domingo, 17 de octubre de 2010

El mercado del papel de diario según Perfil

Un mercado delicado como el papel. Como afecta y condiciona a cada medio
Las editoriales se alinean frente al proyecto oficial sobre Papel Prensa, de acuerdo con su realidad económica más que con las preferencias políticas. Quién compra y quién vende
Por: Sebastián Iñurrieta
El proyecto oficial para declarar la producción de papel de diario “de interés público” dividó las aguas entre las empresas periodísticas del país. Para comprender cada postura, se puede parafrasear a Bill Clinton: “Es la estructura de costos, estúpido”.
Por las características actuales del mercado mundial del principal insumo de los diarios, la intervención estatal en el mercado del papel tiende a resultar atractivo para las empresas más pequeñas. Son ellas, por eso, quienes alzan la bandera de la propuesta oficial. Mientras otros poseen la capacidad de no depender de los camiones que salen de la papelera de la localidad bonaerense de San Pedro.
Pero la política también dice presente. Sobre todo, porque el embate oficial se produce en medio de la batalla entre el Gobierno y el Grupo Clarín, propietario del 49% del paquete accionario de la compañía que tiene también como socios a La Nación (22%) y al Estado (27%).
¿Por qué otros diarios no ven con buenos ojos al proyecto que, en teoría, los beneficiaría? El mercado mundial del papel es volátil. Hace poco tiempo, el producto de Papel Prensa era US$ 200 más barato que las ofertas del exterior. Hoy no ocurre lo mismo.
En la Argentina, un diario tiene tres formas de adquirir papel. La primera es a través de Papel Prensa. En promedio, la empresa abastece al 74% de las 225 mil toneladas de papel de diario que consume por año el mercado local. Históricamente, varios medios discutieron los cupos de toneladas que la empresa les permitía comprar. En la polémica actual, El Grupo Uno, que encabeza Daniel Vila, denunció que, como uno de sus diarios competía en Mendoza con un medio de Clarín, la papelera no le vendía. El Gobierno apuntó contra la política de descuentos de Papel Prensa e impulsó un precio único.
Papelera Tucumán, que hoy pertenece al holding del ex alfil menemista Alberto Pierri, nació junto a Papel Prensa con el mismo propósito. Pero luego de quebrar en los ’90, se abocó al papel obra. Hoy, apenas vuelca al mercado un puñado de toneladas al año.

Sin más opciones locales, muchos apelan a Chile, país que tiene una capacidad de 330 mil toneladas y exporta la mayoría. A la Argentina ingresa por camión y no es demasiado costosa la nacionalización del papel. Aún con el flete, actualmente es más barato el producto chileno que el de Papel Prensa.
El mercado ofrece las mejores oportunidades en las llamadas “compras spot”, de venta inmediata, que debido a un contexto específico, generalmente de crisis, pueden celebrar acuerdos hasta con el 25% de descuento. Las grandes compañías gráficas suelen aprovechar estas ofertas únicas con papeleras de Canadá, Finlandia y Rusia, entre otros. Claro que para ello, deben contar con una sólida estructura empresarial.
El volumen del pedido, el pago adelantado y las capacidades de importación que semejante operación requieren no están a la altura de todos los diarios. Además, los gastos de aduana y trasporte suman hasta el 9% de la cifra de la compra.
Finalmente, el otro actor en la ruta del papel de diario son los distribuidores. Se trata de empresas que adquieren papel de Papel Prensa y, en mayor medida, del exterior, para su reventa. En momentos de escasez del insumo en el mercado, pueden llegar a cobrar hasta 20% sobre el precio original.
Por ejemplo, para las elecciones, el papel de diario es usado para la impresión de boletas. Para evitar tener que salir al mercado deseperado por conseguir papel, las grandes empresas mantienen un stock de tres meses de papel. Por eso, son los diarios más pequeños quienes sufren esos vaivenes. Así se explica su adhesión al proyecto oficial.

Por qué algunos no dieron datos
Los números de consumo de papel de diario son datos sensibles en la industria editorial. A tal punto que esta investigación lleva semanas de realización. Aún así, varios actores se negaron a brindar datos.
“No voy a contestar esta pregunta porque en la última nota que se me consultó sobre Papel Prensa se mencionaron todas las opiniones de los principales medios gráficos menos la del diario Perfil, lo cual demuestra que creen estar más allá del bien y del mal”, respondió, excusándose de dar datos para la nota, el empresario Sergio Szpolski, editor de Tiempo Argentino, BAE, Diagonales de La Plata y Miradas al Sur. Szpolski se refirió así al artículo publicado en Perfil el 26 de septiembre en el cual se relevó la postura sobre el proyecto de ley que pretende establecer al papel como un insumo de interés público. Entonces, fueron consultados los diversos grupos editores, y efectivamente no constaba la posición de Perfil. Sin embargo, Szpolski se rehusó a confiar las toneladas de papel de diario que consumen sus medios a pesar de que se le informó que esta nota contendría la posición de Perfil, que consta en el cuadro publicado en la página anterior.
Tampoco respondió al requerimiento de Diario Popular, luego de tres intentos, uno de ellos incluso con un directivo del diario.
Por su parte, el Grupo Olmos, editor de Crónica, tampoco accedió a brindar información oficial, a pesar de lo cual se indican datos de mercado y obtenidos de fuentes no oficiales de la compañía.

Fuente: Diario Perfil

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