lunes, 28 de abril de 2008

Pérez Esquivel: "El campo no es golpista"

"El gobierno equivocó el camino", dijo. Criticó la quita de tierras a indígenas para venderlas.
Por Juan Ignacio Pereyra, Diario Río Negro
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, afirmó que "el Gobierno equivocó muchos caminos en el conflicto con el campo", y a su vez subrayó que la protesta de los productores contra la suba de las retenciones "no se trata de un movimiento golpista".
En materia de derechos humanos sostuvo que "tal vez la Argentina fue el país que más avanzó en buscar verdad y justicia" pero aventuró que "se tendrían que haber tomado medidas mucho antes para impedir que ex militares y policías que violaron los derechos humanos se presenten a elecciones y se produzca lo que ha sucedido", en relación con la situación del ex subcomisario Luis Patti.
En una entrevista con "Río Negro", el titular del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), advirtió que "uno de los graves problemas es que se les están quitando las tierras a los indígenas y los campesinos para vendérselas a las grandes empresas transnacionales con absoluta impunidad".

- Desde que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980, ¿cómo se avanzó en materia de derechos humanos?
- Hay una lucha que los organismos venimos llevando adelante. Tal vez, la Argentina fue el que más avanzó en buscar verdad y justicia. No olvidemos todos los juicios que se hicieron fuera del país, en lugares como Francia, España, Italia, Alemania y Suecia. Porque, lamentablemente, hubo gobiernos constitucionales como el de (Raúl) Alfonsín y (Carlos) Menem que votaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, los indultos y trataron de que todo esto quede en la impunidad jurídica. El actual gobierno tuvo la capacidad y la voluntad política de revertir esta situación. Hoy se están abriendo los juicios y se está avanzando en cuestiones de verdad y justicia. Pero también tenemos que pensar en lo que son hoy los derechos humanos en el país.

- A propósito, existen datos que indican que luego de más de dos décadas de gobiernos democráticos, la pobreza no disminuyó y que incluso el gobierno la oculta...
- Según informes de UNICEF del 2007, mueren cerca de 25 niños por día de hambre y por enfermedades evitables. El año pasado murieron indígenas y se siguen muriendo. Uno de los graves problemas es que se les están quitando las tierras a los indígenas y los campesinos para vendérselas a las grandes empresas transnacionales. Y esto se hace con absoluta impunidad. Hay que mirar a los derechos humanos desde su integridad.

- En ese sentido, ¿qué observaciones hace desde SERPAJ y, también, como presidente de la Comisión Provincial por la Memoria?
- En la provincia de Buenos Aires, desde el 2000 a la actualidad, tenemos registrados más de 4500 casos de torturas en cárceles y comisarías. No estoy hablando de época de la dictadura militar sino de la actualidad

- ¿Qué pasa en el resto del país?
Tenemos que comenzar a replantear la política de los derechos humanos en la construcción democrática.

- ¿Cómo se debería avanzar?
- Es un problema de educación y formación. También de cambio en la formación de institutos penitenciarios, Fuerzas Armadas y policía. Se está avanzando en dirección a una reconciliación en la sociedad. Pero va a llevar tiempo. Vemos que hay avances positivos. Estamos trabajando con la marina y la Policía Federal, por ejemplo. Se van dando pasos pero no son suficientes, creo que hay que avanzar más.

- ¿Cuál es su opinión del caso Patti?
- Se tendrían que haber tomado medidas mucho antes para impedir que gente que violó los derechos humanos se presente a elecciones y se produzca lo que ha sucedido. La decisión del parlamento me parece correcta pero también tendrían que sancionar una ley para impedir que se presenten a elecciones aquellos que están acusados de violaciones de los derechos humanos. Patti no es el único. No nos olvidemos de (Antonio) Bussi en Tucumán. Y que puede haber otros.

- En medio del conflicto entre el campo y el gobierno, la presidenta Cristina Fernández habló de sectores golpistas, vinculando al campo con la dictadura, ¿qué piensa?
- No creo que se trate de un movimiento golpista. El Gobierno equivocó muchos caminos. No son lo mismo las grandes transnacionales que están haciendo desastres enormes donde privilegian el capital financiero sobre la vida del pueblo a lo que son los medianos y pequeños productores rurales. El Gobierno no puede poner a todos en la misma bolsa. Cuando tienen los campos embargados, maquinarias obsoletas, no tienen créditos. No puede ser la misma retención al pequeño y mediano productor que a las grandes transnacionales. Además, hay cosas preocupantes.

- ¿Cuáles?
- Están fomentando los latifundios para las grandes empresas y de esto no se habla porque hay grandes intereses económicos.

- ¿Por qué le quitan las tierras a los indígenas y campesinos?
Hay más de 14 millones de hectáreas que el Banco Nación tiene embargadas a los medianos y pequeños productores, pero se paga la deuda externa. ¿Qué se privilegia en el país? Tenemos que repensar el país y el gobierno tiene que corregir las graves deficiencias que tiene.

- ¿Hay sectores que quieren sacar rédito político de la pelea entre el campo y el gobierno?
- En este caballo se quieren montar todos. Por ahí estaban Cecilia Pando, el PRO, que quieren dañar al gobierno. Tenemos que ser críticos del gobierno pero apoyar la continuidad constitucional. No queremos golpistas de ningún signo. Ojo con eso. Vamos a defender a este gobierno aunque somos críticos porque no hay que interrumpir el curso constitucional, que nos ha costado conseguir con tanto dolor, lágrimas y sufrimiento.

La otra final del Mundial '78
"La otra final, el partido por la vida y los Derechos Humanos" se denominó el evento que tendrá lugar en el estadio de River Plate el 29 de junio, al cumplirse 30 años del Mundial de Fútbol de 1978. El Instituto Espacio para la Memoria organizó un partido como "un acto de desagravio hacia quienes fueron víctimas de esa Dictadura, a la sociedad y al deporte".
Pérez Esquivel recordó que durante el Mundial 78 "estaba en prisión, como miles de personas. Fuimos amenazados pero hubo una presión internacional tan fuerte que poco días antes de la final entre Argentina y Holanda pusieron en libertad a Alfredo Bravo y dos días antes me llevaron al primer cuerpo de ejército y pasé a libertad vigilada. Pude ver la final y también la angustia y el dolor del que nadie hablaba por lo que pasaba en el país. José María Muñoz gritaba "los argentinos somos derechos y humanos", mientras se torturaba y se escondían a los prisioneros en otros lugares".
Para este partido fueron convocados futbolistas consagrados en Argentina 78 y también jugadores del seleccionado actual. Consultado sobre si en esa época no se sabía lo que ocurría o no se lo quería ver, dijo: "Pasaron muchas cosas, entre ellas la censura. No hay que olvidarse de que hay cien periodistas desaparecidos. Hubo una campaña de distracción. Para aquellos que conocían lo que pasaba, el Mundial fue una catarsis de desahogarse todas las angustias que tenían. No había un común denominador, más bien había muchas formas de ver y comprender lo que era la situación en ese momento en el país".