domingo, 12 de octubre de 2008

"Mi último programa lo quiero hacer desde el cortejo fúnebre"

Hace radio, conduce un programa en Canal 7, colabora con Greenpeace. El locutor, sin embargo, niega ser un referente de la gente.
Por Gastón Rodríguez, gastonr@revista7dias.com

“El tema de la soja y la deforestación se tocan en un punto porque están arrasando las pocas selvas que quedan en el norte para plantarla, porque preparar los campos es más fácil y, esencialmente, porque es la que está dando el rendimiento máximo. Pero también se sabe que el monocultivo económicamente no está bueno. La cultura de la soja y la selva son todo un tema, es no voltear lo poco que nos queda de territorio virgen.”

A Lalo Mir lo que menos le sale es presumir.
El hombre es capaz de dar una cátedra “eco-friendly” al paso, mientras desde el estudio contiguo lo solicitan a gritos para grabar un spot publicitario. Eso cuando no hace radio todos los días, ni intenta con la televisión una vez por semana y menos cuando milita de colaborador freelance de Greenpeace. “El tema me pegó. El planeta, el futuro y el desparpajo con el que se tira todo abajo me llaman como un imán”, reconoce este locutor nacido en San Pedro, y desde hace más de 30 años, ciudadano del éter por adopción.

–¿Se siente un referente?
–Me lo hacen notar aunque tenga una tendencia a no sentirlo. Pero después de tanto tiempo es como que me la tengo que “bancar” y entender que es así. Que uno sin querer se convierte en referente para mucha gente.

–¿Lograr ese reconocimiento le hace más fácil la negociación de los contratos?
–Nadie te hace fácil ningún contrato. Es una falacia pensar que tu trayectoria influye en algo. Los contratos son difíciles y por eso no los negocio yo.

–Pero el status de figura lo alcanzó.
–El status de figura es medio raro y contradictorio pero trato de que no se note. Si tengo algún divismo es por un vicio adosado a la profesión y a esta cuestión de la fama o celebridad pública o como quiera que se llame eso que hace que mucha gente te conozca.

–¿Cuánto hay de personaje y cuánto de persona en Lalo Mir?

–Después de trabajar tanto tiempo en los medios no puedo decir que soy yo ciento por ciento. Hay un personaje que es el que viene a la radio y que tiene mucho de mí. Es una construcción lenta y natural.

–¿Cuál es la parte más difícil de mantener al personaje?
–Ya no encuentro una parte difícil porque me sale de una manera fluida. Hoy, las cosas que no siento no las hago y listo.

Por amor al arte.
Lalo, como bien supo protagonizar alguna vez en las tardes de “Rock and pop” es, ante todo, un animal de radio. Sin embargo, en los últimos tiempos se animó a la televisión con propuestas arriesgadas que buscaban hacer pie en nichos no explorados por los gigantes comerciales. En eso anda otra vez con “La vida es arte”, el envió semanal de Canal 7 que busca saciar las inquietudes de Mir y, al mismo tiempo, desterrar aquellos añosos prejuicios sobre el arte.
“Yo veía los programas de televisión sobre las artes visuales y pensaba: “Qué loco, los artistas son muy divertidos y sorprendentes, pero los programas son un plomazo de erudición”. Entonces me propuse hacer un programa mucho más humilde y a su vez mucho más divertido y llano, donde pueda aprender mientras hago de guía para el televidente”.

–¿Tiene alguna pretensión con el programa o es simplemente darse un gusto?
–Hay muchísimo de gusto pero también existe una pretensión. “La vida es arte” aparece por una búsqueda mía, por una curiosidad, si se quiere. Soy de ir a las galerías y me abre mucho la cabeza el mundo de las artes visuales. Pero también está la pretensión de ayudar a decodificar el mundo de las imágenes que nos rodea y que en realidad nos atosiga. Vivimos ametrallados por imágenes desde las pantallas, los celulares, las laptop y la publicidad. Ojalá que cada vez lo vea más gente.

–¿Está acercando el arte a la gente?
–El arte en realidad no está lejos de la gente, el arte simplemente está. Será la gente la que se acerca o se aleja más. El arte está en el diseño, en la calle y en miles de cosas que consumimos a diario y que basan su producción en el criterio artístico.

–¿Dónde le gustaría hacer su último programa de radio?
–Me gustaría hacer un programa desde el agua, embarcado. O bajo el agua también estaría bueno, un programa submarino al estilo de Jacques Cousteau. La verdad que nunca lo pensé y tampoco tengo un sueño o una fantasía, pero desde el cortejo fúnebre sería buenísimo. Con el último aliento el tipo transmite hasta llegar a la morada final. Suena muy romántico.

Fuente: Revista 7 Días
Fotos: Nacho Arnedo