Cien años después de la primera ley de divorcio en Uruguay, revolucionaria para su época en América Latina, el Senado sancionó ayer la despenalización del aborto, la más liberal de su tipo en el continente.
Como entonces, hubo un fuerte enfrentamiento de los divorcistas con la Iglesia Católica. Pero el aborto va camino a tener corta vida: el anunciado veto del presidente Tabaré Vázquez es la última esperanza para los sectores que se oponen a la interrupción del embarazo por la sola voluntad de la mujer.
La ley se aprobó por 17 votos (todos del Frente Amplio) contra 13 (11 del Partido Nacional y dos colorados, faltó el forista Julio María Sanguinetti partidario del aborto), con las barras en silencio y nadie manifestando afuera.
De mantenerse vigente la ley, Uruguay pasaría a ser el país de América Latina con la legislación más amplia en materia de aborto. Se estima que en Uruguay se practican unos 33.000 abortos clandestinos por año. En la mayoría del continente el aborto está permitido sólo en caso de violación o cuando existe riesgo de muerte para la madre, o por razones terapéuticas. En Argentina se está discutiendo un proyecto que amplía los casos en que se puede practicar la interrupción del embarazo.
Lilian Abracinskas
La directora de Mujer y Salud en Uruguay ve pocas posibilidades de que la posición del presidente Tabaré Vázquez para vetar la ley tenga eco en sus ministros. Recordó que varios ya manifestaron su "posición favorable" a la despenalización del aborto.
Por: Diego Ferreira
-¿Qué evaluación hace tras la aprobación de la ley?
-En realidad nosotros venimos festejando desde el 5 (de noviembre) porque en lo que corresponde al contenido de la ley, la aprobación fue el miércoles 5 (en Diputados). Para nosotros sí se necesitaba el trámite de hoy porque pone la fecha de los diez días para la promulgación. Y acá entramos a jugar en la cancha de lograr que la ley sea promulgada y no vetada. Queremos dejar en claro que estamos pasando por un momento histórico, en el sentido de que después de 60 años, por primera vez el Poder Legislativo en la misma legislatura aprueba en ambas cámaras un proyecto de salud sexual y reproductiva integral que contiene soluciones para el aborto clandestino.
-¿Más allá del aborto, es una ley satisfactoria en el tratamiento de la salud sexual?
- Para nosotros es un proyecto integral que aborda la problemática del aborto desde su justo término. La práctica clandestina del aborto es la punta de un gran iceberg que indica la falta de condiciones existentes en el Estado para que las personas puedan tomar decisiones libres y responsables. Por eso es importante un proyecto integral que obligue al Estado a tener políticas de educación sexual, que lo obligue a dar servicios de anticoncepción accesibles en todo el país para todas las personas, que promueva maternidades y paternidades responsables, y que además atienda lo que es el nudo del proyecto que es cómo resolver la práctica clandestina del aborto.
-El presidente dijo que vetaría la ley cuando sólo era un proyecto. ¿Qué reacción esperan de Vázquez ahora?
-Convengamos que su prédica no tuvo resultado. Sería fantástico que Vázquez pudiera entender que el trámite más democrático es que haya ley, que sea promulgada por el Ejecutivo y que si la ciudadanía considera que debe ser refrendada por consulta ciudadana que se habilite el mecanismo de la democracia directa. En ese sentido, quienes están en contra de la ley o consideran que sería para tranquilidad de todo el mundo, ponerla a referéndum, transiten el mecanismo establecido constitucionalmente que es juntar las firmas y habilitar un referéndum revocatorio. Ése nos parece que es el tránsito más democrático; el otro es difícil de explicar. Después de todo este amplio debate donde la gran mayoría de la población lo ha seguido muy atentamente, se ha acordado un consenso mayoritario a favor. No parece un fundamento muy razonable que porque el presidente comprometió su palabra o está en juego su conciencia se revierta esa decisión que es de las más democráticas.
-¿Qué opción hay para que la ley no se promulgue?
-Hay una posibilidad y es en el gabinete ministerial, donde una gran mayoría de los que están sentados en el gabinete, cuando fueron legisladores votaron a favor de la ley o participan en partidos que por congreso tienen posición favorable a la despenalización del aborto o han manifestado públicamente que están de acuerdo con la ley. Creo que el gabinete ministerial puede dar curso a la solicitud de decreto del presidente pero mayoritariamente seguir una lógica de habilitar el camino más democrático.
-¿Cuál es el próximo paso?
-Estamos tratando de que efectivamente no haya curso al veto, y que haya promulgación del Ejecutivo. De no ser así, volveremos a trabajar en el Parlamento para conseguir los votos para levantar el veto por Asamblea General. Y si se pierde, seguiremos reivindicando por la demanda ciudadana, que será un tema que impulsará el movimiento social en la agenda político-electoral.
Fuente: Diario El País