viernes, 8 de mayo de 2009

Kirchner logró el apoyo de Maradona a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

El DT de la Selección nacional se expresó a favor de la televisación gratuita de los partidos de Primera División. “Me hace muy feliz que todos los argentinos puedan disfrutar del fútbol”, dice. Un cambio de frente, de Menem al pingüinismo.
Por: Nicolás Wiñazki
En medio de la campaña electoral, y en un contexto de disputa con el Grupo Clarín, el Gobierno acaba de conseguir un apoyo crucial para su proyecto de Ley de Radiodifusión. Diego Maradona, el técnico de la Selección nacional, les escribió esta semana una carta a los Kirchner donde celebra esa iniciativa parlamentaria, remarcando uno de sus puntos clave, como es el que busca instrumentar que los partidos de fútbol más relevantes sean transmitidos de manera gratuita por la tevé abierta: “Me hace muy feliz que todos los argentinos por igual, desde cualquier rincón del país, puedan ver y disfrutar del fútbol, que tantas alegrías nos brinda”, escribió Maradona. El texto, al que tuvo acceso en exclusiva Crítica de la Argentina, estaba disponible desde esta madrugada en la web oficial www.hablemostodos.gov. ar.
La carta de Maradona está dirigida a la Secretaría de Medios, de Enrique Albistur, “y por su intermedio a las autoridades del Gobierno Nacional”.
Llegó a la Casa Rosada el martes por la noche, y de inmediato Albistur se la mostró a la presidenta Cristina, que se alegró con la noticia. No es para menos. El escrito de Maradona es absolutamente funcional a los intereses de la Casa Rosada. El ex jugador liberó su pluma para respaldar la polémica modificación de la Ley de Radiodifusión que busca, entre muchas otras cosas, terminar con los derechos de televisación del fútbol, un negocio de alrededor de 9.300 millones de pesos anuales, controlado por Clarín y Torneos y Competencias (TyC).
Escribió el conmovido Maradona: “Esta iniciativa, que permite que todos los argentinos por igual vean los grandes eventos deportivos en forma gratuita, no hace más que pluralizar el deporte, sus ejemplos y sus enseñanzas”. Como es obvio, este “incunable” será usado de ahora en más por el kirchnerismo para publicitar las supuestas buenas intenciones de la nueva Ley de Radiodifusión. La carta de Maradona, sin embargo, no hace referencia a ningún otro ítem del proyecto legislativo, más allá del que propone la gratuidad de los clásicos por tevé.
Para el Gobierno, el proyecto de Ley de Radiodifusión tiene un objetivo global que es lograr la democratización del mercado multimediático, mientras que para buena parte de las compañías periodísticas, y para un sector de la oposición, sólo se trata de un intento para aumentar el control estatal sobre los medios.
Con su misiva, Maradona no sólo se juega a favor de la Casa Rosada en medio de la campaña, sino que choca con el presidente de la AFA, Julio Grondona, un hombre esencial en el entramado del negocio de la televisación del fútbol. Este diario informó ayer que la AFA había “sugerido” a Maradona que bajara su perfil en la prensa. Crítica de la Argentina intentó ayer comunicarse con el ex jugador a través de su jefe de prensa, Fernando Molina, pero éste no respondió los llamados.

Maradona es K: Maradona y los Kirchner mantienen una relación cordial desde hace años. El técnico de la Selección cultiva el diálogo con el oficialismo a través de uno de los dirigentes del peronismo bonaerense, el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, un ex menemista, ex duhaldista, que continúa con su coherencia y ahora hace campaña a favor de los K. Maradona vive en Ezeiza y recibe un trato especial de su jefe comunal Granados, que incluso lo afilió al PJ y lo hizo socio del club Tristán Suárez, comandado por su hijo Gastón, alias “Gato”.
Esta vez fue la Secretaría de Medios la que hizo lobby en el entorno maradoniano para que el ex jugador materialice en una carta su apoyo a los Kirchner, contaron fuentes del Gobierno.
Este año, Maradona fue más K que nunca. Primero encabezó un acto con Cristina en Ezeiza, donde ambos inauguraron un shopping. Y después se mostró en Villa Fiorito junto a la primera dama bonaerense, Karina Rabolini. Ahora se destapó como escriba político y envió la carta de apoyo a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Con este respaldo de indudable impacto, los Kirchner evalúan ahora una acción de riesgo, según contaron fuentes oficiales: quieren enviar el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al Congreso antes de las elecciones.
La semana próxima, el Gobierno terminará el recorrido de foros por todo el país donde se discute el proyecto de ley. Según lo estipulado, una vez terminada esa etapa, se tomarán una semana más para agregar algún cambio que haya surgido de esa campaña por las provincias. En quince días, entonces, el proyecto podría entrar en Diputados. Pasadas las elecciones, evalúan en la Casa Rosada, el oficialismo podría perder las mayorías parlamentarias necesarias para lograr su aprobación.

Un proyecto autoritario

El borrador de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en alguno de sus puntos se manifiesta más autoritario que la ley de la dictadura. Silvana Giudici.
Por: Silvana Giudici*
No cabe duda de que el conflicto que sostiene el Gobierno con la prensa se expresa en toda su magnitud en la redacción del anteproyecto, ya que el nuevo régimen de multiplicidad de licencias planteado es arbitrario y parece diseñado como un traje a medida para los nuevos actores, que en la Argentina están adquiriendo medios de comunicación por su cercanía al Gobierno y el beneficio de pautas publicitarias abultadas.
La iniciativa publicitada profusamente con recursos públicos no respeta los 21 puntos que sustentan su concepción, por ejemplo el punto tercero, que contempla la regulación de la publicidad oficial.
El borrador presentado como la “ley de la democracia” es tan evidente en su intención de controlar medios que en alguno de sus puntos se manifiesta más autoritario que la ley de la dictadura.
A través de los artículos 38 y 40, que sostienen la revisión de las licencias cada dos años y la declaración de transitoriedad del nuevo régimen, más la rigidez del 143, que establece un año para desprenderse de las licencias que no se adecuen al nuevo esquema, se verifica que el objetivo de este anteproyecto es apropiarse de la matriz de medios privados en la Argentina en un proceso cuasi confiscatorio.
Para la oposición, que no utiliza fondos públicos para la publicidad de sus ideas, es muy difícil difundir los aspectos centrales de sus proyectos de reforma de Ley de Radiodifusión que esperan tratamiento parlamentario desde hace tres años.
Una verdadera política de medios debe incluir acciones positivas para el acceso a la información pública, la protección de la labor periodística y la regulación de publicidad oficial. La libertad de expresión y la existencia armónica de prensa independiente, medios públicos y gobierno define una sociedad democrática. Alterar esa ecuación sería una regresión peligrosa.

* Presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de Diputados.

Fuente:
Crítica de la Argentina