miércoles, 5 de septiembre de 2007

La otra cara de la moneda

Ayer levanté esta nota dando cuenta del duro trance que debe atravesar este colega. Un lector de Señales me recomendó leer esto que publicó en julio Copeenoa...

Quienes practican la mentira, el doble discurso y la cultura de la explotación, alguna vez son condenados.
Por Javier Ricardo López
Trabajé en F.M Noticias y Agencia DDN (Despacho de Noticias), cuyo Director es Sergio Poma y cuyo propietario es su hijo Patricio Poma, casi cinco años desde febrero de 2000 hasta el 21 de diciembre de 2004. Fui empleado “en negro” como locutor en F.M Noticias y periodista en la agencia DDN, de lunes a viernes, seis horas diarias y con un sueldo de $200 (doscientos pesos) que fue reducido a $180 (ciento ochenta pesos) en el año 2001.
Mi función consistía en escribir para la agencia, hacer cada media hora el flash de noticias, conducir un noticiero, grabar publicidades y artística para programas e identificaciones de la radio. Trabajábamos entre quince a veinte personas -entre locutores, periodistas, operadores, administrativos y quienes compaginaban y repartían el boletín DDN- sin aportes jubilatorios, sin pago de horas extra, sin salarios familiares, sin cobertura social ni por accidentes de trabajo.
Y lo peor comenzó a ocurrirnos, nuestro sueldo se desvalorizaba, estábamos desprotegidos ante las enfermedades que nos ocurrían, el embarazo de nuestras compañeras o la muerte de nuestros familiares; privaciones que nos llevaron a plantearle a Sergio y a Patricio Poma que regularicen nuestra situación laboral. La respuesta de parte de ellos fue negativa. Argumentaban que no estaban en condiciones económicas de hacerlo, pero sus gastos e inversiones decían todo lo contrario.
En el año 2004 a través de una nota publicada en “Nuevo Diario” y en el periódico virtual “Salta Libre”, tanto Sergio como Patricio Poma, reconocieron públicamente que tenían empleados en negro. Ante esta prueba evidente la Dirección de Trabajo de la provincia de Salta envió a funcionarios a constatar lo publicado, pero Poma echó a los inspectores y fue multado por obstruir el trabajo de los funcionarios.
Como sabía que no iba a poder echarlos cada vez que vinieran, hizo una reunión con todos los trabajadores y planteó una solución a su problema. Nos propuso mentir a la Dirección de Trabajo. Propuso el fraude y la simulación a través de una figura contractual no laboral, quería que nosotros neguemos ante los oficiales de Trabajo nuestra relación de dependencia y digamos que somos periodistas “free-lance” que le facturamos por el servicio. El pedido era absurdo, pues no estábamos inscriptos como monotributistas ni teníamos facturero. Aunque muchos compañeros decidieron mentir y aceptar ese chantaje para poder seguir comiendo, los menos no íbamos a aceptar, porque sabíamos que a la verdad, nunca la íbamos a negar.
Finalmente, después de soportar agravios y maltratos, a fines de diciembre de 2004 le inicié una demanda formal a Patricio Poma enviándole un telegrama obrero e intimándolo para que en el término de dos días aclare mi situación laboral y para que en treinta días regularice mi situación, pues yo quería trabajar con todos los beneficios que me corresponden por ley. Le reclamé diferencias de sueldos desde dos años inmediatos anteriores a esa fecha, puesto que los haberes abonados no eran los establecidos según las escalas salariales vigentes, todo bajo apercibimiento de iniciar demanda ante la D.G.I. A.F.I.P. y por ante el organismo laboral correspondiente en caso de que no conteste. La respuesta de Poma fue el despido con la negación de la relación laboral que nos unía.
El 1 de marzo de 2005 le conferí el poder al abogado Miguel Farjat para que, en mi nombre y representación, inicie juicio contra Poma y recién tuvimos fecha para el 1 de marzo de 2006, día de la audiencia de recepción de prueba a los fines de absolver posiciones (Expediente 1198/5).
El 20 de septiembre de 2006 salió la sentencia del Juzgado de Primera Instancia del Trabajo Nº 2 de la provincia de Salta, a cargo de la Juez Dra. Gloria Martearena condenando a Patricio Poma a pagar la suma de $24.801,61 más los intereses, por los conceptos de diferencias de salarios Marzo de 2003 a Noviembre de 2004, Aguinaldo (SAC) primer y segundo cuatrimestre de 2003 y 2004, vacaciones de 2004, indemnización sustitutiva de preaviso, SAC sobre preaviso, indemnización por antigüedad, art. 1º de la ley 25.323 y art. 16 ley 25.561. Poma apeló y el caso fue a la Cámara de Apelaciones que confirmó la sentencia en el mes de junio pasado (2007). Al no pagar ni realizar ningún depósito, mi abogado realizó el trámite de ejecución de sentencia con embargo sabiendo que Poma podría haber enajenado sus bienes o haberse insolventado. Finalmente descubrimos que no tenía nada a su nombre.
Más allá de que no cobre un centavo por el juicio que gané, hay una sentencia que condena a Poma por emplear trabajo en negro y esto sienta un precedente importante, tiene un alto valor moral para mí, porque fue una lucha por la dignidad. Por el momento me preocupa pagarle los honorarios a mi abogado que ganó un juicio complicado, porque hasta me resultó arduo completar la lista de testigos. Había personas que habían aceptado testificar a mi favor, como el caso de los periodistas Héctor Alí y Omar Salgado, pero después dijeron que no lo harían.
Sé también que antes algunos trabajadores intentaron reclamar judicialmente sus derechos laborales a Poma pero no perseveraron, no llegaron a un juicio. Lamento por aquellos que sabiendo y pudiendo denunciar esta realidad prefirieron ser sordomudos permanentes. Para mí fue difícil, pero no elegí quedarme con el temor y la impotencia, sino con la libertad para ejercerla plenamente.
Quería ganar este juicio para demostrar que no siempre los débiles se resignan y pierden ante los poderosos y que, quienes practican la mentira, el doble discurso y la cultura de la explotación, alguna vez son condenados.

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