domingo, 20 de septiembre de 2009

Nelson Castro: “Hay políticos que se opusieron a la nueva ley de medios sin conocerla”

En el programa Visión Siete que se emite por el canal público todas las mañanas, el periodista Alejandro Fabbri entrevistó a su colega Nelson Castro. El tema fue la nueva Ley de Comunicación Audiovisual y la posición de Julio Cobos frente al debate. Aquí se reproducen algunos fragmentos significativos del reportaje:
¿Cómo ves la posición del vicepresidente en el debate sobre la nueva ley de medios?
He criticado la posición de Cobos porque es insólita y encara un proyecto opositor. También he cuestionado la posición de la Presidenta porque no ha hecho nada para restablecer un diálogo con el vice. Después de la 125 no hablaron más y es un hecho inconducente.

¿Cómo ves la idea de Cobos, de aumentar la cantidad de comisiones para el debate en el Senado?
No me parece mal. Por más que aumente las comisiones la ley va a estar antes del 10 de diciembre. Para el Gobierno sería mejor.

Según Rossi, estirar el debate es estirar las tensiones.
Cuando estás convencido, un poco más de tiempo no hace nada.

Sobre el reclamo que buena parte de la oposición, en relación a los derechos adquiridos que supuestamente violaría la nueva ley de medios, ¿cómo se hace una norma antimonopólica si no se pueden tocar los monopolios actuales?
Monopolios, como tal, no creo que existan. Clarín tiene una posición dominante, no es lo mismo. La nueva norma tiene un elemento anticonstitucional, porque no se pueden quitar derechos adquiridos. Imaginate que después llegue otro gobierno y cambia la ley que se aprobó ahora. De ese modo es imposible llevar adelante cualquier proyecto. Esta ley surge como consecuencia de la disputa entre el Gobierno y el Grupo Clarín. Más allá de que tiene muchas cosas buenas y otras malas.

¿Cómo influiría la nueva ley en la vida cotidiana?
La gente no tiene en claro los contenidos de la ley. La va a asumir cuando la viva. Los medios locales, en las provincias, tienen una enorme dificultad para trasmitir conflictos en sus localidades porque está la presión de los gobiernos. Es a través de los medios nacionales que pueden tener salida. Esto es algo que está presente y la nueva ley no va a cambiar.

Algo en lo que seguramente coincidimos es en que haya más producción local en los medios. Esto va a generar más trabajo.
No sé cuán viable sea.

¿Te parece que hay algunos políticos que condicionan su postura para obtener favores de los grandes medios?
Seguramente que hay. Es una actitud equivocada. Muchos que se han opuesto no conocen la ley. Finalmente, nos hemos privado de que salga una norma mejor y perdurable. Se van a generar tensiones porque mucha gente va a quedar sin trabajo. Lo bueno hubiese sido sacarle todas las sospechas y que las voces políticas y de la sociedad pudiesen estar presentes. Tenemos un país bipolar, donde si uno dice A es porque está contra B. Y la verdad es que existen grises.

Carlos Raimundi: “La ley no es en contra de un grupo”
El oficialismo tenía que ser cuidadoso con las formas para evitar que posibles aliados, que pueden compartir los contenidos, se opusieran”, destacó Carlos Raimundi, diputado de Solidaridad e Igualdad (SI).
¿Cómo negociaron la ley?
Cuando se presentó el proyecto, nosotros mantuvimos nuestra posición de apoyarlo. Pero al mismo tiempo vimos la necesidad de proponer algunas mejoras, muchas provenían de reclamos que se habían manifestado en las audiencias públicas, por los grupos de música independiente, del cine y pueblos originarios. Todos tenían que ver con una mayor participación, transparencia e involucramiento de la sociedad civil. Tomamos dos grandes ejes. Para la autoridad de aplicación, pensamos que en un país con una cultura donde lo público siempre fue tomado como instrumento de gobierno y no como representación de la sociedad era necesario reducir la mayoría absoluta del Poder Ejecutivo. En ese sentido estamos conformes con la modificación existente. El otro eje era el tema de las telefónicas. En mi opinión personal, el objetivo era impedir que conformaran una posición dominante en el mercado.

