domingo, 13 de enero de 2008

"En la Argentina siguen mandando los poderosos"

–Vayamos al plano nacional. ¿Cómo analiza al país política e institucionalmente?
–El Proceso ha dejado todavía su sello en la sociedad argentina. Es un momento de prosperidad y conformidad con la línea del actual Gobierno. Esto es difícil de negar. Lo cual no quiere decir que no deban hacerse críticas profundas a las líneas directrices de este Gobierno y del anterior.
–¿Qué análisis hace de la gestión de Néstor Kirchner y de la que empieza su esposa?
–Cristina Kirchner sigue la línea impresa por Néstor Kirchner. Este llegó a la presidencia con un porcentaje exiguo de votos y a favor de una ola de prosperidad que abarca buena parte de América latina e incluso Estados Unidos, y con algunas medidas, en un campo tan sensible aún como el de los derechos humanos, logró un altísimo prestigio.
–¿Está conforme, entonces?
–No, no, entendámonos... Aquellos que son los dueños de la tierra, de las grandes fortunas, los que deciden en el campo económico, siguen siendo los mismos de la época del Proceso, o sus herederos. Son los que derribaron a (Hipólito) Yrigoyen, aplaudieron a (Carlos) Menem y hoy siguen en pie. Ahí tiene el nombre de Mauricio Macri. Hay gran cantidad de sociedades en las que los Macri tienen un peso decisivo. Es una nueva burguesía rapaz y, en el fondo, sus representantes son fascistas de cuello duro.
–¿Tiene esperanzas de que esta situación se modifique?
–No. No hay alternativa para esto. Haría falta una organización revolucionaria, se llame como se llame, que trabaje con paciencia, con fervor y a largo plazo para convencer a un sector de la sociedad argentina, el más explotado –no hablo del lumpenaje–, de que es necesario cambiar los cimientos de esta sociedad.
–Si no hay cambios revolucionarios, ¿hay una alternativa intermedia?
–Para la Argentina de la actual presidenta, de Macri, de la burguesía que se denomina argentina, para esto, todavía no nació la alternativa. Si quiere una definición más tajante, en la Argentina no hay una izquierda. Qué pasará en el futuro, no lo sé. No soy Julio Verne para imaginarlo. Esa es una tarea para los jóvenes.
Palabras de Andrés Rivera, escritor, en un reportaje que publica La Voz del Interior