lunes, 10 de noviembre de 2014

Radio Nacional Puerto Iguazú una emisora desmantelada, que regresa con voz propia

La radio fue creada por los militares en los ’70 para potenciar la presencia argentina en la frontera, en medio de la hipótesis de conflicto con los países vecinos. Luego fue silenciada y desmantelada y siguió así en muchos años de democracia. A partir de la sanción de la nueva ley de medios fue rearmada. Aquí, la periodista que la dirige cuenta cómo fue el proceso de recuperación, que incluye contenidos dirigidos a brasileños y paraguayos
Por: Andrew Graham-Yooll
Esta es una breve historia del proceso de recuperación de una pequeña parte de Radio Nacional. Era necesario conocer de primera mano una versión personal de la modernización de una radio estatal. En Radio Nacional Puerto Iguazú pareció que alguna vez habían tenido de todo y luego se había desperdiciado todo. La emisora tiene unos terrenos amplios para la emisora y antenas, también un parque utilizado para encuentros populares y sociales, tiene muros sólidos de construcción y ambientes amplios como para acomodar los cambios que podían venir con el futuro. Era un producto de cierta construcción pública levantada en tiempos de militares, obsesivos estos con estructuras fuertes y duraderas que parecían fortalezas con ventanas. Luego, el burocrático argumento de la falta de presupuesto, la contingente falta de interés, la inercia propia de la desidia, hicieron lo suyo. A eso acompañó el deterioro que se acelera en los trópicos. La tierra colorada cambia el color de los muros, las raíces del follaje nativo se extienden como serpientes y sacan paredes de sus cimientos para luego sostener la ruina por las rajaduras con troncos y lianas que hacen inmovible la construcción.

¿Cómo se encara la modernización, el “relanzamiento” casi, de Radio Nacional aquí en Puerto Iguazú? La estación, como emisora de frontera, estuvo medio abandonada durante años.
La recuperación de Radio Nacional Puerto Iguazú corre paralela con la decisión política de recuperar los medios públicos. Esto hay que decirlo. Tiene su momento en la historia durante el año 2009, cuando se sanciona la ley de servicios de comunicación audiovisual, en octubre de aquel año. La ley plantea una rejerarquización de los medios públicos, los nacionales, los provinciales, los municipales, de las universidades, a partir de reconocer que el espectro radial tiene que ser subdividido en tres grandes franjas que son el 33 por ciento para lo público, el 33 para los privados y el otro 33 para medios comunitarios. A partir de ese 33 por ciento público que creo que no estaba ocupado y aún sigue sin ocupar en gran parte, donde se tienen que incluir las radios municipales, las universitarias, las provinciales, es que lo dependiente del Estado nacional estaba silenciado. Ese era el caso de Puerto Iguazú, una emisora primitiva, o mala, como sucedía en otras radios de las 50 estaciones que integran Radio Nacional.

¿Cuál es la verdadera historia de la Radio Nacional en Puerto Iguazú? Creo recordar, como muchos de mi generación, que los militares de la década del sesenta y parte del setenta estaban obsesionados por la posible invasión de territorio argentino por parte de Brasil. Decidieron reforzar la presencia del Estado en las fronteras, y obvio es que las radios, en uso cultural tanto como estratégico, debían ser parte de un programa de defensa de fronteras.
Eso era parte de las hipótesis de conflicto con los países hermanos. Se encararon varias radios en zonas muy puntuales, incluyendo Puerto Iguazú. La radio de aquí salió al aire el 5 de abril de 1972, si bien fue un proyecto vigorosamente alentado y requerido por el general Juan Carlos Onganía, que tomó el poder en el golpe militar de junio de 1966. Onganía fue removido por sus pares (que instalaron al general Roberto Marcelo Levingston) en junio de 1970, así que no vio la concreción de su proyecto. Pero como los militares ya estaban embarcados en la defensa nacional contra una invasión brasileña, se pusieron a trabajar en el proyecto, tuvieron mucho que ver con toda la planificación, con el gran espacio de la planta, el impulso de los planos de construcción, todo eso. Vamos a cumplir 43 años en el aire, bue..., en el aire es un decir, porque la emisora estuvo en silencio casi diez años. Así que no sólo los militares son responsables de la destrucción de la radio en Puerto Iguazú, sino que otros también. Pero, efectivamente, Radio Nacional Puerto Iguazú se crea como producto de esa hipótesis de conflicto que tenían las dictaduras. Se veían en permanente competencia militar con los países hermanos. Brasil es un país muy poderoso que ha tenido la política siempre de instalarse en sus fronteras y ha asegurado que las poblaciones del lado brasileño fueran más pujantes y más atendidas que las nuestras. Pusieron mucha presencia de medios radiales y televisivos.

