Con la expectativa propia de lo que ya se reconoce como un acontecimiento histórico, la recuperación del territorio de la Comunidad Quintupuray, de Cuesta del Ternero, tiene ya los condimentos políticos y jurídicos para ser considerado caso testigo y antecedente de la mayor importancia en la larga lucha del Pueblo Mapuche en la recuperación de sus derechos ancestrales.
El protagonismo social y político, tanto de la Comunidad como del Consejo Asesor Indígena y varias otras comunidades, lof y organizaciones sociales que acampan desde el 5 de mayo a la entrada del campo, a madurado la profundidad conceptual del significado de esta acción y lo han narrado a la sociedad civil de todo el mundo a lo largo de estas tres largas semanas previas al anunciado desalojo.
El relato descarnado de las agresiones sufridas a lo largo de los años, aun solo tomando el período transcurrido desde el asesinato de la anciana Lucinda Quintupuray, es de tal impunidad y crueldad que muchísima gente se preguntaba si podía ser cierto que tantas complicidades se organizaran para el despojo. La exposición de la conducta del estado a través de la Dirección de Tierras a lo largo de este proceso muestra la larga herencia de interesada discriminación que anida en el poder político y en buena parte de los sectores de poder de la provincia.
La jornada de hoy, día del desalojo ordenado hace más de 8 meses por el Juzgado Nº1 Civil y Comercial de Bariloche, reúne las características del autoritarismo que campea en el estado democrático cuando debe actuar en el estricto sentido del derecho y este va en oposición al interés económico. Postergaciones, obstáculos y arbitrarias chicanas administrativas vienen intentando torcer el rumbo de la historia, aunque se reúna toda la legalidad y legitimidad exigible.
Las comunidades, organizaciones y quienes acompañan el proceso vienen demostrando una paciencia e inteligencia que más necesitarían para sí quienes deciden los destinos del estado.
Más tarde o más temprano, las manipulaciones, los intereses en juego e imaginables irregularidades serán desmontadas y saldrán a la luz y cada uno conocerá las responsabilidades que su conducta les destinó.
El 28 de mayo es la fecha que el CoDeCI aceptó de la Dirección de Tierras para realizar el desalojo. Todos quienes paciente y pacíficamente esperan su cumplimiento y la Comunidad MapuChe Quintupuray mantienen la esperanza de poder entrar en paz al futuro acompañados de sus raíces ancestrales, que nunca eligieron abandonar.
Transmisión en directo desde el lugar: www.fmalas.org