viernes, 22 de octubre de 2010

Aníbal Fernández: "ni una línea gastó la SIP para denunciar el crimen de Adam Ledesma Valenzuela"

El jefe de Gabinete Aníbal Fernández, formuló hoy duras críticas a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a la que acusó de defender los intereses de las empresas y no la libertad de prensa
"La SIP ha hecho de su tan mentada defensa de la libertad de prensa una clara defensa de la libertad de empresa", dijo Fernández en el acto de clausura del tercer Congreso Mundial de Agencias de Noticias, celebrado en la sureña ciudad argentina de Bariloche.
Ante un auditorio de directivos de agencias internacionales, varios de ellos miembros de la SIP, dijo estar "preocupado" por "el manejo de la libertad de expresión y el manejo economicista que se le da a esta idea de un tiempo a esta parte".
"La libertad de expresión ha perdido dos letras para convertirse en libertad de presión de los medios concentrados hacia otros sectores de la sociedad", señaló.
"Es a todas luces inconcebible que mientras el presidente de Ecuador, Rafael Correa, estaba literalmente secuestrado y el golpe de Estado iba tomando cuerpo, la SIP mandaba comunicados de condena a la violación de la libertad de prensa que implique la obligatoriedad de la cadena nacional", subrayó.
"Era más importante evitar la cadena nacional que la vida de un presidente", señaló.
Criticó particularmente al presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, subdirector del Diario las Américas, de Miami, por referirse a la sublevación policial del 30 de septiembre, catalogada por el Gobierno ecuatoriano como un intento de golpe de estado, como una "situación de convulsión".
"La SIP es una entidad de fines de lucro, dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa en las Américas, y tiene la misión de combatir la violencia contra los periodistas. Nadie puede estar en desacuerdo con semejante objetivo", sostuvo.
Pero afirmó que los directivos de la SIP se "desvelan poniendo el ojo en teóricos atentados sufridos por periodistas en Bolivia o en Ecuador, pero cuando cae asesinado por las fuerzas paramilitares un periodista independiente en Honduras, como sucedió con Gabriel Noriega, la SIP enmudece con la velocidad de un rayo".
Aseguró que esa "misma mirada sesgada la utiliza en Argentina", criticando, por ejemplo, la nueva ley de medios audiovisuales.
Criticó que "ni una línea gastó la SIP para denunciar el crimen de Adam Ledesma Valenzuela", un reportero de origen boliviano, director del semanario comunitario "Mundo Villa", asesinado este año en Buenos Aires.
"Es entendible que no les importe. Ledesma no pertenecía al establishment de los periodistas reconocidos. (...) ¿Entonces de qué misión de combatir la violencia contra los periodistas me hablan?", dijo Fernández.

Los medios al señalar solamente las cosas negativas de los gobiernos genera un pésimo humor político a la ciudadanía
Fernández fustigó, duramente, al monopolio de los medios de comunicación, y aseguró que “la libertad de expresión ha perdido sus dos primeras letras, ahora solo es libertad de presión, que la ejercen los grandes medios empresariales de comunicación, que buscan domesticar a la sociedad, desinformando, minimizando las grades acciones de los Estados y magnificando hechos irrelevantes socialmente”.
Asimismo, ejemplificó el caso del Presidente Lula, que fue duramente atacado por el monopolio de los empresarios de la información, desde sus medios de comunicación, “pero toda crítica cesó cuando el mandatario anunció que iría a un tercer mandato. Ahora que Dilma Rousseff, de la mismísima línea de Lula, lidera las encuestas han vuelto a las acusaciones de corrupción, etc.”, dijo Aníbal Fernández.
“Nosotros necesitamos que en esto exista una objetividad, que a veces no es la concreta, y que esa objetividad permita mostrar las cosas las cosas malas, si uno no está queriendo que eso se omita, pero también mostrar las cosas buenas; lo que sucede es que acá se olvidan de las cosas buenas ex profeso o yo no sé cuál es la razón”, dijo.
Señaló, además, que se nota con claridad, que a veces hay una cierta vocación hacia olvidar las cosas que hacen los gobiernos, y al señalar solamente las cosas negativas de los gobiernos genera un pésimo humor político a la ciudadanía.
El jefe del Gabinete de Ministros, señaló que la tarea de las agencias de noticias, públicas y privadas es contraponer estos poderes mediáticos y que en algunos casos también son fácticos. Las Agencias, dijo, deben colaborar para reconquistar la Libertad expresión y ayudar a sostener las democracias.
En el caso de las Agencias Públicas, dijo, que están llamadas a romper los cercos de desinformación de las empresas de medios de comunicación, que cuenta a la población solo lo que quieren, lo que a sus intereses les conviene. “Que Vuelvan las noticias. Las buenas y las malas, que se critique pero que también se reconozca los avances. Estas agencias (publicas) deben ser altamente profesionales. Recuperar la objetividad informativa, ganarse el respeto de la veracidad”.
“Nosotros necesitamos que en esto exista una objetividad, que a veces no es la concreta, y que esa objetividad permita mostrar las cosas malas, si uno no está queriendo que eso se omita, pero también mostrar las cosas buenas; lo que sucede es que acá se olvidan de las cosas buenas ex profeso, o yo no sé cuál es la razón”, dijo.
Señaló, además, que se nota con claridad, que a veces hay una cierta vocación hacia olvidar las cosas que hacen los gobiernos, y al señalar solamente las cosas negativas de los gobiernos genera un pésimo humor político a la ciudadanía.

Fuente: Agencia EFE y IpParaguay

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