domingo, 22 de febrero de 2009

Radio Nacional levanta Horizonte Sur II

Hoy Jorge Eduardo Rulli realizó su penúltimo programa en Radio Nacional. Junto a Quique Pesoa reflexionaron acerca de lo que significa trabajar en una radio pública, con un discurso que va contra la corriente de lo que se escucha en muchos medios, y la responsabilidad que le cabe a quienes dirigen transitoriamente estos medios. Esta es la charla de hoy en el Desconcierto:

Horizonte Sur arrancó hoy con este editorial en la voz de Rulli:
…Molestamos a muchos, bien sabemos que molestamos a muchos, tal vez más de los que imaginamos. Por eso seguramente nos están yendo de radio Nacional. No importa, podemos perder el micrófono pero no dejaremos de pensar y de hablar intentando que, en nuestro país, se recupere el sentido común que, según parece, es el menos común de los sentidos. Nos han comunicado que el primero de marzo será la última vez que estaremos juntos a través de las ondas de la radio pública, y porque somos tenaces y persistimos en enseñar lo que aprendimos en aquellos años antes que el mundo que conociéramos se derrumbara, queremos insistir en que una Radio del Estado es por sobre todo una radio pública, o sea que es una radio de todos, de todos nosotros y en particular de sus oyentes. Y que cada uno de ustedes también tiene derecho a opinar sobre la programación de la radio, y de lo que quieren o no quieren escuchar.
…En el año 77 fui encarcelado en la provincia de Salta, más precisamente en Cerrillos donde vivía con mi familia. Me torturaron largamente con golpes y electricidad para saber quién era y qué hacia por esa zona paradisíaca que ellos como un Hierónimus Bosch endemoniado convertían en el más atroz de los purgatorios. Era el reinado del tercer cuerpo de Ejército con base en Córdoba. Su general era el chacal Menéndez que, gracias a Dios, ya supo lo que es un juicio por crímenes de lesa humanidad. Pasé cinco años en las cárceles de la dictadura y cada día fue una pesadilla interminable en que no había descanso ni reparo alguno para preservarse de un régimen absolutamente cruel. Pero sobreviví. Me recuperé, y a los setenta años estoy peleando una pelea que entiendo merece respeto. Necesito saber quién me está echando de la Radio nacional. Necesito que los mecanismos de la democracia y las instituciones de Derechos Humanos, me informen acerca de la conducta en aquellos años de la persona que ahora nos priva del micrófono y del espacio para exponer sobre las Biotecnologías, esas nuevas contrainsurgencias que son las guerras sucias del presente. Quiero saberlo, necesito saberlo. Es una pesadilla espantosa tener una vez más enfrente a los que sirvieron desde los medios al tercer cuerpo de Ejército de Córdoba. Colegas periodistas han realizado acusaciones graves al respecto, extremadamente graves como para que alguien pretenda continuar siendo un funcionario publico en la Argentina de la democracia, sin responder ni defenderse, manteniendo un denso y repugnante silencio. He recibido fotos y documentos que me dejaron sin palabras y que me han empujado en los posos insondables de la memoria y de la represión de aquellos años. Tengo derecho a saber quién es el que me echa de Radio Nacional, lo tiene también cada uno de los oyentes que nos sigue domingo a domingo. Cuando el prolongado silencio podría ser tomado como aprobación, el tema resulta de interés nacional, excede en mucho al Sistema Nacional de medios de la democracia y nos obliga como ciudadanos a tomar posición.
A renglón seguido publica un editorial de Gabriel Levinas, ex director de “El Porteño” que se pregunta ¿Quién es Enrique Vázquez?
