miércoles, 25 de abril de 2007

¿Los niños primero?

Hace algunos años en el barrio corría el rumor de la instalación de una cárcel de menores.

Consultados los funcionarios provinciales de turno desmintieron la noticia: “solo se trata de un instituto de recuperación de adolescentes”.

Un sábado a la mañana visitamos el barrio, la construcción del instituto estaba iniciada. A las doñas del barrio nadie les había consultado nada. Nuestra visita marcó un alerta y un pedido de explicación al Ministerio de Gobierno por parte de las vecinas y los vecinos y la respuesta fue “no habrá cárcel de menores”.

El tiempo transcurrió, se habilitó lo que se dio en llamar un "instituto modelo" y nosotros, los molestos de siempre, hablábamos de la cárcel de menores.

El Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario

Está ubicado en el corazón del barrio Triángulo. Fue inaugurado a fines de 1999 en lo que fuera la canchita de fútbol del club Loma Negra, desde aquél momento pasaron años con pocas inversiones y escaso mantenimiento y esto lo demuestra el deterioro del edificio.

Chanchín

El miércoles 18 de abril Chanchín, llega al IRAR, estaba detenido a disposición del juez de Menores Juan Leandro Artigas, por su presunta participación en el homicidio de Luciano Drovandi a quién mataron para robarle la moto. En la casa del joven la policía encontró la moto de la víctima pero todavía no está acreditada su participación en el hecho.

A Néstor (Chanchín), de 17 años, se lo llevan horas después al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, en grave estado, con quemaduras de primer y segundo grado en casi el 80% de su cuerpo al prenderse fuego envuelto en colchones, dentro de su habitación. Horas después fallecía.

Los Diputados

Diputados de la Comisión de Derechos y Garantías de la Legislatura visitaron el lugar. Antes de este hecho no los habían dejaron pasar, la Diputada Mónica Peralta decía que el IRAR "no es un instituto de recuperación, el IRAR se ha transformado en una cárcel"

Peralta, junto al diputado Raúl Lamberto (PS) y Alicia Gutiérrez (ARI) comprobaron el estado de las instalaciones luego de varias denuncias sobre las condiciones de inhabitabilidad del mismo.

La Corte

La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe ordenó hoy a la Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario realizar inspecciones en todos los institutos de su jurisdicción donde se encuentren alojados menores de edad, entre ellos el Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario.

El Alto Tribunal santafesino fijó un plazo de tres días para que se le informe sobre el estado de alojamiento de los menores. Para ello, puso a disposición de los jueces rosarinos los recursos materiales y humanos de que dispone: médicos, ingenieros y asistentes sociales, entre otros.

La medida de la Corte Santafesina surge a partir de una presentación formalizada esta mañana por miembros de la Coordinadora de Trabajo Carcelario y de publicaciones periodísticas difundidas ayer.

La situación durante la mañana

Hay una gran cantidad de policías apostados dentro y fuera del recinto de Saavedra y Cullen, en el Distrito Oeste. Estos impedían el paso de los empleados civiles y administrativos, al proveedor que habitualmente entrega la carne para los internos no se le permitió el ingreso. Tampoco los familiares pudieron ver a los adolescentes alojados en los diversos pabellones y los pibes protestaban a viva voz.

El Ministro

Roberto Rosúa, Ministro de Gobierno de la provincia, confirmo que –pese a que no es la figura jurídica- el IRAR “está intervenido” como consecuencia de la muerte de un joven la semana pasada, “se lo transfiere temporalmente a la órbita del Servicio Penitenciario, se desplazó a la directora y señaló que hay que garantizar la seguridad, el alojamiento, la asistencia y fundamentalmente la vida de los menores alojados allí”… (¿tuvo que pasar esto para que se diera cuenta?).

El personal

“Lo que sucedió con el chico quemado no amerita esta intervención, no hay falta de seguridad en este lugar, lo que falta es personal, son solo seis trabajadores por turno, hace más de cuatro meses que no cobramos los salarios”, comentaron.

La cucha

Poca luz, olores pestilentes, agua y orina en los pisos. Así pasan su encierro los adolescentes. Hay una celda (habitación para ellos) que aloja a chicos que tienen problemas de convivencia. El hedor es insoportable. Los pibes orinan y defecan en bidones y bandejas de plástico. A la hora de la comida el piso húmedo, es la mesa. Una luz mortecina alumbra el lugar, que no tiene luz directa. Los baños del sector están siempre taponados por la deficiente construcción. De los alojados en el “Instituto de Rehabilitación” pocos están escolarizados, no hay talleres de ningún tipo, casi no tienen actividades físicas o recreativas y la mayoría ni siquiera tiene posibilidad de recreos en los amplios espacios libres que tiene la cárcel.

“Es peor que la cárcel de Coronda” dijo una Diputada al finalizar su visita al lugar, un delegado de la Asociación Trabajadores del Estado lo calificó como un "preescolar de Coronda".

La Coordinadora de Trabajo Carcelario denunció ante la Corte Interamericana de Derecho Humanos la situación de violación de los derechos de los niños alojados en el Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario. Estos Menores en conflicto con la ley penal, casi en su totalidad son niños pobres, han probado alcohol, droga… y han sido víctima de numerosas violaciones de los derechos garantizados por la Constitución Nacional.

Al cierre de esta nota los Diputados, antes mencionados, piden –en un comunicado- “se considere la necesidad de desafectar el uso del actual edificio donde funciona el IRAR por no reunir las condiciones que requiere un Instituto de menores. El eventual traslado debe realizarse a un ámbito que permita cumplir con los objetivos prefijados. reclamaron la imperiosa necesidad de instrumentar inmediatamente una política de Estado coherente con el cumplimiento de los Derechos humanos destinada a los menores en situación de riesgo y exclusión social, que entienden hoy carece el estado provincial”.

Fotos: La Capital, El Eslabón