José Luis Zavalía es senador por Santiago del Estero. Esta semana presentó un pedido de informes para saber el destino de un avión comparado en forma directa por el Gobernador de la provincia Dr. Gerardo Zamora.
Un blog de la provincia hace rato que denuncia que la corrupción no acabó con el final del gobierno de los Juárez.
Esto publica el Diario de sesiones de la Cámara de Senadores:
Sr. Presidente (López Arias). — De conformidad con lo dispuesto por el artículo 187 del Reglamento, la Presidencia informa que se ha dado cuenta en el sitio Intranet de la lista de asuntos ingresados hasta la fecha, a efectos de que los señores senadores eventualmente se sirvan efectuar las manifestaciones que estimen pertinentes.
Tiene la palabra el señor senador Zavalía.
Sr. Zavalía. — Es para referirme a dos proyectos presentados por mí; en este momento no recuerdo sus números, pero ya pedí a mis colaboradores que me los acerquen.
De todas maneras, quiero elevar estos dos proyectos para que nos informen con la mayor urgencia posible a través de la Comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte con relación a dos cuestiones gravísimas ocurridas en mi provincia, Santiago del Estero, íntimamente vinculadas con el gobierno nacional, con el área específica del Ministerio de Planificación Federal, cuyo titular es el arquitecto Julio De Vido.
— Ocupa la Presidencia el señor presidente provisional del H. Senado, señor senador José Juan Bautista Pampuro.
Sr. Zavalía. — El primer proyecto se refiere a la introducción en nuestra provincia, en agosto del año pasado, de un avión Lear Jet procedente de Miami a través de una compra directa que hizo el gobierno de la provincia por US$ 8.600.000.
Me tomé el trabajo de hablar con el gerente comercial de esta fábrica de aviones cuando estuvo en mi provincia, e incluso este señor habló con el gobernador. De acuerdo con lo que me informó, este avión de ninguna manera puede valer más de US$ 5.000.000. En consecuencia, habría una sobrefacturación de US$ 2.500.000 a US$ 3.000.000.
Ante esta situación pedí a la Aduana que me informara por dónde había ingresado este avión. Entiendo que hace más de siete meses que este avión no se ha introducido en el país porque la Aduana no lo ha informado.
No sólo mandé una carta documento a las autoridades sino que me comuniqué telefónicamente para pedirles que me informaran al respecto, pero no lo he conseguido.
Por eso es que me veo obligado a plantear en el recinto este tema de tanta gravedad en el que, obviamente, habría complicidad del gobierno nacional, a través de la Aduana, para encubrir esta situación.
Tengo entendido que este avión no se compró a la fábrica Lear Jet sino a un particular en Miami. A su vez, ese particular habría recibido US$ 300.000 como seña de un empresario particular de Santiago del Estero. Esta seña se otorgó en nombre de la provincia de Santiago del Estero como si se tratara de una operación privada.
No sólo me vi obligado a traer este asunto al recinto por el grave hecho de corrupción y la complicidad de la Aduana de no informarme en mi carácter de senador de la Nación, a pesar de los reiterados pedidos, sino porque estamos hablando de una erogación de aproximadamente $ 26 millones hecha sin licitación pública. Incluso en el mismo Boletín Oficial de mi provincia, que acompaño en el proyecto que presenté, aparecen las contradicciones en cuanto a los montos y modelo del avión.
Por lo tanto, solicito que la Comisión nos informe lo más urgente posible por qué la Aduana no ha informado y no quiere informar sobre este avión. Lo más grave es la adjudicación directa sin licitación pública.
El otro proyecto está referido a la construcción de una terminal de ómnibus en nuestra ciudad capital de Santiago del Estero.
Primero esta obra se llamó a licitación por $ 44 millones. Después termina siendo adjudicada a una empresa de Buenos Aires —Rivas Sociedad Anónima— por $ 55 millones, sin licitación pública, en un convenio entre el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación y el gobierno de la provincia. Este último únicamente pone los terrenos, y la mencionada empresa de Buenos Aires, con la ayuda obviamente del gobierno de la Nación, pone los $ 55 millones en un plazo de un año y medio.
Esta obra ya ha sido adjudicada a la empresa Rivas Sociedad Anónima que, de acuerdo con información que manejo, ha sido adjudicataria en varias obras públicas por parte del gobierno de la Nación —del Ministerio de Planificación Federal—. También esta obra de $ 55 millones fue adjudicada en forma directa, sin licitación pública, lo cual configura desde luego un hecho de corrupción grave, tanto de parte del gobierno de la provincia como del gobierno de la Nación.
Por lo tanto, ruego a este cuerpo nos informe a la mayor brevedad posible sobre el manejo de estas dos cuestiones que realmente preocupan seriamente. Y no solamente a mi provincia sino al país, dado que hoy los argentinos estamos viviendo un momento bastante complicado, tras las denuncias de mafias en las obras públicas, en una serie de casos que realmente dan mucho que decir.
Yo veo a un Presidente preocupado por reconstruir la memoria de los argentinos. Veo a un Presidente preocupado —hoy lo escuchaba en su discurso— en reconstruir el tejido de las neuronas de los argentinos.
Dado que me veo agraviado —creo que todos nos sentimos agraviados, subestimados, difamados— a través de sus distintas apariciones, ya sea en el atril de la Casa Rosada o en los discursos de campaña política que está haciendo en la Capital Federal, le pediría a ese Presidente que reconstruya también las neuronas de los US$ 550 millones que salieron de Santa Cruz y que todavía no aparecieron; que reconstruya también la memoria...
Sr. Presidente (Pampuro). — Perdón, señor senador, ¿podría concretar su pedido?
Sr. Zavalía. — Concretamente, el pedido es que se reconstruya la memoria y las neuronas de la mafia de la obra pública que se está dando en la República Argentina, en estos dos casos que acabo de mencionar: la introducción de una aeronave, de un Lear Jet, de US$ 8.600.000 y la construcción por parte del ministro De Vido, en Santiago del Estero, de una terminal de $ 55 millones.
Sr. Presidente (Pampuro). — ¿Tiene los proyectos? Cuando los acerque los vamos a...
Sr. Zavalía. — Ya están los proyectos presentados en Mesa de Entradas.
Sr. Presidente (Pampuro). — Gracias. (...)
