lunes, 5 de noviembre de 2007

La eternidad del compañero

Los más antiguos de nosotros nos piden hoy recordar la memoria de Agustín Tosco, el refutador ético y político del sindicalismo empresario y gobiernista, gran oído, atenta escucha, ejemplo de unión y de respeto entre los compañeros.
Los más antiguos de nosotros cantaron la marcha peronista bajo las bombas de Junio y, cuando representantes obreros se pusieron saco y corbata para saludar a los dictadores, ellos salieron indistintamente entre sí y con Agustín a las calles, para recuperar la ética social de los trabajadores y un siglo argentino de luchas y cultura traicionado, con tal de devolvérselo intacto al porvenir de las mayorías populares.
Ellos y nosotros, fieles a la memoria del Gringo Tosco y de todas nuestras generaciones pasadas, sin dejar de hacer por ello el balance histórico debido entre nuestras querellas sectarias y la desmesura genocida de quienes no pretenden otra cosa en la vida que hacer guita con la guita, para mayor desgracia de la patria, nos preguntamos qué quiere decir hoy un pacto social entre trabajadores y empresarios.
¿Qué quiere decir un pacto social hoy con quienes expoliaron el estado, después entregaron el país y hoy venden a los capitales transnacionales hasta las últimas empresas que sus propios abuelos alguna vez fundaron?
¿Qué quiere decir un pacto social hoy con y hacia las fábricas ejemplarmente recuperadas por sus trabajadores en medio del remate nacional de los Noventa y su fiesta depredadora de bienes públicos; los emprendimientos cooperativos autogestionarios de los productores, a través de los cuales los trabajadores argentinos todos los días hacen gala ante los pueblos del mundo, de su creatividad y eficacia; a pesar de estar amenazados desde los tribunales y bajo el acoso desvergonzado de ex - patrones parasitarios, la sociedad las reconoce como producción genuina, democracia económica y dignidad colectiva?
¿Qué quiere decir un pacto social, en fin, con aquellos que siguen convencidos que es un delito la organización de los trabajadores y la libertad sindical?
Estas son las cuestiones que nos ocupan a todos los que sostenemos que la verdadera democracia es el poder de los que no tienen el poder y, en consecuencia, somos concientes que sin democracia económica no puede haber democracia política.
Una enseñanza que le debemos a la eternidad del compañero que en la fecha honramos.
¡Seamos libres, lo demás no importa nada!
Movimiento Campesino de Formosa – Mo.Ca.For – en la F.A.C.T.A.
(Federación Argentina de Cooperativas y Trabajadores Autogestionados)
Villa General Belgrano, 6 de noviembre de 2007