Esos diez años de abandono o casi de silencio a los que se refirió fue rebajar la emisora al nivel de repetidora de lo que salía de la calle Maipú en Buenos Aires...
Buena parte de ese silencio, no todo, estuvo antes y después en la década del noventa, durante el gobierno de Carlos Menem. Durante los noventa uno todavía puede preguntarse qué pasó que no terminaron privatizados la radio y los medios públicos. Pero a falta de privatización fueron desmantelados. Cuando el gobierno de Néstor Kirchner asume en el 2003, Radio Nacional Puerto Iguazú ya estaba silenciada. Ni siquiera podía retransmitir Buenos Aires. Ahora se retransmiten los panoramas informativos y cada radio elabora sus propios noticieros y sus programas.

Pero aquí había empleados, había estación...
Cuando yo me hice cargo en 2009 acá había trabajadores y fueron ellos los que me dijeron “ojalá pueda hacer todo eso que dice que quiere hacer, porque para nosotros era indigno andar por las calles de Puerto Iguazú y que a cada rato nos dijeran ‘ustedes ganan buenos sueldos por no trabajar’.” Había ocho, ¡ocho, eh! trabajadores que cobraban sus sueldos que en 2004-2005 tuvieron un incremento importante. Además de estar abandonada la radio, los medios públicos, sobre todo Radio Nacional, tenía sueldos paupérrimos en todo el país. Hubo gente buena que cuando esto dejó de funcionar se fue porque esto ni siquiera atraía por los salarios. Alguna gente se quedó pero nada más porque pertenecer a Radio Nacional tenía su prestigio. Cuando me hice cargo de Radio Nacional Puerto Iguazú y la gente se enteró se puso muy contenta, sorprendidos pero contentos. Radio Nacional fue la primera radio que pudieron escuchar en muchas partes del país. Hay que recordar que en 1972 las FM no asomaban ni por ahí. Aquí, cuando comenzó, era la única voz argentina. Estaciones brasileñas y también uruguayas siempre se escucharon. Se impusieron las FM de Paraguay más las AM de Brasil, que siempre le dio mucha importancia a las AM... De este lado en Misiones tenemos tres emisoras AM, Nacional, Radio Provincia y una radio del obispado. En esta zona, las FM le han pasado por encima a la Amplitud Modulada. Pero cuando sólo existía la AM, ésta era la única radio.

¿Eso lo deja a uno pensando en qué tipo de equipamiento técnico tenía la radio en esa época que parece tan lejana?
Transmisores de la época, con válvulas, instalaciones que requerían mucho espacio. Aclaro que cuando llegué en 2009 tenían equipos más modernos, pero tenían también unos cuantos años. Pero era equipo obsoleto. Yo me encontré con una radio en donde no había micrófonos, que más o menos representa lo último en el escalafón de emisoras. Estaba obsoleto todo. Sin embargo, estamos en un edificio muy lindo, amplio y cómodo, que se inauguró en 1982. Los militares tenían esa obsesión con hacer edificios fuertes. Se construyó especialmente para alojar una radio, con lo que tiene una condición especial donde todo, equipo y personal, se encuentra instalado para trabajar en radio y no otra cosa. Pero entre 1982 y 2009 no hubo inversión. Son 27 años, es mucho tiempo.

Bueno, y ¿quién hizo qué a partir de ahí para reconstruir una emisora?
Antes que responder a eso debo decir que a veces me pregunto ¿qué hizo la democracia por todo esto? No pregunto para insultar sino como un planteo de vida y de gestión. Los trabajadores de la radio, gente con la que me encontré al llegar, insisto, era gente que se puso contenta de que iba a recuperar la dignidad de trabajar para ganarse el sueldo. Yo preguntaba, por ejemplo, qué programas recordaban, para tener una idea del recorrido a lo largo de los años: ni siquiera hubo archivo histórico. El personal recordaba siempre programas musicales que se hacían durante la dictadura (risas). Recordaban cuando la dictadura les pasaba las listas de los temas que no se podían dar al aire, contaban cómo no podían decir nada al aire que no estuviera pre escrito y controlado... Así. Ahora, les preguntaba de la democracia y no tenían memoria de nada. Salvo la de algún personaje o un actor... Venimos de un país en el que las democracias fueron duramente lastimadas y pensar en treinta años de democracia es casi nada en tiempo. Confío en que la democracia ahora les está dando la oportunidad de reparar eso. En 2003 se encontró una Radio Nacional Puerto Iguazú desmantelada con personal que cobraba y que siguió así hasta el 2009.

