domingo, 29 de abril de 2007

¿Intento de magnicidio?


Otra de Rudy, no justamente el humorista de P/12 sino el dueño del diario cuyo facsímil acompaña este comentario. Por primera vez abandona la tapa una foto del Presidente o de la 1º dama para reflejar este curioso hecho. El caso también es tratado por Perfil que cuenta que un hombre fuera de sí quería chocar su camión frente a la residencia presidencial. Te invito a leer la insólita crónica del diario del ex-chofer del señor K:
¿Un simple accidente de tránsito o un atentado político?. Más allá de lo insólito de la situación de la que estaban siendo testigos, en los primeros instantes y luego de sobreponerse a la sorpresa inicial, los ocasionales transeúntes y las fuerzas policiales y de Gendarmería que actuaron inmediatamente, creían estar ante uno más de los ya característicos accidentes que a diario suceden en Río Gallegos. Sin embargo esta sorpresa inicial dio paso al asombro cuando el conductor del camión y responsable de las lesiones de 7 personas y los destrozos de consideración que produjo en dos decenas de vehículos, al ser rescatado de la mole volcada a escasos metros de la casa del presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en la céntrica esquina de 25 de Mayo y Maipú, a escasos metros del ingreso al quincho, vociferaba “quise ayudar al pueblo matando a ese fascista”, en clara alusión al Primer Mandatario y posteriormente gritaba al ser ingresado al Hospital Regional, “hay que matar al Presidente”.
José Walter Mansilla Alarcón, tal el nombre del ¿conductor desaprensivo o responsable de un atentado de indiscutible índole política?, según los datos iniciales de la investigación periodística de “El Periódico Austral”, es un hombre de 33 años, que tuvo distintos trabajos en nuestra provincia y que sin ser docente, participó activamente en las distintas marchas, siendo responsable de uno de los bombos de las manifestaciones.
Mansilla Alarcón, tiene causas por distintos delitos y según lo que le expresaron a este medio fuentes cercanas a la investigación, durante el allanamiento al domicilio particular de este peligroso individuo, se habrían encontrado distintos elementos que podrían comprometer su situación vinculando la causa al atentado a la vivienda particular del Dr. Néstor Kirchner.
Es verdaderamente sintomático que horas antes de que se produjera este inexplicable “accidente”, de la mano del Obispado sureño y de medios de neto corte opositor al Presidente y al mandatario provincial, se haya convocado la presencia de Jorge Lanata. ¿Operación armada o clarividencia premonitoria?. (NdR: las negritas son mías. CAD)

En las páginas policiales comentan detalles del caso y me detengo en este párrafo dedicado al Intendente radical de Río Gallegos:

La pregunta de la gente que presenció los distintos accidentes fue ¿dónde estaban los inspectores de tránsito de la Comuna local? “¿Cómo puede ser que un camión de esta envergadura estuviera embistiendo toda clase de vehículos o personas que le cruzara por delante sin que ningún inspector de tránsito se diera cuenta de la situación”, comentó un vecino. “Parece que la gente que tiene que cuidar la seguridad de todos en las calles están preocupados por otros temas que son ajenos al deber que tienen que cumplir”, concluyó. Otro de los vecinos agregó que “Dios quiso que el camión vuelque por cuestiones del conductor y no por la acción o intervención de los inspectores de tránsito, que están preocupados en ver qué pueden comprar en el nuevo Paseo Productivo de la ciudad”.

Rudy no pierde el tiempo en acusar a todo aquel que se le ponga en su camino. Por cierto el hecho está ahora en manos de la justicia.
Opi Santa Cruz también es atendida en esta edición del diario, ellos, lejos de amedrentarse, dan la versión "exacta" del hecho:

