Lo reveló María O' Donnell, periodista y autora del reciente libro "Propaganda K". Dijo que el fallo de la Corte en favor de "Río Negro" es "espectacular y sienta un precedente".
La periodista María O' Donnell acaba de publicar el libro "Propaganda K", una investigación sobre el uso que le da el gobierno a la publicidad oficial. En lo que va de su mandato, Néstor Kirchner y su secretario de Medios, Enrique Albistur, destinaron alrededor de 800 millones de pesos en avisos oficiales difundidos en los medios nacionales y provinciales. Según O' Donnell, esos gastos se hacen de manera discrecional y se utilizan como método de presión económica para los periodistas y editores. Lo mismo opinan distintas ong, como Poder Ciudadano.
En su libro, la periodista también detalla cómo fueron privilegiados con la pauta gubernamental personas muy allegadas al presidente, como Rudy Ulloa Igor, ex chofer de Kirchner, hoy empresario de medios en Santa Cruz.
En este contexto, O' Donnell considera como "espectacular" el fallo de la Corte Suprema que condenó una represalia del gobierno de Sobisch a "Río Negro": "Es muy importante. Sienta un precedente en relación a la necesidad de regular la pauta para que no se limite la libertad de prensa. Los verdaderos destinatarios de la publicidad oficial deben ser los lectores y no los medios. Eso es algo que no se cumple en nuestro país".
¿El fallo de la Corte sobre el caso "Río Negro" podría cambiar la postura del gobierno nacional sobre el uso de la pauta?
En este momento hay siete proyectos de ley en la Comisión de Libertad de Expresión del Congreso que buscan establecer reglas para la publicidad. El fallo de la Corte cita los informes del relator especial de Libertad de Expresión de la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos, que señala los peligros que se corren por el vacío legal respecto al tema: dice que ningún gobierno está obligado a publicitar en los medios, pero también advierte que no se puede usar la pauta como premio o castigo. El fallo de Río Negro sirve para impulsar el debate.
La noto escéptica. ¿Si Cristina Kirchner gana las elecciones no podría rever esta situación?
La Secretaría de Medios dice: "nosotros le damos pauta a este y a este no". Este gobierno es de la idea de que no necesita a los periodistas: "Nos comunicamos directamente con la gente", dicen. Con ese pensamiento, finalmente, no responden ninguna pregunta. Cristina es la candidata del oficialismo y no sabemos qué piensa sobre el caso de la valija o el INDEC. Los candidatos de la oposición, que no cuentan con el apoyo del aparato estatal, no podrían seguir adelante en la campaña electoral sin responder los interrogantes de la prensa.
Usted investigó el tema durante dos años, ¿cómo debería regularse la pauta oficial?
Es un tema complejo porque juegan los intereses de los dueños de las empresas de medios que más publicidad reciben. Hay varios temas en discusión. Los avisos del gobierno deberían informar sobre cuestiones relevantes para los ciudadanos, y no utilizarse como premio o castigo, o como propaganda política. Otra discusión tiene que ver con que la publicidad se suele usar como una especie de "subsidio" para los medios más chicos. En los países desarrollados estas cuestiones están reguladas.
Pero qué ideas concretas podrían llevarse a la práctica en la Argentina?
Se podría estipular que para determinadas campañas oficiales se publicite en los medios adecuados. Para una campaña sobre desnutrición, tal vez sea más efectivo que el gobierno paute en los medios locales de Formosa o Chaco.
Quien se encargue de repartir la publicidad debería ser un organismo independiente del poder político.
El atril asesino
A lo largo del libro encontrarán ejemplos concretos que pueden resultar paradigmáticos o simplemente llamativos.
Rudy Ulloa, un ex chofer de Kirchner, recibió en un año más de tres millones de pesos de publicidad a través de la Secretaría de Medios de la Nación, la Legislatura y la gobernación de Santa Cruz, dinero de sobra para sostener a su grupo de medios que funciona como un aparato de propaganda política del oficialismo. Gracias a otro vacío legal, los medios públicos son manejados como si fueran del gobierno y no del Estado (...) Desde la Secretaría de Medios, Enrique "Pepe" Albistur, un publicista que nunca dejó de estar a cargo de las campañas electorales de Néstor y Cristina Kirchner, puso en marcha estos y otros mecanismos más sofisticados. (...)
La difusión de mensajes enlatados, de monólogos lanzados desde el atril del salón de actos de la Casa Rosada, se impuso como el método principal de comunicación de Kirchner con la opinión pública. La estrategia fue posible gracias a la contratación con fondos públicos de una empresa que graba y transmite el material sin costo alguno a los medios audiovisuales.
El "atril del asesino", como lo bautizó Albistur, se convirtió en el canal privilegiado de comunicación; por allí pasaron los mensajes institucionales y de campaña, sin distinción. Con los gastos pagos por el Estado en cualquiera de los dos casos.
Quién es María O'Donnell
María O' Donnell trabajó en los diarios "Página/12" y "La Nación". Es autora del libro "El aparato", un relato sobre los jefes del peronismo bonaerense.
Es columnista del programa radial Magdalena Tempranísimo, de Radio Continental.
Para su libro "Propaganda K", entrevistó a más de 50 personas, entre funcionarios, publicistas, voceros, periodistas, consultores de comunicación y dueños de productoras.
Nicolas Wiñaski, Diario Río Negro