En virtud de una serie de falsas acusaciones que comenzaron a circular recientemente, a raíz de una campaña mediática con serias inexactitudes y datos erróneos sobre el funcionamiento de la planta de Papel Prensa S.A.C.I.F., y su tratamiento de efluentes vertidos en el río Baradero, nos vemos en la obligación de aclarar los puntos que han sido cuestionados con ligereza, para llevar tranquilidad a todos los vecinos cercanos a la zona donde la planta desarrolla su actividad, en el marco de un respeto a las normas ambientales.
El comportamiento de Papel Prensa en el terreno ambiental es un hecho que las autoridades competentes constatan en los controles periódicos y rutinarios que se realizan permanentemente, los cuales prueban el carácter no tóxico de los efluentes de la planta.
Recordemos que Papel Prensa cuenta con uno de los principales sistemas de tratamiento de efluentes líquidos del sector papelero del país. Este sistema está acorde con la tecnología –única en el mundo– con la que trabaja la planta, la cual la convierte en la una de las empresas más limpias de su sector en la Argentina.
Como consecuencia de las inversiones tecnológicas realizadas y del trabajo preventivo, los efluentes líquidos vertidos en el río Baradero no ocasionan daño alguno ni en las personas ni en el medio ambiente. Se trata, claramente, de efluentes no dañinos. El carácter no dañino de los efluentes ha quedado demostrado en peritajes judiciales que ha realizado el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a través de su Centro de Ingeniería Ambiental.
Papel Prensa instaló en el país la primera planta de tratamiento secundario de efluentes líquidos del sector, lo que la ha hecho pionera en este tipo de tratamientos dentro del mismo. Además, cuenta con una planta de blanqueo que utiliza agua oxigenada (peróxido) como reactivo blanqueador. De esta manera, se evita el uso de derivados del cloro. Esta práctica industrial califica a Papel Prensa como productora de pasta celulósica blanqueada mediante un proceso “totalmente libre de cloro” que no produce efectos nocivos para el entorno.
En el marco de la preocupación permanente de Papel Prensa por llevar adelante procesos de mejora continua en el tema medioambiental, nuestra empresa ha venido realizando –por su cuenta y en forma proactiva – un plan de obras para el que ha destinado elevadas sumas, como fue en su momento la puesta en marcha de la segunda planta de tratamiento de efluentes que llevó a la duplicación de su capacidad en el rubro. Actualmente, terminada una etapa de investigación, se encuentra en un proceso de concreción de inversiones para mejorar aun más la calidad de sus efluentes con la tecnología más actualizada.
Entrando en cuestiones técnicas más puntuales, queremos detallar y dar a conocer en forma exhaustiva el proceso industrial con el que trabajamos, y el cual no reviste dudas ni sospechas:
La planta de tratamiento de efluentes degrada o transforma las sustancias naturales que se encuentran en la madera, antes de que éstas sean vertidas en el río. Estas sustancias pueden ser taninos, polisacáridos, ligninas, etc.
El proceso continúa y concluye mediante el ciclo natural que se produce en el río. Una vez en el curso de agua, los microorganismos que viven en el río son los responsables de que las sustancias orgánicas se degraden en forma natural, como ocurre por ejemplo con los restos de vegetación.
Mediante dos indicadores denominados “DBO” y “DQO” se puede medir, de manera indirecta, la cantidad de sustancias orgánicas que están presentes en un efluente, que –tal como indicamos- van a ser degradados y transformados por microorganismos que viven en el río.
Es necesario resaltar que “DBO” y “DQO” son indicadores que no deben ser confundidos como señal de presencia de sustancias tóxicas. Por poner sólo un ejemplo: podemos decir que el suero glucosado (de uso frecuente en medicina para alimentación endovenosa) registra una DQO de 53.000 pero no es tóxico.
Esto significa que cada sustancia es tóxica por su propia naturaleza (composición química y concentración) y no por su situación de demandante de oxígeno del medio en su proceso de degradación.
El daño en un curso de agua como el río Baradero por el vuelco de efluentes con elevados indicadores de “DBO” y “DQO” sólo se produciría en dos situaciones: a) si el consumo de oxígeno disuelto en el agua por las sustancias en degradación es tal que provoca asfixia en los seres vivos que lo habitan; ó b) si las sustancias que provocan “DBO” y “DQO” son tóxicas. Ninguna de las dos se produce en el caso de Papel Prensa.
Esto ha quedado demostrado en cada uno de los controles de rutina que se realizan periódicamente. Los mismos han confirmado que no existe una disminución significativa del oxígeno disuelto en el río Baradero, y que el efluente vertido no tiene toxicidad.
Los controles rutinarios de toxicidad –de carácter periódico como lo dijimos- son realizados por el Instituto Nacional de Limnología del CONICET. Se realizan tomando como muestras organismos vivos de distinto grado de desarrollo en la cadena alimentaria. A través de estos controles, se concluyó que los efluentes no son contaminantes ni para la salud, ni para el agua, ni para el medio ambiente en general.
Como conclusión, Papel Prensa no sólo no contamina, sino que es una empresa del sector papelero argentino que en forma permanente investiga e invierte recursos y tecnología en el cuidado y la preservación del medio ambiente.
San Pedro, Provincia de Buenos Aires, abril de 2008.
Papel Prensa S. A.