lunes, 22 de noviembre de 2010

"Una radio pública no es un medio que está al servicio de un presidente"

En Europa, los medios públicos de información tienen calidad y credibilidad. Son servicios de los que se apropian los ciudadanos, dice la periodista de Radio Francia Internacional, para quien la existencia de estos medios indica cuán consolidado es un Estado
Por: Susana Oviedo, soviedo@uhora.com.py
La periodista Angélica Pérez, de Radio Francia Internacional, emisora pública del país galo, asegura que una radio pública no necesariamente debe estar al servicio del presidente de turno.

¿Qué hay que entender por radio pública?
La radio pública se inserta dentro del concepto público de un Estado que garantiza a sus ciudadanos el derecho al acceso a la salud, a la educación, a la información. Por eso los medios en Europa son esencialmente públicos. Eso no quiere decir que no haya medios de comunicación privados, pero sucede totalmente a la inversa de lo que se da en América Latina.

¿Cómo es eso?
La historia de los medios de comunicación en América Latina y la relación con la audiencia se basan en los medios privados, que tienen muchos más recursos, más cubrimiento y más posibilidad de estar informando permanentemente. En tanto que las radios públicas están en el feudalismo mediático.

¿Cómo es en Europa?
Las radios europeas funcionan al contrario: uno escucha las radios públicas, ve la televisión pública. Son medios serios, respetados, en tanto que las radios privadas son las que transmiten la música cliché y tienen una calidad más baja. En Francia, por ejemplo, tú vas en un taxi y el conductor escucha la radio pública. Hay una apropiación del medio, así como la gente no va al hospital privado, porque para eso paga impuestos, que le garantizan que el servicio en un hospital público será bueno. Además, lo privado no es sinónimo de buena calidad. Alguien que trabaja para el sector público está obligado a rendir cuentas, a prestar un buen servicio al ciudadano y en ese contexto entra la radio pública.

¿O sea que el concepto de lo público está supeditado al grado de desarrollo de un Estado?
Sucede que cuanto más consolidado se halle un Estado, los ciudadanos sienten muchas cosas como suyas. Pagan impuestos para que existan esos servicios, para tener un Estado social, donde los niños vayan gratis a la escuela, los jóvenes accedan a una universidad gratuita así como el servicio de salud, y que la información sea un servicio público, porque los ciudadanos pagan para sostener a los medios. No para que estos oficien de voceros del Gobierno. Así como un hospital público no es vocero de los médicos amigos del Gobierno, la radio pública no es el micrófono del Gobierno de turno.

Por lo que describe, al menos en Europa no es una radio más. Supongo que el contenido y la calidad también hacen que la gente se apropie de ella.
Sí, y porque es independiente. Uno lo sabe y lo ve. No porque sea público, le pertenece al Gobierno. Pertenece al Estado y el Estado somos todos: gobernantes, legisladores y los ciudadanos. No se concibe que la radio pública sea la que esté emitiendo al presidente cada dos por tres. Al presidente lo publican los medios en general, cuando tiene algo que comunicar. Una radio pública no es un medio al servicio de los presidentes.

Esa no es la realidad latinoamericana.
Claro, porque en la medida en que el Estado es reemplazado por grupos de presión económica –que es la realidad de muchos países latinoamericanos–, la radio, como la escuela y la universidad, les pertenecen a estos grupos. En América Latina los medios pertenecen a grandes emporios, impresionantes.
Los controles o mecanismos que eviten la irresponsabilidad, la manipulación, que coarten la libertad de expresión, insulten, digan mentiras, tumben y monten gobiernos, no pueden exigirse de la misma manera en lo privado que en lo público. En el ámbito público hay claros sistemas de control. Aclaro, no estamos hablando de que un Gobierno dicte normas y pautas respecto de con quién se debe hablar en un medio de comunicación.

¿Un país que no tiene un medio de comunicación público refleja la incipiencia de su democracia?
Por supuesto; un país que no tiene un medio de comunicación pública, que no tiene el concepto público insertado en su dinámica, es un país que no tiene un Estado fuerte, en el que lo público va al lado de lo social. La radio pública no es el gran negocio, es un servicio social. Tiene la responsabilidad estatal de servirle a su gente. Un Estado que todavía no concibe lo público es un Estado que se halla en un incipiente proceso de formación democrática. Volvamos al Viejo Continente: el nivel de audiencia de las radios públicas es enorme en Europa, porque lo público existe, "es lo nuestro". De la misma manera que nadie, cuando enferma, se plantea la idea de ir a un servicio privado de salud. Si no hay calidad, se exige. Las instancias para investigar, juzgar y castigar funcionan.

Un espectro radioeléctrico democratizado e Internet
Con el principio de "No hay que excluir", Angélica Pérez aborda el concepto de democratización del espectro radioeléctrico.
En su opinión, un Estado que no tiene "miedo de tambalearse", porque sabe lo que hace y porque se ha consolidado, tampoco tiene que temer a la diversidad.
"Está bien (democratizar el espectro radioeléctrico), el ciudadano es el que con el control escoge: escucha esto o lo otro. Pero no se excluyen, ni se anulan los medios públicos, privados y comunitarios", sostiene.
Piensa que democratizar la asignación de frecuencias depende de la voluntad política y de una apertura.
"La diversidad es importante. A mí me parece que las radios comunitarias en los países latinoamericanos son profundamente interesantes. Hacen de contrapoder y permiten escuchar una gran variedad de voces", resalta.

Internet Con relación al impacto de la red Internet en las radios, Angélica dice que el medio radiofónico no cambia en esencia.
"Al fantasma de la voz no lo reemplaza nadie. La gente deja de leer, pero no deja de escuchar, al menos que le dé sordera. La radio sigue siendo una compañía. A mí me sorprende subirme a los taxis y que el conductor esté escuchando radio. O constatar que las personas al salir de la casa escuchan en el coche la radio para enterarse de las novedades del día". Dice que, así como en los años 50 en los Estados Unidos, hoy hay jefes de Estado que, conscientes de la importancia de la radio, a las 5 de la mañana ya están hablando a los pobladores de los pueblos, a través de una emisora, porque saben que hay un transistor que los acerca a la gente", resalta.

Las frases
La radio pública no es el gran negocio; es un servicio social. Tiene la responsabilidad estatal de servirle informativamente a la gente.
La audiencia no abandona a la radio, pese a Internet. La sintonía permanece. En la medida en que colgamos audio en la web, se multiplica la difusión.

Fuente: Diario Última Hora

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