martes, 1 de diciembre de 2015

Florencio Aldrey Iglesias profundiza el vaciamiento de El Atlantico

El mismo día que en 2013 se imprimió la última tapa de la redacción de Bolívar al 2900, fue elegido por “Arenas del Atlántico SA” para echar a dos de los tres periodistas con los que sostenían la publicación. Detrás de todo, una vez más, Don Florencio Aldrey Iglesias
A dos años de que los hermanos Olmos le entregaran el gerenciamiento del diario a “Arenas del Atlántico SA” e iniciaran un proceso de vaciamiento que terminó con el retiro inducido de 40 trabajadores de prensa, el mítico diario El Atlántico despidió este lunes a otros dos periodistas.

Según pudo saber 0223, María José Garufi y Germán Ronchi –en la redacción de Belgrano casi Córdoba sólo queda en pie Beto Miraglia- fueron desvinculados de la empresa que en los papeles figura a nombre de tres personas que, como reveló un informe de Revista Ajo, no conducen a Roma pero sí a Don Florencio Aldrey Iglesias.

Tanto Fabián Andrés Fernández (contador, dirigente de la Ucip y comensal de los agasajos aniversario de La Capital), como Julia Cazón Fervienza (una de las dos beneficiarias de las acciones que Florencio Aldrey Iglesias transfirió para adecuarse a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2013) y Néstor Otero (concesionario de la nueva Terminal, procesado por soborno en el juicio a Ricardo Jaime y socio, según él mismo dijo, del director de La Capital en la concesión del Gran Hotel Provincial y el mega emprendimiento comercial de Alberti y Sarmiento) están vinculados al hombre con acento español que, asegura la mayoría, “sólo armó la jugada y vació El Atlántico para hacer desaparecer a la única competencia que su diario tenía en Mar del Plata”.

La fecha elegida para despedir a Garufi y Ronchi no pudo ser más inoportuna e irónica: un 30 de noviembre como hoy pero de 2013 la joven redacción del viejo El Atlántico armaba y publicaba su última tapa. Lo que vino después, se conoce: periodistas, reporteros, administrativos y diseñadores gráficos tirados a la calle en poquísimos meses, no sin previa resistencia y sentada de los trabajadores de un diario con más de 75 años de historia en Mar del Plata.

El proceso que logró el vaciamiento y también el nuevo gerenciamiento del periódico tuvo un grupo ideólogo: La Máquina de Ideas. Dos meses antes de que los trabajadores supieran su (mala) suerte, un equipo de “expertos” sugirió al Grupo Crónica –por entonces propietaria de El Atlántico- “ajustar números”. Para eso, además de dividir la redacción, crearon un medio digital: Crónica de la Costa. Ese sitio ofició de tablero de desgaste para el personal, que de a poco empezó a aceptar –producto del desgaste, deterioro y falta de perspectivas- los acuerdos conciliatorios que la empresa ofrecía a cambio de que se fueran “sin chistar”, al menos administrativa y judicialmente.
Fuente: 0223.com.ar

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