“Existen puestos políticos y puestos institucionales autárquicos del poder político. La autarquía está basada en la necesidad de independizar la gestión de algunos organismos del Estado del gobierno de turno. Universidades, entes de control al gobierno, museos, o medios de difusión estatales, debieran ser dirigidos por gente elegida mediante un concurso de antecedentes y no cambiarse arbitrariamente con cada nueva administración. Pero en nuestro país son los amigos o los receptores de la devolución de favores políticos los encargados de dirigir estos organismos y lamentablemente en la mayoría de los casos no sólo no tienen los méritos para estar allí sino que naturalmente desconocen el sentido de la autonomía o la autarquía. La BBC, en el Reino Unido, a modo de ejemplo, tiene mecanismos propios para regirse y uno puede escuchar fuertes críticas al gobierno de turno desde sus columnas. Hace poco hubo un intento durante la invasión a Irak de presionar a la BBC por sus fuertes críticas a la política gubernamental, y la comunidad británica defendió esa libertad fuertemente. Aquí es impensable que desde el canal oficial o desde Radio Nacional alguno se atreva a criticar al gobierno y salvo algunas excepciones, la programación y los periodistas deben difundir sólo aquellas cosas que estén en sintonía con la política oficial. Recientemente, en Radio Nacional, hubieron cambios que sorprenden ya que la designación del subdirector no responde a ninguna de las opciones mencionadas, ni ganó por concurso ni comulga (quiero creer) con la ideología del gobierno. En realidad Enrique Vázquez el nuevo subdirector a cargo de la programación de Radio Nacional, pudo haber sido designado por un gobierno militar pero no por un gobierno que intenta juzgar los crímenes cometidos durante la dictadura. Mientras la presidente de la nación aparece en una foto con Fidel Castro y con Hugo Chávez, Enrique Vázquez decide autoritariamente la programación de la radio más importante de la argentina. Nuestra radio, la que llega hasta el último rincón de nuestro país. Vázquez, el mismo que el 25 de abril de 1980: después de haber sido echado de Cuba, a su regreso, desde editorial Atlántida narrando el hecho decía: “Pero estoy seguro de que si de algo me sirvió la experiencia, es para reconocer cuándo, cómo y dónde puedo ser libre. Y disfrutar la libertad”.En plena dictadura mientras miles se ahogaban en las torturas, eran arrojados al mar o fusilados, mientras toda la sociedad estaba amenazada o maniatada, Enrique Vázquez respiraba libertad, ¿cómo hacía? Seguramente gozaba de la misma libertad que gozaban su amigo Nicolás Kasansew o Gómez Fuentes. Tal vez, yendo un poco más atrás, podamos encontrar la explicación. Ya en 1978, Vázquez, como secretario de redacción de la revista Somos -que por aquel entonces era el órgano oficial del Ejército Argentino- mostraba en la tapa, bajo el título “Un país que cambió”, al dictador Videla gritando eufórico los triunfos del mundial de fútbol. En 1979 en ocasión de la visita de la comisión interamericana de derechos humanos, en medio de una campaña desde la editorial que editaba Somos Vázquez en el número 157 del 21 de septiembre reporteando a uno de los integrantes de la delegación, William Roger le hizo entre otras estas tres preguntas:
¿Qué vienen a investigar a la Argentina?
¿Usted está al tanto de la campaña antiargentina en el exterior?
¿La Comisión que representa dirá que aquí se vive normalmente?
Antes aun en 1978 nuevamente hace un reportaje al General Pinochet, insólito para empezar , ya que como el propio Vázquez comenta en la nota, Pinochet no daba por ese entonces reportajes a nadie, pero el amigo Enrique, movió sus contactos y Pinochet lo recibió con una sonrisa y esta la foto que adjunto donde ambos estrechan sus manos
Demás esta decir que Vázquez no uso para Pinochet el mismo tono que para Rogers y el dictador termina pareciéndose a Ghandi.
Vázquez hizo notas firmadas y no firmadas en Somos entre las mas notables figuran varias donde alaba a los gobiernos dictatoriales de el salvador y Guatemala, habla en contra del Sandinismo y se enoja con la republica del Brasil por que reconoce a la OLP como legítimos representantes del pueblo palestino, para Vázquez asesinos terroristas.
Acerca de El Salvador, el 18 de enero de 1980 en Somos, donde alude al obispo Romero dice Vázquez: Desde su púlpito desde la catedral tomada , el Arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, exhorto el domingo pasado a cumplir las promesas hechas cuando se tomó el poder, Y a nuestra oligarquía,-dijo monseñor Romero- le aconsejo quitarse los anillos a tiempo, para que después no les corten las manos. Como si la única opción ante el terrorismo fuera ceder siempre ante sus pretensiones Tiempo después, el obispo era asesinado en ese mismo púlpito por fuerzas militares gubernamentales.