¿Cómo influyó la eliminación de las telefónicas de la ley?
Creo que hubiera sido mejor regularlas muy severamente en la ley, porque al haberlas quitado las devolvemos al actual esquema de desregulación monopólica que tienen. Queda pendiente sancionar un marco regulatorio integral para todo el sistema de telecomunicaciones. De todas maneras, la Presidenta decidió apartar las telefónicas en una jugada que le ayudó a la ley a ganar consenso.

¿Cómo fue la reunión con Clarín?
Fue una reunión cordial, donde querían transmitirnos la mirada de su grupo. Tuvieron una reacción que no comparto pero tiene sus razones. La ley no pone límites a un solo grupo, pero indudablemente la empresa que más se excede del marco de la ley es la que más ve afectados sus intereses. Lo más rescatable de esa reunión fue que en ningún momento nuestro espacio especuló si convenía tener una posición cercana al Grupo.

Patricia Vaca Narvaja: “Fue una construcción colectiva”
La diputada del Frente para la Victoria analiza el paso adelante de la Ley de Medios en la Cámara baja. Hay que dejar claro que la sesión especial gozó de la plena legalidad frente a las denuncias de los que nunca quisieron debatir esta ley”, enfatizó la diputada del Frente para la Victoria.
Yendo al debate, ¿Cómo se llegó al consenso?
Reuniones en el Congreso, en mi oficina con los responsables de la conducción del bloque, Rossi, Fadel, Malconato, el ComFeR, bloque Popular y Social, la Concertación y diferentes fuerzas de la centroizquierda. Los socialistas acercaron sus propuestas y nosotros tratamos de discutirlas, acordando y avanzando. Fue una construcción colectiva con una fuerte participación de los sectores de todo el país.

¿Acredita el triunfo al retiro de las telefónicas?
Creo que sí. Fue parte de la construcción colectiva, como toda corrección y realización de esta ley, que no arrancó ahora, sino hace mucho tiempo. La Presidenta recogió las diferentes propuestas, miradas, y sobre todo el temor que significaba la incorporación de las telefónicas. La teníamos permanentemente informada sobre las reuniones. Por eso tomo la iniciativa de sacarlas.

¿Por qué la oposición denuncia que la sesión no fue legítima?
En realidad fue el último artilugio que quisieron utilizar para dar una respuesta más mediática en función de que su postura es absolutamente funcional a los grupos mediáticos concentrados que sienten afectados sus privilegios. La sesión especial goza legitimidad. Son absolutamente falsos los dichos de la oposición.

¿A qué se debe esa actitud?
A un temor reverencial a los medios. Priorizan su construcción política en función de tener mayor pantalla, más que en la actuación política a través de la militancia.

Las modificaciones del consenso
Dos miradas sobre lo que dejó el debate de la Ley de Medios en la Cámara de Diputados.
Por: Victoria Linari, vlinari@miradasalsur.com

Gustavo López: “La oposición no tiene interés en cambiar la ley”
Como todo proyecto o como toda ley con media sanción, siempre es opinable desde distintos puntos de vista, políticos, ideológicos o en la propia concepción de la comunicación. Pero las grandes dudas que se planteaban sobre el proyecto oficial se despejaron con las modificaciones que se les hicieron a los tres o cuatro puntos esenciales y más conflictivos”, asegura Gustavo López. Desde el Partido de la Concertación la fuerza política de la que proviene presentó su propio proyecto que difería de la iniciativa original del Ejecutivo al no permitir el ingreso de las telefónicas al negocio de los servicios audiovisuales y al proponer una integración diferente del ente regulador. El actual subsecretario general de la Presidencia evalúa positivamente las modificaciones al proyecto y reconoce que existió un intento de consenso por parte del oficialismo para conseguir aprobarlo a partir de un amplio acuerdo con la oposición. “Lo que no existió es voluntad de participar de ningún mecanismo de consenso por parte de algunos sectores de la oposición, y esto dificultó avanzar en otras muchas modificaciones”, asegura.

