miércoles, 11 de febrero de 2009

Debate: ¿Periodistas pueden mediar?

Por José María Baldoví
Las controvertidas actuaciones de dos periodistas en las operaciones humanitarias fueron una prueba de fuego para la ética profesional.
Una dura prueba ética vivieron tres periodistas colombianos a la hora de servir de garantes en la operación humanitaria de liberación de seis secuestrados en poder de las Farc, esta semana.
Mientras que los comunicadores Daniel Samper y Jorge Enrique Botero acompañaron a la senadora Piedad Córdoba bajo la figura de facilitadores, Hollman Morris llegó por sus propios medios y en representación de Radio Francia Internacional a la zona convenida para que las Farc entregaran al Comité Internacional de la Cruz Roja a tres policías y un soldado.
Las reacciones de los profesionales ante el posible aborto de la operación (por el sobrevuelo de aviones de la Fuerza Aérea) causaron tanto impacto en los medios que para algunos críticos Botero y Morris violaron el código de ética periodística, al tiempo que otros analistas consideran que obraron de acuerdo con su verdadera obligación social de informar.
Si bien Samper, durante la liberación se limitó a ser testigo de los complejos acontecimientos que retardaron la devolución de los rehenes, el domingo anterior público en El Tiempo una crónica acerca del suceso, en la que coincide con las denuncias hechas por Botero acerca de que la operación humanitaria estuvo a punto de fracasar por culpa de los sobrevuelos de aeronaves militares en la zona.
La controversia llegó a su climax cuando el Gobierno calificó a Botero y Morris de “publicistas del terrorismo”.
Esas acusaciones llevaron a la relatoría para la libertad de expresión de la ONU y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a manifestar su preocupación por los señalamientos en contra de Morris porque “ponen en riesgo la vida y la integridad personal de los periodistas y defensores de derechos humanos”.
La fórmula de la periodista Salud Hernández para evitar esas polémicas es simple: “La emergencia humanitaria en Colombia exige que los periodistas no se involucren en tareas de liberación”.

¿Mercaderes del dolor?
Salud Hernández, corresponsal de El Mundo, Madrid: Los periodistas no sabemos comportarnos en misiones humanitarias. El mismo Daniel Samper contó lo que vivió. ¡No! Si vamos como garantes no hay que contar nada.
En otras latitudes los liberados son aislados de la prensa y de la exposición social durante cierto tiempo para que se recuperen mental y físicamente sin intromisión. A menudo se olvida que quienes han sido sometidos al cautiverio padecen estrés postraumático, y sus sentimientos son encontrados y sufren trastornos. Como en otros países, sostiene algún sector de la investigación psicológica en Colombia, las víctimas de secuestro debieran ser atendidos inmediatamente después de su liberación. Periodistas como Juan Gabriel Uribe y Salud Hernández se declaran partidarios de respetar la intimidad de los liberados y abstenerse de invadir su vida privada y familiar.
Lo primero que tenemos que hacer es ceñirnos a la ética y respetar al ser humano que viene de un secuestro. Y en segundo lugar, jamás debemos comerciar con el dolor ajeno. No dejamos respirar a las víctimas, las asediamos, las invadimos y hasta las chantajeamos. Y por ese afán de publicar lo que vimos podemos poner en peligro asuntos muy delicados.
Javier Darío Restrepo, experto en ética periodística: Estoy sorprendido de la cantidad de jueces que le han salido a Jorge Enrique Botero y a Hollman Morris. Y si uno está obligado a honrar el compromiso con la fuente de guardar reserva, eso no significa que el material recaudado no pueda servir para adelantar una investigación.
Pero ocurre que el periodista no se quita su condición como si fuera una camisa. Estamos hechos para morir con la camiseta puesta, se nos ha formado a lo largo del ejercicio profesional en una estructura que nos hace pensar, actuar y hablar como periodistas, y en determinados momentos no pensamos en consideraciones distintas.
Por otro lado, tengo mis observaciones sobre todas las intervenciones que han hecho los uniformados liberados. Me recuerdan el caso de Pinchao, que estaba libreteado por sus superiores de la Policía.
Entonces, cabría pensar en un acomodamiento de las autoridades con relación a las declaraciones de los efectivos del Estado.