De Colombia decía Vázquez en otra nota del numero 181 de marzo de 1980: Los cuadros del m19 suelen incorporar en calidad de instructores a veteranos de la guerrilla urbana de argentina y Uruguay: concretamente montoneros y tupamaros que figuran en las listas de desaparecidos en su país de origen
Quiero aclarar que pienso que una cosa es trabajar en un medio con el que no necesariamente uno comulga ideológicamente y otra muy distinta es ser parte de los que marcan la línea del mismo, eso no se hace por obligación sino por convicción. Obviamente Enrique no estaba escribiendo notas para ganarse un sueldo, como Secretario de Redacción formaba parte del diseño político de la revista emblemática de la dictadura. También fue colaborador, en todos los sentidos de la palabra, de la revista del asesino Massera, Cambio, que como todos sabíamos se editaba utilizando a algunos de los detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada a quienes se les pagaba con un sencillo canje: o colaboraban o los mataban.Vázquez, en cambio, cobraba por cada nota en efectivo ya que como él mismo decía por aquel entonces respiraba aires de libertad. En septiembre de1982 desde la revista Humor defendió al general Flouret, quien fue uno de los que encabezaron la represión en la provincia de Tucumán y lo llamó uno de los pocos militares democráticos con que contaba el Ejército Argentino. Realmente no sé cómo hacía Vázquez para distinguir entre unos y otros. Tiempo después, desde la revista Humor pareció revindicarse al publicar notas acusando a distintos militares y represores, si uno observa con atención notará que la información del periodista era mucho más detallada y precisa de lo que cualquier organismo de derechos humanos poseía en aquel entonces, era obviamente información interna. Algunos militares fueron acusados y otros, entre quienes seguramente estaban los que suministraban la información, salieron silbando bajito por la puerta de atrás. La posible explicación es que Vázquez con o sin su conocimiento ayudo al plan de los militares para prepararse para la democracia
Ellos sabían que la sociedad quería justicia y que los responsables de tantas muertes fueran identificados y presos
Rápidamente los mas lucidos diseñaron un plan, este consistió en ir entregando a la prensa información sobre las bandas armadas que antes colaboraron con ellos pero que no pertenecían directamente a sus fuerzas, en general civiles o policías pertenecientes a la Triple a , o la famosa banda de Aníbal Gordon.
Esto no alcanzó y tuvieron luego que entregar a algunos de los propios
En este proceso de denuncias manejadas por los servicios de inteligencia del régimen en retirada, Vázquez ganó un gran prestigio y se relacionó con madres de desaparecidos e inclusive llegó a pertenecer a organismos de derechos humanos
Es decir recomendado por Bernardo Neustadt en 1977 para que Vigil lo tome para la revista diseñada para lavar la cara del régimen y hacer su apología (Somos) termina luego de un largo periplo, inexplicablemente aclamado como luchador por los derechos humanos.
Una vez devenido en radical alfonsinista, apenas comenzada la democracia desde la editorial Perfil, atacó a quienes hacíamos la revista El Porteño de ultra izquierdistas, marginales y desquiciados. Por aquel entonces, la incertidumbre, (antes de los sucesos de semana santa) era enorme y se temía otro golpe militar, sin embargo Vázquez, con un lenguaje propio del discurso de la dictadura nos mandó en cana. ¿Qué hubiese pasado con nosotros -ultra izquierdistas según Vázquez- con otro golpe? Vázquez simplemente, porque disentíamos con la política cultural radical, nos botoneó. Decíamos en ese momento desde El Porteño en el editorial: “No es posible radiar de la política argentina a los militares, usando su mismo discurso. Es más, es difícil no estar a su servicio empleando su mismo lenguaje”.
Hace tiempo, en ocasión de publicarse el libro escrito por Claudio Díaz, “la prensa Canalla” el editor, el después prófugo de la justicia Varela Cid, por sugerencia de su abogado, Alberto Fernández y a pedido de Vázquez, suprimió a ultimo momento toda la información que lo involucraba con somos y hablaba de su pasado
Ahora es quien maneja radio nacional
Lo primero que hizo el nuevo subdirector en funciones de nuestra Radio fue levantar toda la programación y en marzo dará a conocer la nueva, él solito. Y para afianzar su sentido de la ética y la imparcialidad de sus decisiones se puso a sí mismo en el mejor horario de la mañana en esa radio a conducir un programa. Su manera de actuar no parece haber cambiado mucho. No conozco las razones por las que el gobierno cubano le negó la entrada a Enrique Vázquez, supongo que jamás lo sabremos, pero están disponibles los comentarios que el periodista realizó después del suceso y que marcan un fuerte tono ideológico en comunidad con el pensamiento militar de la época. De todos modos, quien puso a Vázquez a dirigir hoy Radio Nacional debiera preguntarse ¿quienes eran los únicos que podían disfrutar de la libertad durante la dictadura?