La situación de tensión interna vivida con motivo de la huelga convocada a finales de diciembre por los trabajadores del diario El País se recrudece. Este miércoles se conocía que uno de los seis trabajadores expedientados por la dirección ha sido despedido por su supuesta “actuación violenta” y por amenazar “con un dispositivo electrónico” a los operarios que elaboraban el periódico durante la madrugada del paro, según la versión de la empresa. Esta decisión ha desencadenado la indignación del Comité Intercentros que en un comunicado acusa a la empresa de poner en práctica “la justicia de Juan Palomo”, mientras convoca una asamblea para el próximo día 20 en la que se estudiarán nuevos paros y movilizaciones.
La guerra de ‘comunicados’ entre la empresa y el comité que representa a los trabajadores del diario El País, ha sido constante a lo largo de esta semana. Cada parte, lógicamente, da su particular versión de los hechos. La dirección argumenta que los seis expedientes disciplinarios abiertos tras la huelga se deben a “los hechos violentos producidos en la madrugada del 28 de diciembre en los locales de Gelesa, empresa distribuidora del periódico”. Uno de ellos se ha archivado, cuatro no se han resuelto aún y el otro – un trabajador de la edición de cierre de talleres- ha finalizado en “despido disciplinario”.
Según la versión de la empresa, el despedido “intervino de forma violenta” en uno de los piquetes de huelga “portando un dispositivo electrónico de defensa personal que emite descargas eléctricas de alto voltaje, exhibiéndolo y haciéndolo crepitar” ante el personal de la citada empresa donde se realizó la tirada del periódico, “que tuvo que retirarse atemorizado", al tiempo que profería voces diciendo “aquí nadie va a jugar con el pan de mi hijo”.
“Tras la llegada de la policía, se desprendió del dispositivo electrónico que portaba, el cual fue localizado por personal de Gelesa y entregado a la policía”, añade el comunicado empresarial, que acusa también a otro grupo de trabajadores de coger numerosos paquetes de la nave con ejemplares del diario y trasladarlos hasta un descampado para prenderles fuego.
La dirección de la empresa asegura que “respeta el derecho constitucional de huelga”, pero avisa de que “no va a admitir bajo ninguna circunstancia hechos violentos como los descritos”.
La versión del Comité de Empresa
La respuesta del Comité Intercentros no se hizo esperar y en otro comunicado titulado “Mentiras, provocaciones e incompetencia”, niegan esta versión y califican el despido del trabajador del diario como una decisión de suma “gravedad” y la consideran como “una respuesta prepotente y arbitraria” ante el “elevadísimo seguimiento de la huelga por parte de la plantilla”.
El Comité ha convocado asambleas generales en todos los centros del diario El País para el próximo día 20 de enero en la que se debatirá y votará si se convocan nuevas jornadas de huelga, en sábado y domingo, desde el 24 de enero hasta el 1 de marzo.
Además, acusan a la empresa de “vulnerar de forma descarada y múltiple el derecho constitucional a la huelga” y al Consejero Delegado, Juan Luis Cebrián, de “presionar” a los trabajadores con frases como “los cargos de confianza me duran veinte minutos” o “la Redacción se ha pegado un tiro en el estómago”… así como de adoptar una actitud “totalitarista” llamando a los domicilios particulares de los redactores para ver si iban a o no a secundar la protesta.
A juicio del Comité, la decisión de expulsar a este trabajador y abrir expedientes a otros cinco “se ha adoptado sin que haya ningún tipo de garantías jurídicas: la Empresa se ha erigido en juez y parte, sin necesidad de demostrar nada. Es la justicia de Juan Palomo”. “Si la política de segregaciones y la apertura de los expedientes suponía el fin del marco de relaciones laborales que tan buenos resultados nos ha dado a todos, este despido nos lleva a considerar que la Empresa ha decidido pasar a engrosar las filas del empresariado más rampante de este país”, añaden.
Fuente: Diario Crítico