miércoles, 30 de abril de 2008

Juan Puthod apareció vivo y con señales de haber sido torturado

Un integrante de la Casa de la Memoria de Zárate anunció esta noche la aparición de Juan Puthod a quien se buscaba desde ayer por la tarde cuando había desaparecido mientras iba rumbo a la radio. El dirigente que anunció la aparición de Puthod afirmó que según supo la mujer Graciela Lencina, ya le había confirmado que Puthod había aparecido "lastimado, pero bien", dijo visiblemente emocionado.
Ayer, martes 29 de abril, cerca de las 19, fue secuestrado Juan Puthod, ex detenido desaparecido durante la dictadura, militante de derechos humanos y actual testigo en la causa en la que se investigan los crímenes cometidos en el circuito Campana, formado por los distritos de Baradero, Campana, Escobar, Exaltación de la Cruz, Pilar y Zárate. En esta última ciudad reside Puthod, que desapareció cuando se dirigía desde la Casa de la Memoria a una radio FM donde conduce un programa. El militante venía siendo amenazado desde hace casi tres años.
Puthod, de 49 años, sobreviviente de un centro clandestino de detención, participa de la Comisión por la Recuperación de la Memoria de Campo de Mayo y trabaja en la Casa de la Memoria de Zárate. Desde este espacio se estaba organizando un acto de homenaje a los militantes Eduardo Pereyra Rosssi y Osvaldo Cambiasso, asesinados en 1983, causa que involucra directamente al ex comisario Luis Abelardo Patti, en estos momentos envuelto en una polémica por su desafuero como diputado. La actividad, a realizarse en el km. 103 de la ruta 9 –el sitio donde se encontraron los cuerpos de los militantes peronistas-, está prevista para el 16 de mayo y, entre otras exigencias, plantea la reapertura de la causa, pedido que también viene realizando el fiscal.
A partir de las amenazas recibidas desde el 2005, Puthod mantenía comunicación permanente con su esposa, Graciela Lencina. Pero en momentos en que Puthod se dirigía a la estación de radio FM donde hace su programa, Graciela no se pudo comunicar con él. Cuando ella comprobó que no comenzaba el programa, a las 19, supo que algo había pasado. De acuerdo a lo señalado por su hija Laura, quien destacó que Juan sufre problemas cardíacos y de diabetes, la última vez que lo vieron vestía un jean gastado, un buzo celeste y una campera verde. Fuentes oficiales declararon que en este momento participan en la búsqueda 250 efectivos de la Policía bonaerense, con seis helicópteros, rastrillando el lugar.
La desaparición de un nuevo testigo pone otra vez bajo la lupa la política de derechos humanos del gobierno, golpeada luego de los secuestros de Jorge Julio López y Luis Gerez, que aún siguen sin resolver, pese a que este último apareció con vida a pocas las horas de su desaparición. En estos momentos la Multisectorial La Plata, espacio que nuclea a organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas y principal impulsor de la exigencia de esclarecimiento del secuestro de López, se está convocando en una reunión de urgencia. "El gobierno nacional y provincial no hizo nada por esclarecer estos casos; por el contrario, la justicia y el poder político han obrado para encubrir y hacer 'caer en el olvido' estos brutales episodios, dejando de hecho un manto de impunidad sobre los mismos. La desaparición de Puthod es consecuencia de esa impunidad promovida desde el gobierno nacional y provincial", expresaron en un comunicado que convoca a reunirse a las 16 de hoy en la Casa por los DDHH Hermanos Zaragoza.
Desde la Asociación de Ex Detenidos Desparecidos, sus integrantes también expresaron su preocupación: "Repudiamos esta gravísima situación; hacemos responsables al gobierno nacional y al gobierno provincial de su aparición con vida y en perfectas condiciones. La única garantía para brindar seguridad a sobrevivientes, familiares, a todos aquellos compañeros involucrados en la lucha contra la impunidad, y al pueblo argentino todo, es que los genocidas no sigan caminando entre nosotros y estén en el lugar que les corresponde: la cárcel, común, efectiva y perpetua!".