¿Sopesar las circunstancias?
Germán Castro Caycedo, cronista: Los periodistas no estamos autorizados para violar ninguna ley. Uno no tiene patente de corso. Otra cosa muy distinta es la autocensura, por eso uno debe sopesar las circunstancias y las posibles consecuencias de una información que pueda poner en peligro la vida de terceros, o echar a perder unas gestiones humanitarias.
Rodrigo Pardo, director revista Cambio: El controvertido trabajo de estos dos reporteros (Hollman Morris y Jorge Enrique Botero) implica riesgos que ellos mismos deberían abocar con cautela.
Jairo Tarazona, jefe de investigación de RCN Radio: Como periodista no puedo poner en peligro una vida con mi información. Creo que debe existir libertad absoluta de prensa, pero con responsabilidad. Tenemos que decir la verdad así nos tilden de terroristas, pero no se puede explotar una noticia conseguida bajo presión o manipulada.

¿Partícipes de gestiones humanitarias?
Salud Hernández: Cuando vas de garante no vas de periodista. Vas para estar mudo. Y para evitar ese problema lo mejor es no llevar periodistas como garantes de comisiones humanitarias. Cuando hablan entonces fastidian las cosas. Por eso creo que Piedad Córdoba cometió el error de subirse al helicóptero con Jorge Enrique Botero.
Alberto Abello, editor de El Nuevo Siglo: A mi juicio los periodistas que estuvieron en el operativo humanitario cometieron un dislate. Es evidente que ellos trataron de aprovechar el punto de vista político. Una cosa es cubrir una noticia y otra muy diferente ser un mediador o un facilitador de gestiones de esta naturaleza, con vidas de por medio y con alcances a largo plazo. Y cuando uno es mediador deja de ser periodista. Si uno acepta hacer parte de estas comisiones, sin duda quienes participan en ella se convierten en responsables de la seguridad de los secuestrados, y deben mantener el equilibrio.

¿Publicistas del terrorismo?
Salud Hernández: En España es un delito hacer apología del terrorismo. Una vez trabajé en una emisora en la que el director no era partidario de entrevistar a nadie de la ETA ni a su entorno político, por ética. Pero, claro, la realidad en Colombia es distinta.
Lo que sí no se debe hacer jamás como periodista es entrevistar a un secuestrado en cautiverio, no se debe utilizar políticamente a los secuestrados. No creo que Botero y Morris sean cómplices del terrorismo.
Javier Darío Restrepo: Morris y Botero son éticos, cada uno con su propia perspectiva, salvo que Botero se hubiera comprometido con Telesur y aprovechara una situación privilegiada para obtener unas fotos y una información, pero nadie lo puede probar.
La del Gobierno es una presunción temeraria e injusta, atribuible a la peor de las motivaciones.
Jairo Tarazona: El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, no puede decir que hay periodistas que son publicistas del terrorismo cuando lo que se publican son verdades.

La prensa, a clases
  • Para algunos observadores, los periodistas que cubren el conflicto en Colombia deben ser preparados para intervenir en operaciones humanitarias y saber desenvolverse en circunstancias especialmente complejas.
  • El sigilo no es claudicación.
  • Según el director de la revista Cambio, Rodrigo Pardo, los comunicadores deben evitar caer en un periodismo peligrosamente militante, que para protegerse de la manipulación gubernamental puede terminar recogiendo exclusivamente la visión de la guerrilla.
  • La prensa cumple un deber con traer a los secuestrados a la civilidad sin contraprestación.
En sus propias palabras
"No creo que Hollman Morris sea un periodista que se deje manipular o haga una entrevista a cambio de un compromiso con las Farc. Botero cometió una imprudencia”. Jairo Tarazona, unidad investigativa de RCN Radio.
"Es difícil ser juez y parte, y en este caso se transgredió la ética, y los periodistas han debido limitarse a su labor humanitaria sin ser el centro de la atención”. Fidel Cano, director de El Espectador.
"Los operativos humanitarios deben ser operativos humanitarios. Y si el Presidente Uribe dice que hay periodistas cómplices del terrorismo, debe denunciarlos”. Juan Gabriel Uribe, director de El Nuevo Siglo.

Fuente:
Diario El País, Colombia

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