La revista "Noticias", publicó una investigación de José Antonio Díaz, acerca del acuerdo que parece evidente en la política informativa del multimedios Grupo Clarín, con Néstor Kirchner. Parte de la nota:
"(...) Hace unos días el ministro Julio De Vido visitó a Kirchner para darle una buena noticia: "La operación es posible, los tanos van a comprar", fue, palabras más, palabras menos, la misteriosa frase que disparó la charla.
El ministro aludía a que Telecom Italia estaba dispuesto a hacer uso de la opción de compra del 48% que hoy manejan sus socios del Grupo Werthein en Telecom Argentina, una empresa actualmente intervenida por el Ejecutivo.
¿De qué plata hablamos? Por cotización de mercado, de casi US$ 400 millones. Según la ambición de Werthein, de US$ 700 millones (pagó hace 4 años US$ 160 millones, buen negocio). De Vido tenía la data de primera mano: se lo había confirmado personalmente el presidente de la telco, Gabriele Galateri di Genola, un día después de reunirse con la Presidenta en la Casa de Gobierno.
"Pero los Werthein nos suben el precio, no podemos comprar si no vamos con un socio local", se resguardó Di Genola para no prometer lo que no sabía si podía cumplir.
"Yo tengo un candidato -largó De Vido-, ¿qué le parece Clarín?".
Según un testigo del encuentro, al directivo le pareció perfectamente viable asociarse con el mayor grupo de medios de comunicación de la Argentina y uno de los líderes de habla hispana. Aunque veía complicaciones legales en la transacción y debía digerir semejante propuesta con sus accionistas europeos.
A Kirchner también le parece una operación compleja, pero prefiere tenerlo ahí a Magnetto antes que a los Werthein o al millonario mexicano Carlos Slim. Lo dijo expresamente. Es un sueño. Y soñar es gratis: en su momento creó la expectativa de quedarse con el 18% de las acciones de Clarín que supuestamente iba a vender Goldman Sachs.
La operación, efectivamente, sería posible, pese a sus costados sinuosos. Telecom Italia opera en la Argentina mediante el control del 50% de Telecom Argentina y comparte el directorio con los Werthein, que ingresaron en la compañía en el 2003 cuando se quedaron con la participación que había vendido entonces France Telecom.
Actualmente la compañía es auditada por la Comisión Nacional de Comunicaciones y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia porque debe determinarse el impacto de la compra en Europa del 23,6% de Telecom Italia por parte de Telefónica de España sobre las operaciones de ambas en el país.
Según Werthein, Kirchner y Magnetto -feliz coincidencia-, ahora que Telefónica es parte de Telecom Italia, si ésta última ejerciera la opción de compra sobre los papeles del grupo Werthein -que vence en diciembre de este año-, la telco española se quedaría indirectamente con el monopolio del mercado de la telefonía fija que hoy comparten Telefónica y Telecom de Argentina.
Por eso el Gobierno nombró 2 veedores en el directorio de Telecom. Los españoles insisten en que su participación local sólo alcanza el 1,7% accionario. Los representantes italianos del directorio de Telecom Argentina giraron a Roma un informe que desmiente las afirmaciones de sus socios argentinos y ratifican que no cambiaría el control de la compañía.
Para peor, el holding italiano Generali -uno de los cuatro grupos de ese origen que se asociaron el año pasado con Telefónica de España para desembarcar en Telecom Italia por unos € 4.200 millones- le compraron a la misma familia Werthein la mitad de su paquete accionario, 47,5%, en La Caja.
Conclusión: el Grupo W tiene de socio en La Caja a una empresa respaldada por el Estado italiano que integra el mismo consorcio que permitió a los españoles ingresar a Telecom con el repudio de los Werthein.
Semejante cruce de intereses, paradójicamente, facilita una salida. Telecom podría comprar la parte de Werthein con un socio más estratégico: la alianza con un holding de medios como Clarín permitiría a los italianos recuperar posiciones en toda la región, donde aparecen francamente desplazados por Telmex, de Slim. El multimedio local podría, a la vez, internacionalizarse con un socio inversor. Ambos formarían un buen mix de contenido y tecnología para poder ofrecer el servicio triple play -de telefonía, acceso a internet y TV- que Clarín bloqueó hasta ahora a las propias telefónicas invocando la legislación argentina (...)".