Acá afuera del edificio hay casillas en ruinas cobijando antiguos generadores y otros equipos, notables por su tamaño y operados en otra época. ¿Qué se hace con todo eso?
Estaba también el equipo de aire acondicionado central para todo edificio, algo muy especial si pensamos que un equipo así data de varias décadas y era casi único en la zona. Y está todo desmantelado y uno pregunta: ¿qué pasó con todo esto? Obvio que hace años dejó de usarse ese tipo de equipo. Pero aquí nadie sabe decir qué pasó con todo eso, cómo fue que las máquinas un día se detuvieron para siempre, nadie sabe. Y ahí siguieron, en su lugar. Es un panorama muy triste.

¿Se puede saber o estimar cuál fue el monto de inversión para la recuperación de esta emisora? Me refiero a equipos de transmisión, reparación del edificio, equipamiento interno, todo...
Estamos en pleno presupuesto para la puesta en valor del edificio. A fin de 2014 se comienzan a encarar todas las refacciones. En 2009 me encontré con un equipo de transmisión de FM de un kilowatt, que tiene un radio de alcance de entre sesenta y ochenta kilómetros, depende de la geografía, que en este lugar tiene muchas ondulaciones. Pero en ese momento me parecía terrible que tuviésemos un equipo nuevo ahí parado. Lo pusimos al aire, sin tener consola, tuvimos que recurrir a colegas en otras emisoras para hacer grabaciones en CD, no teníamos computadoras, la radio nunca había tenido Internet, en 2009. Creo que yo empecé a trabajar con Internet hacia fines de los noventa.

Pero mantenían el pasto cortadito y cuidado...
Usted sabe que lo único que se conservó bien durante muchos años fue el pasto. Los trabajadores de la emisora tenían una buena cortadora, pero el combustible lo proveía uno de los vecinos comerciantes de por acá a cambio de usar el espacio de estacionamiento en el frente. Así se mantenía bien el pasto. El encargado era uno de los trabajadores de acá. Debía ser el único que hacía algo. Vuelvo a lo que decía, la recuperación tecnológica ha pasado de nada en AM a un equipo de última generación, digitalizado, de 25 kilowatts, más un equipo de transmisión de FM de 10 kilowatts. Solamente en equipamiento estamos pasando el millón de pesos. Y ahora viene la refacción del edificio, que me imagino no va a ser menos del millón, millón y medio de pesos. A veces pienso en cuando tenga que dar un paso al costado, porque éstas son gestiones políticas..., cómo voy a hacer para pedir a los que vengan que entiendan cuánto esfuerzo y cuánta inversión se ha puesto en mantener y hacer crecer esta emisora y que aprecien el valor de todo esto que se ha hecho.

La pregunta quizá sea obvia, pero ¿por qué el gobierno o la dirección de Radio Nacional ha puesto tanta atención en levantar a Radio Nacional en lo que es la última etapa de su gestión?
A mí no me gusta mucho hablar bien de los directivos de una repartición pública justo donde estoy yo empleada, porque parece que uno estuviera rindiendo pleitesía a la gente de la que uno depende. Pero de algo estoy convencida, y es que en la gestión de Tristán Bauer al frente de la radio y televisión argentina, con la fuerte inversión que se hizo en la recuperación de la televisión pública, dado que la programación y calidad de la imagen son hoy de lo mejor que hay en este momento en el país, más la gestión de María Seoane al frente de Radio Nacional, se ha tomado la decisión a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de recuperar los medios públicos y los termina de fusionar en esto que es hoy radio y televisión argentina. Esto se ordena legalmente a través de una ley. La orden es recuperar el sistema en lo tecnológico, lo edilicio, en recursos humanos y con un seguimiento estricto que nunca he visto. Esta es la primera vez que yo trabajo en la función pública pero no conozco ni tengo antecedentes de un seguimiento de gestión de los mismos directivos de esta empresa del Estado en cada proyecto que se decide. Son cincuenta emisoras de radio en todo el país. Bueno, como dije, no me gusta ponderar a los jefes (risas), pero lo digo porque lo siento así. Si no creyera en lo que digo yo no estaría en Radio Nacional Puerto Iguazú. Creo que hay convicción, hay una decisión de dejar bien puestos los medios públicos para quienes sean los que vengan.

Debe haber unos cuantos que preguntan por qué se hace semejante inversión en vísperas de irse el gobierno el año que viene.
Me lo puedo preguntar yo misma. Pero, la verdad, no me veo conduciendo esta radio sentada en una oficina mirando por el ventanal del frente al tráfico, a las cataratas, no me veo así simplemente, porque en un año me voy...

Su provincia se lo reconocerá...
Qué va..., pero en serio, esto se hace en base a una decisión política de lograr una transformación. ¿Quiénes van a tener las mínimas condiciones para desarrollar este proyecto? Yo vengo del periodismo gráfico y también de la radio. Allá por el ‘92 alguien me pidió que ayudara en los inicios de la FM de la Universidad de Misiones que estaba por salir en el ’93. Me negué porque nunca había hecho radio. Insistieron. Me puse a estudiar un poco y me atreví. Luego tuve un emprendimiento propio y finalmente Radio Nacional Puerto Iguazú. Aquí he ido desde el micrófono hasta el último papel en la administración. La radio se convierte en pasión.

