sábado, 21 de abril de 2007

Penal de Coronda: ¿otra vez como en el 2005?

Viernes 20 de abril de 2007, Coronda, Santa Fe, Argentina
Dirigido a quién quiera leer
La vida en Ciudad Interna
Por Jorge Crespillo y Osmar Villaba
A escasos meses de las elecciones y a más de dos años de los trágicos hechos del 11 de abril del 2005 que costó la vida de 14 compañeros los que, sumados a los 90 caídos en el transcurso de 10 años llegan a un total de 104 vidas humanas. Vidas devoradas por esto que llaman “Instituto Modelo” y que en todos los años de detención que llevamos nunca pudimos saber de qué murieron.
Recordamos que dos meses antes de la tragedia se dio aviso a todos los estamentos del poder en forma oral y por escrito de que el Servicio Penitenciario estaba tratando de generar un motín o lago similar con intenciones de derrocar al entonces Director del Servicio Penitenciario, Fernando Rossua por no compartir la línea de diálogo que intentaba implementar. Recordamos que los motines no sólo producen muertes de internos, también traen aparejadas fuertes sumas de dinero y también desestabilizan gobiernos.
Después de los cruentos hechos y al querer intervenir la Nación el penal santafesino y implantar fuerzas de Gendarmería Nacional, el gobernador de la provincia, Jorge Obeid le salió al cruce al presidente Néstor Kirchner y le dijo: “Déjame, que esto lo arreglo yo”. Para llevar adelante esta tarea buscó a un conocedor del terreno, al Jorge Bortolozzi, tomando en cuenta que llevaba varios años desempeñándose como Director de IAPIP, lo que resulto un acierto del gobernador santafesino. Pero de lo que no se ocupó nunca fue de buscar las responsabilidades penitenciarias y políticas de la tragedia y, hasta la fecha, todo lo absorbe la imperante impunidad llevada adelante a lo largo de los años por este y los anteriores gobiernos de la provincia.
Bortolozzi y un puñado de oficiales con ideas progresistas y sabedores de las irregularidades y de la corrupción del personal penitenciario optaron mantener la política de diálogo y contar con el asesoramiento de los detenidos, que cuenta con delegados de los diferentes pabellones los cuales conocedores de las problemáticas carcelarias y cansados de ser siempre los perdedores entre las disputas interinas del personal penitenciario se propusieron a llevar adelante una cambio y terminar con el caos reinante. Se comenzó con un saneamiento en las filas del SP de todo el personal involucrado en los diferentes sucesos irregulares muchas beses cruentos y las directivas los empezó a trasladar a los corruptos y ineptos a las diferente unidades de la provincia, todo esto fue llevado en conjunto con la Coordinadora de Trabajo Carcelario.
También se solicitó la incorporación de un civil al frente de la unidad lo cual fue puesto en práctica y designado para tal cargo Claudio Bertero, esto último fue uno de los golpes más bajos que pudo recibir el SPP. De esta forma “Peligrosos convictos ayudaron a establecer el orden quebrantado por funcionarios encargados de llevar adelante esta tarea”.
Hoy como hace dos años advertimos un principio de desgaste y calentamiento producido por omisión, inacción o algo más peligroso aun: “intereses políticos”.
El personal a cargo en estos momentos ni siquiera esta manteniendo los pocos cambios positivos que se lograron hasta la fecha, es más, va en una acelerada debacle, lo cual puede derivar en otra tragedia si no se corrigen las irregularidades que se vienen sucediendo.
Para los amantes de la “mano dura o tolerancia cero” que no es otra cosa que el obtener el poder quitado en estos momentos por un civil, y poder manejar el dinero que hoy no pueden robar, dinero que deriva el gobierno provincial ya que le costamos al pueblo la módica suma de $ 2.700 por mes cada uno de nosotros, lo cual podría ser solucionado con una transparencia del presupuesto que ya hemos solicitado pero nadie tiene el coraje suficiente como para agarrar el guante, claro porque con esto se podría producir un efecto dominó en la demás instituciones y serían muchos los que dejarían de ser beneficiados con el dinero que el pueblo paga con sus tributos.
Recordamos que en un concienzudo análisis, todos los motines registrados fueron producto de rivalidades penitenciarias o políticas, registrándose casos donde se rompieron dos vidrios y la factura pasada superó los dos millones de dólares.
A causa de estos negociados no les convine que esta gestión termine de buena forma y la política de diálogo se siga manteniendo.
Hoy todos los medios hablan de las mesas de diálogo las cuales consideramos importantísimas, pero a la Unidad Nº 1 de Coronda hace como tres meses que no viene nadie y esto también es producto de lo que viene sucediendo.
Somos a-partidarios, pensamos que el problema que tiene el país no se va arregla en las urnas. No permitimos que nos mientan y pretendan engañarnos diciendo que de un día para otro tanto el Gobierno de la Nacional, como Obeid y su gabinete son buenos muchachos.
Lo único que sostenemos es la política de diálogo y el trabajo con detenidos es la única solución posible y para afirmar esta postura basta con decir que de un promedio de 10 a 12 compañeros caídos por año de mantenimiento de la mano dura, sin diálogo; esto se bajó a niveles muy inferiores: fallecieron 2 compañeros por muertes violentas y se tiene que continuar trabajando para desarticular una pena de muerte encubierta por el sistema.
Sobran las palabras cuando observamos el estado de las cárcel de todo el país donde vienen cayendo cientos de compañeros y pronto serán miles. Por estos acontecimientos la Nación fue merecedora de una sanción internacional por el estado de los penales en el país y a esto si lo entendieron. De políticas de Derechos Humanos entienden muy poco y sólo están aplicadas a la historia, mientras nos esta devorando el presente, hoy la gorra esta haciendo lo que hicieron las botas en épocas pasadas.