martes, 17 de junio de 2008

La periodista Verónica Toller repudió las “fuertes agresiones contra periodistas” por parte de Gendarmería en la ruta 14

Ratificó que varios de sus colegas fueron golpeados durante la detención de De Ángeli
La corresponsal de Clarín en Gualeguaychú, Verónica Toller, contó que recibió golpes varios por parte de efectivos de Gendarmería durante la detención del dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Alfredo De Ángeli, y sus pares el sábado, en la ruta nacional 14. Además, confirmó que fueron agredidos los trabajadores de prensa Fabián Miró y el fotógrafo de Concepción del Uruguay, Pablo Bianchi, entre otros. “Fue una locura con corridas y gritos”, relató con tono consternado.
En diálogo con el programa A Quien Corresponda, que se emite por Radio Del Plata Paraná, la periodista ironizó: “Recibimos algunas caricias de las fuerza de seguridad el sábado en Gualeguaychú”.
“Varios de mis colegas recibieron golpes en la espalda, también agredieron al fotógrafo que retrataba la detención de De Ángeli y un efectivo le pegó un fuerte golpe. El trabajador se cayó al suelo y varios gendarmes le pasaron por arriba, él tenía la cadera muy dolorida”, relató.
Y prosiguió: “Fue una locura con corridas y gritos, y había mujeres que se fueron cuando llegaron las fuerzas. Recuerdo que una de ellas llamaba a un médico y a un hombre que tenía 24 de presión, le levantaron las piernas, que es una acción errónea para esta dolencia”.
Además, confirmó que los efectivos “rodearon a Ángel Veronesi y lo ocultaban para que nadie vea, porque tenía sangre en la frente” y añadió que “sus hermanos se desesperaron, pero no los dejaban pasar para asistirlo”.
“Cuando quise ver qué sucedía me empujaron y me sacaron de la zona. No me dejaban ver, y entonces vino un gendarme muy alto y me gritó: ‘Dejános trabajar’. Me empujó tan fuerte que me caí sobre otro gendarme, pero me levanté y volví”, continuó.
También consignó que aún no se pudo conocer la lista completa de los detenidos durante los incidentes y dijo que nadie pidió disculpas a los trabajadores de prensa damnificados.
“Es difícil saber si hubo un exceso de los gendarmes o si actuaron por una orden, porque ellos llegaron armados y el ministro, Aníbal Fernández, sabía lo que pasaba”, observó.
Asimismo aseveró que los ruralistas no sabían lo que sucedería, aunque la gente advertía que “iban a reprimir”.
“Fuimos a averiguar si existía un carro hidrante, acompañados por el abogado Osvaldo Fernández, llegamos al lugar y vimos que los efectivos se estaban preparando con chalecos y palos. Por eso volvimos a la zona de los ruralistas y les dijimos ‘Gendarmería se viene con todo’”, entonces, es evidente que estaban preparados”, concluyó.

Fuente: Análisis Digital