La decisión final de dejar fuera a las telefónicas coincide con una propuesta de su partido
Sí, me parece bien que por ahora no entren las telefónicas. Pero antes de que se elimine ese artículo ya se estaba trabajando una modificación en la redacción para que pudieran ingresar después de tres años o después que desmonopolizaran el 15% de sus servicios.

¿Y acuerda con la modificación en la autoridad de aplicación?
Ahí había distintas propuestas: desde la Concertación proponíamos un miembro por el Ejecutivo, tres del Senado y tres de Diputados; Lozano pedía más participación del Consejo Federal. Se llegó a una fórmula de consenso entre todos los sectores que quisieron participar de la discusión, pero los que no quisieron ni hablar, tampoco presentaron ningún proyecto. El único presentado por escrito es el de Silvana Giudici, y hay que leerlo: propone un miembro nombrado por el Presidente y los otros cinco por el Consejo Asesor, y no garantiza ninguna participación parlamentaria. La versión final del proyecto establece dos designados por el Ejecutivo, tres por la Cámara de Diputados y dos por el Consejo Asesor. Yo no le veo ningún tipo de objeción, todo lo contrario.

Su proyecto de 2001 excluía a las cooperativas telefónicas de prestar radiodifusión. ¿Qué opina hoy de que puedan brindarla?
Me parece bien. En aquel momento yo entendía que no estaban dadas las condiciones para la competencia, pero ocho años después esto se ha concentrado y ha cambiado. Por eso también propusimos segmentar el mercado para proteger un poco más a los cableros independientes, pero no alcanzaron los votos. En líneas generales se aceptaron modificaciones, siempre hubo voluntad y el debate no estuvo cerrado. Si no hubo más modificaciones porque creo que todavía hay dos o tres que sigue siendo crítico hacer es porque hay sectores que no fueron a dar el debate porque nunca les interesó cambiar la ley. Pero claro, ¡faltaban 100 diputados! Esos diputados no defendieron nada, y no lo hicieron porque en realidad la Cámara se dividió entre los que queríamos cambiar la ley y los que no querían cambiar la ley. Por oponerse al Gobierno o por defender a los grandes grupos tuvieron otra actitud y éste fue el resultado.

Pareciera que para algunos el debate sólo se da en un estudio de televisión
Exactamente, porque son funcionales a esos medios o, cosa que uno no puede creer, defienden la ley de la dictadura que es un disparate. O son tan opositores que han perdido el rumbo que se tuvo históricamente de que el que gana gobierna y el que pierde ayuda, que era el lema de la década del ’70.
En lo que no hubo acuerdo fue en el plazo de adecuación a la normativa que establece el proyecto.
Ahí hay una paradoja, porque todos los bloques que no somos del FPV tanto el Socialismo como el SI, la Concertación y Lozano plantearon en el recinto que el plazo de adecuación debería ser de tres años en lugar de uno. Fueron 26 votos contra todo el FPV. Si el resto de la oposición hubiera estado sentada, se hubiera ganado. Fue una irresponsabilidad total haberse retirado. Nadie le puede achacar la falta de voluntad al bloque mayoritario para consensuar, pero no había el contrapeso necesario; faltaron votos porque algunos sectores de la oposición no participaron directamente del debate.

