La alternativa legal se analiza desde hace un año y medio. Otro hito de la pelea con Clarín, aunque en el multimedio no creen que la posición del Gobierno prospere. El precio del abono sería fijado por el secretario de comercio, Guillermo Moreno
Por: Lucio Di Matteo
La intervención estatal, como la guerra Kirchner-Clarín, parecen no tener fin. El Gobierno analiza declarar a la TV por cable un servicio público, lo que le permitiría fijar precios y modalidades de distribución. Y lo más probable es que esta responsabilidad recaiga en el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Así, se mellaría una caja que representa más de la mitad de los ingresos del grupo multimedia más importante del país. Durante 2007, de las ventas totales de Clarín, según sus propias cifras -casi $ 4.384 millones-, Televisión por Cable y acceso a Internet representaron casi 60%, con $ 2.613 millones.
Fuentes ligadas a la industria de la TV por cable juzgaron duramente a la iniciativa oficial. “Si surge algo como eso, todo el sector estará unido. Clarín puede discutir con Vila y Manzano (Supercanal, segundo operador por cantidad de abonados) o (Alberto) Pierri (Telecentro, el tercero) por temas puntuales; pero ante algo así harán frente común”, comentó un ejecutivo de los cableoperadores. “Además no es servicio público en ningún lugar del mundo”, agregó. “Tampoco le sirve a los cables chicos, que en algunos casos invirtieron mucho”, apuntó otro directivo.
Para el Gobierno, sin embargo, los antecedentes mundiales no cuentan. “En términos legales, esta alternativa se analiza desde hace un año y medio, pero se aceleró en los últimos tiempos por el contexto político”, confesó un operador del kirchnerismo a El Cronista.
Los borradores de este intento regulador pasaron por las oficinas del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Planificación, Julio de Vido; y también algunos juristas de renombre ligados discretamente el oficialismo. La iniciativa figura dentro del proyecto para una nueva Ley de Radiodifusión, pero algunos funcionarios creen que también podría consagrarse con un decreto o decreto-ley. “Según distintos estudios, el 60% de la población no accede al cable por sus costos. Si regulamos estableciendo la obligatoriedad del servicio, la población nos apoyará”, especuló un kirchnerista de la línea dura. También admite que “buscamos bajarle el precio a las acciones de Clarín”.
En el grupo multimedia, a esta pretensión no se le asigna importancia. “El 70% está en manos de nuestros socios mayoritarios. Del 20% que cotiza en Bolsa (Buenos Aires y Londres), recompramos casi el 7%. Estamos blindados a cualquier iniciativa hostil contra nuestras acciones”, señalaron desde las oficinas de la calle Piedras.
También se quejan porque “algunos creen que dándole el Triple Play a Telefónica, que factura 66 veces más que nosotros a nivel global, le hacen bien al país”. En Clarín están preparados para discutir, artículo por artículo, cualquier iniciativa que habilite el Triple Play a las operadoras de telefonía, sean éstas de capital internacional (Telefónica) o a punto de quedar en manos de empresarios cercanos al oficialismo (Telecom).
En círculos oficiales, se comentó que podría fijárseles a las telefónicas el carácter de carrier (transportista) de contenidos, fijando un retorno por la inversión necesaria para montar la red que se necesita. Esta atribución no incluiría la capacidad de producir contenidos, que sería abierta a una multiplicidad de actores. Si esta alquimia resulta una ley, entonces habrá Triple Play en cuanto a los medios tecnológicos que pasarían por la misma red (telefonía, cable e Internet); pero dejando el contenido en otras manos.
Parece toda una ingeniería destinada a mellar el negocio de Clarín. Además, despierta incógnitas sobre qué deberá hacer Telefónica con Telefé, un canal de televisión abierta que muchos sindican como la prenda de cambio entre Kirchner y los españoles.
Fuente: Diario El Cronista
La ofensiva K apunta también contra la fusión y el fútbol
La semana pasada, como también anticipó este diario, trascendió la intención de deshacer la fusión entre Cablevisión y Multicanal, aprobada por la gestión de Néstor Kirchner pocos días antes de su final de mandato.
Los dos cableoperadores de Clarín poseen más de tres millones de abonados sobre un mercado que supera los seis millones. El abono básico ronda los $ 120, equivalente a menos de u$s 33. Más de lo que se paga en Inglaterra (u$s 30,30), similar a los u$s 36,35 de Brasil, pero mucho menos que en España o Italia (más de u$s 40), según cifras que manejan en el Grupo Clarín.
El casi 50% de participación que tienen sus cables en el mercado argentino, y que fue aprobado por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, es un grado de concentración habitual en otros países. Según cifras de la consultora Signals Telecom Consulting, el principal operador tiene 50% en Venezuela (Hicks) y algo menos –pero arriba del 45%– en México (Televisa), Colombia (Telmex) y Brasil (Globo).
A pesar de ellos, los kirchneristas apuestan a la receta “tele y fútbol gratis”, regulando también la televisación del fútbol, un negocio en el cual Clarín posee el 50% de los derechos.
Fuente: Diario El Cronista