Los años de Puthod en centros clandestinos
Puthod había contado en diversas causas judiciales y entrevistas cómo fueron los 6 años que estuvo secuestrado: picana eléctrica, amigos muertos y la pérdida de un ojo.
Juan Evaristo Puthod, titular de la Casa de la Memoria de Zárate y que lleva casi un día desaparecido, vivió una adolescencia marcada por el padecimiento de seis años de secuestro y recorrido de siete centros clandestinos.
Conductor de un programa de radio perteneciente a la Casa de la Memoria de Zárate, Puthod relató en diversas causas judiciales y entrevistas los avatares que vivió en los centros de tortura y represión: "Yo fui detenido el 28 de marzo de 1976 por Prefectura, me trasladaron a la comisaría 1° de Zárate, junto a quien hasta cuatro días antes era el intendente de esa ciudad, Francisco Bugatto y el hijo de éste, entre otros". Allí, cuenta que la policía de la provincia “me hace firmar la libertad y me comunica que estoy bajo el poder del Ejercito Argentino. Bueno, ahí nos vendan los ojos y nos atan las manos", prosiguió.
Entre los testimonios recolectados publicados por la agencia DyN, mencionó que fue en la Escuela de Formación de Prefectura donde empezó lo “más feo” porque fue donde “empezaron las torturas”. “Yo por ejemplo, recibí picana eléctrica y muchos golpes”, continuó.
Pero el relato no termina con la anécdota de la picana, sino que continúa con otro hecho igual de estremecedor: "Me acuestan en algo que creo que era madera, me moví a la derecha y había pared, me moví hacia la izquierda y había pared, estiré la cabeza hacia atrás y había pared, entonces me dije: ’Estoy dentro de un cajón’. Al rato, siento que ponen la tapa del cajón de muerto y martillan, clavan y pensé: ‘bueno, de acá al río, no queda otra’. Y me dejaron toda la noche ahí adentro".
Puthod, de 50 años y padre de cuatro hijos, menciona también el traslado al VESUBIO (ubicado en la Av. Ricchieri y Camino de la Cintura, partido de la Matanza, Prov. de Buenos Aires).
"En el 'Vesubio' se nos tortura y a algunos de nosotros se nos hace simulacro de fusilamiento, a otros, directamente se les dispara. De la gran cantidad de compañeros que estábamos en esa habitación, hoy en día somos contados con las manos los que estamos vivos", recuerda. "Yo me acuerdo que China, preguntaba el nombre de cada uno y a medida que los represores entraban, sacaban a alguien y se escuchaban las ráfagas de las ametralladoras, los gritos de los compañeros y luego el silencio, ella tenia la valentía de recontarnos: -'Está fulano, está mengano, está sultana'- y siempre faltaba uno", detalla.
En el Vesubio, Puthod pasó, quizás, su peor cumpleaños: "Un día de tortura en el 'Vesubio' me preguntaron si sabía que día era, no lo podía saber porque llevaba varios días secuestrado. Entonces me dicen: -‘hoy es 9 de abril, hoy cumplís años, cumplís 18 años’. Y cumplo 18 años en la “Parrilla”, en una noche de tortura".
Fue en el campo 'Banco' (ubicado en Puente 12, cerca de la intersección de la autopista Ricchieri y el Camino de Cintura) donde Pithod relató la pérdida de uno de sus ojos: "Sigo recibiendo torturas y recibo el golpe por el cual pierdo la visión de un ojo”.
Según continúa el relato, Puthod fue trasladado al hospital de Campo de Mayo porque “estaba totalmente destruido”. Una vez recuperado “me llevaron a la Séptima Brigada Aérea de Morón; cuando llegamos, nos meten en un galpón y nos dejan ahí adentro”, cuenta.
Y finaliza su relato: "Entonces nos dicen: -Bueno, ya terminó todo, ya pasó todo, ahora son legales, están bajo disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional)”.

Fuentes: Prensa de Frente, Crítica Digital