Henoch Aguiar: “Sería bueno un debate abierto en el Senado”
Hay dos Argentinas: la comunicada y la incomunicada. En la Argentina comunicada debe haber delimitaciones y llevar todas las inversiones vacantes hacia la incomunicada, allí van a ayudar”. El especialista en telecomunicaciones Henoch Aguiar está de acuerdo con las principales reformas del proyecto de ley aprobado esta semana en Diputados: los cambios en la autoridad de aplicación, en el sistema de medios públicos y el freno al ingreso de las telefónicas. “Quedan todavía algunas cosas por modificar, y sería buenísimo que el debate en el Senado no fuera a libro cerrado, para permitir que se siga retocando. La idea no es aprobarla rápido y después modificarla. Estamos todos de acuerdo en que hay que cambiarla, pero que sea una ley necesaria no significa que tiene que ser tonta.”
A su criterio, ¿qué otras cuestiones falta retocar?
Primero, que se establezca que los medios públicos provinciales deben ser también no gubernamentales porque si no generamos un sistema pluralista para los ciudadanos de Capital Federal, pero mantenemos feudalismos informativos en las provincias. Segundo, el sistema de licencias es inútilmente rígido: dice que se pueden tener 10 licencias nada más pero no dice de qué. Entonces si alguien tiene 10 FM barriales en una zona en donde no hay nada, ya cumplió con el tope; en cambio ahora que se van a vender muchos canales de aire, si alguien quisiera comprar los 10 canales más importantes del país, lo podría hacer.

¿Qué opina del plazo de un año para adecuarse a la nueva normativa?
Eso va a traer muchos problemas jurídicos porque dicen que en un año hay que desguazar todo. ¿Cuál es el modo jurídico de hacerlo sin que nadie te pueda chistar? Se puede hacer como una venganza lenta, la venganza del chinito. Es decir, si podés tener 10 medios, cuando se vayan cerrando tus licencias, vos vas a poder renovar una, dos, hasta 10, la undécima no. Así uno va vendiendo hasta que se llega al límite permitido. Eso nunca jamás se planteó en ningún proyecto. Yo lo escribí en un dictamen que ni siquiera se aceptó.

¿Está de acuerdo con la exclusión de las telefónicas?
El hecho de decirles a las telefónicas que no pueden entrar me parece un punto importante, pero hay una cosa que falta. Debería decir que no puede brindar por sí ni arrendar. Porque si no, yo armo Henoch Videos S.A. y después le alquilo a Telefónica o Telecom sus redes como colaboradores técnicos; le cobro $100 al usuario, con $30 pago los contenidos, con 15% hago el call center, las facturas y a la telefónica que es un proveedor que ni siquiera tiene que indemnizar a los trabajadores cuando los despide le pago el 55% de la operación de red. Si se deja que lo brinden, se transforma en una fábrica de testaferros.

Si no entran ahora a partir de la regulación estatal, ¿no se corre el riesgo de que ingresen más adelante desreguladas, por la liberalización de las telecomunicaciones?
No. Cuando ellas compraron Entel en el ’90 y cuando recibieron los títulos para expandirse a todo el país en el ’99, después de que terminara su exclusividad, los decretos y los contratos que firmaron indican que están habilitadas para brindar todos los servicios de telecomunicaciones, excepto radiodifusión. De haber comprado con radiodifusión incluida, en el ’90, hubieran tenido que pagar mil millones de dólares más. Están expresamente excluidas de la radiodifusión. Quien ha tenido un beneficio de monopolio de servicio público y monopolio de red durante 10 años, más un monopolio falso creado por la inacción de la Secretaría de Comunicaciones por otros 10 más, no puede entrar a competir así no más.

Otro artículo que fue corregido es el que propone una evaluación bianual para adecuarse a las posibilidades que abra la digitalización. ¿Cuál es su posición con relación a esto?
Se dice que no debería afectar a los titulares de las licencias. Yo estaría más tranquilo si estuviera sometido a aprobación de la Comisión Bicameral. Lo que propongo es que los cambios estructurales sean siempre revisados por la Comisión Bicameral antes de que el órgano ejecutivo reciba el proyecto. Sobre estos temas hay mucha improvisación. El otro día la escuché a Patricia Bullrich criticando la figura del defensor del público. Como no estudian, leen dos líneas y atacan. También estuve en el bloque con los diputados radicales y lo escuché decir a Oscar Aguad “¿¡para qué vamos a regular las redes!?”, porque él quería defender a Cadena 3. Si se regulan las redes en los 70 proyectos de ley que se han presentado, alguna razón habrá, no debe ser una cosa inútil, ¿no?.

Fuente: Miradas al Sur

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