sábado, 29 de noviembre de 2008

Ofensiva comunicacional oficialista: Los Kirchner quieren grupo multimedios propio

El matrimonio busca consolidar un conjunto de medios de comunicación que sean menos críticos con el Gobierno.
Valentina Álvarez, Corresponsal
"Los medios no se conforman con ser medios de expresión, quieren gobernar a las sociedades: que vayan a elecciones... son tribuna de doctrina neoliberal", aseguraba a mediados de noviembre el ex Presidente Néstor Kirchner en un foro de líderes progresistas que se celebró en Santiago.
Pocos días después de las quejas de Kirchner en el foro regional, grupos de choque convocados por un sindicato de camioneros afín al Gobierno bloquearon durante varias horas las plantas de impresión de los diarios más influyentes, poniendo en peligro la distribución de la edición de ese día. Los afectados fueron los matutinos Clarín y La Nación, y el semanario Perfil.
Pese al revuelo, nadie del Gobierno salió a rechazar la iniciativa sindical.
"No me cabe la menor duda de que habrá nuevas agresiones: los Kirchner quieren 'disciplinar' a los medios que no controlan, como es el caso de este diario, y seguramente de La Nación", dice Ricardo Kirchbaum, editor general del diario Clarín, que integra el grupo multimedios más importante del país.
En mayo, el esposo de la Mandataria Cristina Fernández avaló públicamente una campaña de repudio al Grupo Clarín, lanzada por un grupo político liderado por el hijo mayor de la pareja presidencial, Máximo Kirchner.
Pero la estrategia comunicacional del ex Mandatario y la Presidenta Fernández es más amplia: desde hace varios años, el Gobierno es acusado de discriminar a algunos medios críticos al negarles publicidad oficial, una práctica que el año pasado recibió el fallo condenatorio de la propia Corte Suprema de Justicia de Argentina.
Versiones periodísticas que circularon en los últimos días dan cuenta de la intención del Ejecutivo de salir a comprar medios impresos o audiovisuales.
"Es muy legítimo que quieran comprar medios que coincidan con sus posiciones, e incluso que acumulen todos los que puedan; el tema es si esos medios tienen influencia y credibilidad ante la sociedad", manifiesta el editor general de Clarín.
Periodistas locales atribuyen al Gobierno nexos con los diarios PáginaI12, Buenos Aires Económico, Ámbito Financiero, El Argentino, la revista 7Días, la edición local de Newsweek, Radio 10 (la más popular de Buenos Aires y sus alrededores) y el canal de noticias C5N (apodado "Cristina 5 Néstor"), entre otros.
Informaciones divulgadas recientemente en Buenos Aires dieron cuenta de la intención del Gobierno de comprar Radio 10, una emisora que pertenece a Daniel Haddad, un simpatizante declarado del matrimonio Kirchner.
Días atrás, un grupo de empresarios cercano al matrimonio presidencial compró la popular Radio del Plata, que pertenecía al empresario y presentador Marcelo Tinelli. Y hace seis meses, uno de los periodistas de espectáculos más célebres del país, Jorge Rial, divulgó el intento del antiguo chofer de Kirchner -Rudy Ulloa, señalado por opositores como testaferro del ex Mandatario- de comprar por 320 millones de dólares el canal de televisión Telefé, el más visto del país, hoy en manos de Telefónica de España. "Lo que los Kirchner han impulsado es un capitalismo de amigos; es decir, poner a los sectores importantes de la economía en manos de empresarios afines al Gobierno. Lo mismo quieren hacer con los medios de comunicación, aunque después de su pelea con el campo los medios son, en general, críticos con el gobierno de Cristina", dice Ceferino Reato, editor jefe del semanario Perfil.
Según Reato, la estrategia de Kirchner es fortalecer el grupo de medios afines para mejorar la imagen del oficialismo de cara a las elecciones parlamentarias de 2009.
"Y lo pueden lograr; no hay que olvidar que Kirchner salió de la Presidencia con una popularidad superior al 50%, gracias a una estrategia comunicacional muy eficaz", predice Reato.

Más presión sobre Clarín
Con el "decreto de muerte" de la jubilación privada, el Estado pasó a tener control sobre algunas de las mayores empresas del país, a través de las acciones que estaban entre los activos que manejaban las administradoras de los fondos de pensiones (AFJP). En el caso del grupo Clarín -compuesto por el diario, un canal de TV abierta, decenas de radios y emisoras de TV por suscripción y revistas, entre otros-, el paquete accionario que manejaban las AFJP ronda el 10%.
Analistas estiman que el gobierno no dudará en presionar al grupo con la posibilidad de una incursión dentro de él, o una eventual toma hostil junto a otros accionistas, para lograr una cobertura más benévola hacia las políticas oficiales.

Fuente: El Mercurio

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