Entre Osamita y kamikaze, Héctor Roquel no pudo cumplir su cometido
Como lo vienen adelantando muchos periodistas de medios oficialistas, en estos días todos esperaban un ataque de la oposición contra el Frente Para la Victoria Santa Cruz y particularmente contra el presidente Kirchner, pero muy pocos pensaron que iba a ser este fin de semana y utilizando la metodología suicida. Héctor Roquel (UCR), Intendente de Río Gallegos intentó inmolarse contra la casa del presidente, pero no pudo. Hoy, todos los secuaces de la oposición al gobierno de la provincia temen el castigo de la justicia santacruceña, que a su vez le teme a la divina.
La conspiración
La conspiración estaba latente ayer a la tarde en el Obispado, cuando el periodista mentiroso y subversivo, calentador de cabezas de la gente, generador de las desestabilizaciones más aberrantes en la nueva democracia argentina, Jorge Lanata, desplegaba sus mensajes diabólicos que taladraban el cerebro de los referentes de la oposición a quienes se les notaba el enrojecimiento de la pupila mientras parados a un costado del escenario eran invadidos por el germen del diablo ideológico.
Freddy Martínez, Omar Hallar, Acuña Kunz y Héctor Roquel eran “los huéspedes” que sin darse cuenta estaban siendo invadidos por el bicho de la maldad, dejando al descubierto la verdad sin vueltas y mostrando descarnadamente lo acertada que está la ciencia cuando muestra lo dañino que son los radicales libres; mientras César Amaya, propietario de la emisora clandestina Radio 21 de Caleta Olivia, un antro de esquizofrénicos que preguntan estupideces todo el tiempo alentando el ejercicio del discurso y el pensamiento en la gente, hecho de por si deplorable y peligrosamente antidemocrático, se encontraba a un costado del escenario, en tanto, en algún lugar del auditorio, Miguel del Plá y Omar Latini (FUT-PO) escondidos debajo de las butacas planificaban la logística para que el “elegido” llevara adelante el atentado que se estaba incubando.
Mientras esto ocurría en el Obispado, frente a casa de gobierno, que sigue sitiada por los anárquicos docentes y los kilomberos del ATE-CTA, las directrices esotéricas las impartía Eduardo Arnold (PJ), cortado de la majada y experto autodidacta de la ciencias ocultas, conocido explorador de los profundos campos del conocimiento microchipeado de la brujería Patagónica, quien desde que dice estar unido a otros por Santa Cruz, vive exclusivamente pensando cómo hacer para desestabilizar la democracia kantiana de Sancho y su banda.
El elegido
Esta mañana los nombrados y algunos colaboradores circunstanciales armados con petacas de ginebra Bols para contrarrestar el frío, que Potel confundió con Molotovs frente a la legislatura el jueves a la noche, hicieron lo posible por encontrar un kamikaze con vocación y experiencia comprobada; al no hallarlo decidieron sacar la pajita más larga ¿Y a quien le tocó?, al Intendente de la ciudad, Héctor Roquel.
Tal vez cansado de combatir la coparticipación mal repartida, los movimientos de sueldos que hace la provincia y les desbarranca el presupuesto anual o lo que es peor, lo hace oficiar de pedigüeño; tal vez cansado de asistir a los izamientos dominicales y ver que ya no son como antes, porque apedrean a los Concejales y hasta cansado – por qué no – de poder caminar por la calle simplemente como uno más, sin que nadie lo reconozca como a los concejales Mihanovich, Gómez y Martínez, “Pirincho” se encintó la cabeza y aprovechando que el sol naciente en Gallegos comienza cada vez más tarde, a las 09:30hs se subió a un camión y enfiló para la casa del Lupo.
Dirigido por la fuerza espiritual de los otros radicales libres y el apoyo del efectivo trabajo que hacía el gurú “Chiquito”, que pinchaba un muñeco con ojos saltones y nariz de aguilucho, Pirincho se puso en la calle con el único objetivo de derribar las vallas ideales (no reales como las de casa de gobierno o legislatura) que resguardaban la hermosa residencia del presidente en la cual gracias a Dios los sábados no trabaja el jardinero Figueroa … bueno, … no trabaja.
A su paso arrasó con todo, autos ambulancias, camionetas, patrulleros… pero el objetivo supremo se estaba cumpliendo. Tomando por el atajo del autoconvencimiento para sentirse menos culpable, el Intendente se preguntó a sí mismo: “¿ No es que se lo querían sacar de encima?, bueno… algún precio hay que pagar ” y siguió rompiendo todo hasta que tuvo frente a si los techos verdes a dos aguas de la casa de la familia presidencial y al grito kamikaze de “ Bora, Bora Lupín yo te borro ahora ” apretó el acelerador y mientras se desparramaban por la calle ancha los termotanques y la comida para perros, que salían de la caja del camión como proyectiles teledirigidos, patinó en el agua jabonosa del último enjuague de la vereda y se abrazó con un poste de alumbrado.
Al rato la policía lo sacaba de allí algo aturdido y muy frustrado por el atentado fallido.
- No hay derecho, no hay derecho… - repetía Pirincho
- Perdón señor Intendente – interrogó amablemente un efectivo - ¿Le duele algo?.
- Si, me duele que hora Miguelito y Lucho van a pensar que esto fue un accidente .
- Perdón ¿No fue un accidente?
-No, que va. Esto es parte de un programa para voltear al gobierno…
-Perdón Intendente ¿Qué gobierno?
-El gobierno provincial, agente.
-¡Ah!, haberlo dicho antes… entonces no se preocupe, habría sido una muerte inútil la suya .
Buen fin de semana y será hasta el lunes

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