viernes, 12 de octubre de 2007

Pumas: pasión y negocio

Max Seitz BBC Mundo, Argentina
El seleccionado argentino de rugby ha despertado en este país una pasión comparable a la que genera el fútbol, gracias a la buena actuación del equipo en el Mundial de Francia, en el que por primera vez han llegado a una semifinal.
El rugby, antes reservado a una élite, ha ganado nuevos simpatizantes sobre todo entre el público joven.
"Este deporte nunca me llamó la atención. Pero ahora sí, por los Pumas. Al ser argentino sigo a mi selección", comenta a BBC Mundo Ignacio, de 18 años.
"Está bueno el rugby, aunque es muy bruto. Me gusta el Mundial y yo apoyo al equipo siempre", dice por su parte Mariela (14).
Antes de cada partido, los argentinos se enfundan en la camiseta nacional y se pegan al televisor para ver jugar a los Pumas. Son millones los que siguen por la pantalla al equipo.

La nueva pasión argentina

La pasión es tanta que, el domingo pasado, el clásico del fútbol entre River Plate y Boca Juniors debió cambiarse de horario para que los espectadores también pudieran ver el encuentro entre los Pumas y Escocia.
¿Pero entienden los nuevos simpatizantes el rugby? "La verdad es que no tengo ni idea. Lo único que sé es que los jugadores se ponen en una línea antes de empezar y después se chocan y se hacen bolsa", interpreta Mariela.
"Juegan dos equipos de 15, el try vale cinco puntos, hay forwards y eeeh...", se frena Ariel (20).
Si las dudas persisten, uno no tiene más que tomar el metro de Buenos Aires. En una canal de televisión que sólo puede verse en las estaciones subterráneas, llamado SubTV, hay un segmento que explica las reglas del rugby.

Escuche el reportaje de BBC Mundo Hoy

Más tries
Los Pumas no sólo han despertado el fervor popular, sino que además han "empujado" como nunca antes la actividad publicitaria y comercial relacionada con el rugby.
El capitán Agustín Pichot y los muy elogiados Felipe Contepomi y Juan Martín Hernández protagonizan decenas de anuncios de productos como bebidas, teléfonos celulares y ropa deportiva, tanto en la televisión como en la prensa.
Por su parte Omar Hasan, que además de jugador es un cantante tenor, muestra sus dotes vocales al promocionar por TV una marca de cerveza.
Según Jorge Castrillón, gerente general de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad (AAAP), la actividad publicitaria vinculada con los Pumas ha tenido un enorme crecimiento.
"La inversión para este Mundial de Rugby representa el 40% de la que se registró durante el Mundial de Fútbol de 2006. Estamos hablando de cerca de US$25 millones", explica a BBC Mundo.
"Es muy significativo teniendo en cuenta que, hasta ahora, este deporte figuraba detrás del fútbol, del tenis y del básquet en cuanto a popularidad".
Castrillón afirma que la pasión por los Pumas se debe a que el público ha descubierto los valores que encarna el rugby.
"Acá no hay estrellas, a diferencia del fútbol. Lo que importa es cómo se matan los 15 jugadores en la cancha".
"Esto tiene que ver con que los argentinos necesitamos poder hacer cosas, tener esperanza, saber que con garra y pasión podemos lograr metas. Aquí hay un trasfondo político e institucional muy importante", completa.

Camiseta cotizada
Pero más allá de cualquier mensaje, las tiendas de artículos deportivos de Buenos Aires han visto crecer significativamente sus ingresos gracias a los Pumas.
La venta de indumentaria como la que usa el seleccionado de rugby se ha incrementado especialmente en la última semana por la expectativa que ha generado el choque de este domingo entre Argentina y Sudáfrica.
Adrián, encargado de una tienda que ofrece los productos oficiales de los Pumas en la calle Florida, una de las principales zonas comerciales de Buenos Aires, comenta a BBC Mundo: "Lo que más vendemos son camisetas y pelotas, sobre todo a niños y jóvenes".
Agrega que en los últimos siete días se facturaron más de 300 camisetas tan sólo en su local, cada una por un valor de US$60 (ceca de $ 200.-). Tal es el precio que están dispuestos a pagar los argentinos por su pasión "puma".
La pregunta del millón es si, una vez que termine el Mundial de Francia, este fervor mantendrá la intensidad mínima y necesaria para contribuir a que la práctica del rugby se popularice.
Hay argumentos a favor y en contra. Pero lo que nadie cuestiona es que, lleguen o no a la final del torneo, los Pumas habrán dejado con su "garra" una huella difícil de borrar en los corazones argentinos.