a-patriada del trabajo, trato de llevarme conmigo siempre. Eso lo aprendí con el tiempo. De la radio me fui sin desangrarme. Renuncié a La Nación también, después de 10 años.

¿Por qué?
Quiero trabajar en lugares donde no me sienta solo, que los de alrededor no piensen tan distinto. Me sentía como el patito feo en un lugar de pavos reales. Es como estar en un lugar de otra religión -no voy a decir ninguna así después el Inadi no me acusa de discriminar- y no dicen nada, me dejan trabajar, porque sos funcional aún no queriendo serlo. Perdés algo, porque el patito feo se destaca entre los pavos reales, pero decidí perder eso para ganar esta serenidad y tranquilidad.

Fuente: Diario La Capital