En algún momento me comentó que tienen buena audiencia ahora en Paraguay...
Se da una situación muy interesante. Nosotros nos planteamos el contenido de Radio Nacional Puerto Iguazú dirigido a alentar un espacio de integración, objetivo casi contrario a la razón de ser de su creación, que era para convertirse en una trinchera contra posibles conflictos con países hermanos. Tenemos un programa todas las tardes de una retransmisión de un panorama en portugués, que produce Radio Argentina al Exterior (RAE). Logramos llegar a mucha gente en Foz de Iguazú y alrededores. Y con Paraguay es más fácil porque el idioma nos une, pero además le agregamos programas en guaraní que vienen de agencias alternativas. Sucede en bastantes oportunidades que nos llaman a la radio para agradecernos que les contemos cosas de su país que no las pueden escuchar en Paraguay. Entrevistamos gente de allá con cierta frecuencia y hay una agencia de noticias alternativa que se llama Nañe-Ñeé, que significa algo como “gran manifestación” y es una especie de cooperativa donde confluyen varias emisoras. Nosotros tomamos material de esa agencia, aclarando la procedencia. Eso entra en un gran compilado que sale los sábados en un programa que se llama “Voces de la patria grande”. También retransmitimos de un portal que se llama “Voces del sur”, que reúne programas de las radios públicas del continente que ahora se fusionan con las televisoras públicas de la región. Es como haber dado la vuelta entera, de los orígenes en que nos gritaban de todas partes, hicimos un regreso con voz propia.

Un compromiso con el periodismo
Conoció a un chico en la secundaria, activista él de la JP. Fue su novio, luego su marido y el padre de sus cuatro hijos. “Lo conocí al comenzar la adolescencia y nuestro secreto era que me enseñó a dar un beso en la boca cuando tenía 13 años.” A los 15 años, “él ya era militante, tiempo después se enganchó, no recuerdo si era en las FAR o las FAP, que después se fusionaron con Montoneros”. El pibe estaba en política, luego en el frente universitario, estudió Derecho en Corrientes, de donde se volvió a Misiones a fines del ‘75 porque las Tres A le mandaron varias advertencias. Luego del golpe, la dictadura lo secuestró, el 20 de octubre de 1976, y lo mantuvo desaparecido. “Finalmente sucedió lo que en la dictadura: desaparecías o te blanqueaban.” Lo blanquearon, estuvo a disposición del PEN y después fue condenado por un Consejo de Guerra en el Chaco... Viendo crecer a mi hijo varón cuando llegó a esa edad o quizás un poco más, lo miraba y me preguntaba, ¿cómo se podía ser tan cruel con un chico de esa edad?”
La relación afectiva que tuvo con ese novio se convirtió en un compromiso. “Estuvo siete años y dos meses detenido. Salió en libertad en la víspera de Navidad de 1983, catorce días después de asumir Raúl Alfonsín... Estuvo detenido en la cárcel de Candelaria, de aquí en Misiones, en la cárcel de Resistencia, en la de Coronda, Caseros, Villa Devoto, La Plata, Rawson y finalmente vuelta a Candelaria. Yo siempre le digo que por lo menos a mí me sirvió para recorrer el país. Aunque él no conoció nada. Eso era parte del sistema represivo, ir trasladando a los presos para alejarlos de la familia, dificultar visitas...”
María Itumelia Torres nació en Resistencia, Chaco, por “circunstancias” geográficas, y sus padres enseguida se reinstalaron en Posadas, Misiones. Ella se describe como “nacida y criada en la tierra colorada”. Cuando tenía 18 años decidió entrar al periodismo. Primero fue al diario El Territorio. De eso hace más de 30 años. Pasó luego al diario El Libertador, de corta existencia, con un “staff” de periodistas de Capital Federal traídos para hacer el diario. Volvió a El Territorio, pasó al diario Primera Edición, estuvo en la FM de la Universidad de Misiones.
Tuvo emprendimientos propios, “que costaron mucho y no sobrevivieron”: revista La Pizarra, durante la guerra de Malvinas, La Capital del Nordeste, de distribución gratuita. Puso su propia radio, tuvo un paso breve por la televisión, “cosa que no me gusta mucho”. Un día le propusieron que se mudara a Iguazú, que hiciera los 300 kilómetros de su Posadas “natal” y de su lugar en el mundo, para dirigir la recuperación de Radio Nacional Puerto Iguazú.
Es gente que se jugó por todo, motivo de este diálogo.
Fuente: Diario PáginaI12

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